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viernes, 24 de agosto de 2012

Responsabilizate de ti

Desde tu primera infancia se te ha enseñado a ser responsable hacia tu padre, tu madre, tu familia, tu pa­tria y todo tipo de situaciones externas. Pero no te han dicho que tienes que ser responsable de ti mismo, que nadie va a asumir tu responsabilidad. Cuando eres un adulto y dejas de ser un niño, surge un gran miedo porque tienes que asumir tu responsabilidad y no has sido preparado para eso.
Sólo sé responsable ante ti mismo. Haz lo que sientas. Si está mal, le seguirá inmediatamente el error y sabras que estuvo mal.. Si está bien, le seguirá inmediatamente la recompensa, instantáneamente. No hay otra manera.
De esta manera empiezas a saber tú mismo lo que está mal y lo que está bien. Desarrollarás una nueva sensibilidad. Empezarás a mirar con una nueva visión. Instantáneamente sabrás lo que está mal, porque en el pasado lo has hecho tantas veces y siempre has sufrido en consecuencia. Sabrás lo que está bien, porque siempre que lo has hecho la existencia te llenó de bendiciones. Causa y efec­to van juntas, no están separadas por años o por vidas.
Entonces eres responsable. Si deseas y disfrutas un determina­do acto, a pesar de que te traiga sufrimiento, hazlo. Es bueno por­que lo disfrutas. El sufrimiento no es suficientemente grande como para impedir el disfrute que tu acción te reporta. Pero de­pende de ti total y únicamente el decidir. Si el sufrimiento es de­masiado y el acto no te aporta nada, no te aporta alegría y necesa­riamente le sigue una larga angustia; entonces depende de ti elegirlo o soltarlo, y ¿qué pueden hacer los demás al respecto? Eso es lo que quiero decir con ser responsable de ti mismo. No hay nadie sobre quien puedas descargar tu responsabilidad.
La única manera de crecer es aceptar todo lo bueno, lo malo, lo alegre, lo triste, Tú eres responsable de todo lo que te sucede. Eso te da una gran libertad.
Disfruta de esa libertad. Regocijate con esta gran comprensión: eres responsable de todo en tu vida. Eso te hará lo que yo llamo un INDIVIDUO.

viernes, 10 de agosto de 2012

disfruta la mente


Que padre o que madre no llega a pensar, hasta agotar sus fuerzas, pensando en el bienestar de la familia, pensando en los hijos, pensando en el esposo, y así se la pasa pensando, solo pensando. Soy madre y sé lo que hablo, por ello hoy te comparto una manera sencilla de disfrutar tu mente, solo abre sentidos a lo que digo:
No trates de detener la mente.  Es una parte natural de ti; enloquecerás si tratas de detenerla.  Sería como un árbol tratando de impedir que le crecieran hojas; las hojas son naturales para él.
Entonces, el primer consejo: no trates de detener tu pensamiento; está perfectamente bien.
El segundo consejo: el solo hecho de no detenerla no es suficiente; hay que disfrutarla.  ¡Juega con ella!  Es hermoso.  Jugando con ella, disfrutándola, dándole la bienvenida, comenzarás a estar más alerta, más al tanto de ella.  Esta toma de consciencia llegará de una manera muy indirecta; no será un esfuerzo llegará de una manera muy indirecta; no será un esfuerzo por tomar consciencia.  Cuando tratas de tomar consciencia, la mente te distrae y te molestas con ella.  Sientes que es una mente que se la pasa parloteando constantemente, quieres estar en silencio y no te lo permite, así que comienzas a sentir a la mente como un enemigo.
Eso no es positivo; es dividirte en dos.  Entonces tú y la mente se vuelven dos y surge el conflicto y las fricciones.  Y toda fricción es suicida porque es perder energía sin necesidad.  No tenemos tanta energía como para desperdiciarla en pelear contra nosotros mismos.  Esa energía debe usarse para la alegría.
Por ello, comienza a disfrutar el proceso del pensamiento.  Sólo observa los matices de los pensamientos, los giros que toman, cómo una cosa lleva a la otra, cómo se enganchan unos con otros.  ¡Es un verdadero milagro que observar!  Un pequeño pensamiento puede llevarte al final más alejado, y si observas no verás ninguna relación entre uno y otro.
Disfrútala, deja que se convierta en un juego; juégalo deliberadamente te sorprenderás: a veces sólo disfrutándolo encontrarás pautas hermosas.  De repente encontrarás que un perro está ladrando y no está surgiendo nada en tu mente, no origina ninguna cadena de pensamientos.  El perro sigue ladrando y ti sigues escuchando y no surge pensamiento.  Surgirán pequeñas discontinuidades… pero no tendrán futuro.  Llegan por sí solas y cuando vienen son hermosas.  Y justo en esos pequeños huecos empezarás a observar al observador, pero eso será natural.  Nuevamente empezarán los pensamientos y los disfrutarás.  Hazlo con tranquilidad, tómalo con calma.  La consciencia llegará a ti pero llegará indirectamente.
Observar, disfrutar, dejar a los pensamientos jugar su papel, es tan hermoso como ver al mar con sus millones de olas.  La mente también es un mar y los pensamientos son olas.  No obstante, la gente va y disfruta de las olas del océano y no disfruta de las olas de su consciencia.
                                                                                                                  

viernes, 20 de julio de 2012

risa infantil


Cuando los niños ríen…su risa es total.  Todo su cuerpo se implica en ella; cuando ríen, ríen desde la cabeza a los pies.  Todo su cuerpo, todas sus células, cada fibra de su cuerpo ríe y vibra.  Están plenos de salud, vitales; todo fluye.
Un niño triste equivale a un niño enfermo y un anciano sonriente implica que aún es joven.  Ni siquiera la muerte puede envejecerle; nada le puede envejecer.  Su energía está todavía fluyendo y desbordándose; le inunda.  La risa es un desbordamiento de energía…un Dios que te invita a reír plenamente

viernes, 13 de julio de 2012

Preocuparse, no es ocuparse...


Que padre o que madre no se preocupa por el bienestar de sus hijos. Al mirar que su hijo no come o cuando descubre sus comportamientos hostiles o bien cuando se llega a enfermar, las preocupaciones ocupan los pensamientos y el corazón de los padres. Y a veces son tantos los malestares que llega a presentar un hijo, que llegan a pensar porque a mí….porque a mi hijo? ¿Cuál es el camino  a seguir?
¡Me parece que el problema es más contigo que con él! Así es, y no es que sea despectiva o irreverente, al expresarme así. Sucede que muchas veces nos volcamos con proteccionismos innecesarios  que llegan  a intoxicar a los hijos. Ante el mínimo estornudo del niño ya lo estamos mirando grave, y la situación se complica, pues si el niño no se sentía enfermo, ahora lo enfermaras realmente.
Estar demasiado preocupada por él niño a veces puede crear tensión en su mente. Y no te estoy diciendo que no te preocupes, no. Toma todos los cuidados que consideres necesarios, pero te digo que preocuparse no es ocuparse. Preocuparse es muy destructivo. Es destructivo para ti, es destructivo para él, porque si se da cuen­ta de que estás demasiado preocupada por él, empezará a sentirse culpable. Eso podría provocarle bronquitis, podría causarle asma. Podría empezar a comer menos; podría empezar a castigarse a sí mismo y todo porque mama está preocupada por él. Alcanzas a mirar los efectos de la preocupación.
Si no te ocupas, es malo; pero si te preocupas demasiado, tam­bién es malo. Los extremos son siempre malos; es bueno estar en el medio. Lo estás protegiendo demasiado. Puedes hacerle sentir que se está asfixiando; esto es la bronquitis y el asma. El asma pue­de comenzar si una persona se siente asfixiada..., y eso es lo que estás creando.
La intención no es mala, pero lo que estás haciendo no es bueno.
Déjale solo. Ámalo pero déjalo. Tiene su propia vida. Simple­mente, dale más libertad y el asma desaparecerá. Permítele su pro­pia manera de vivir; no trates de guiarlo demasiado. Todo lo que podemos hacer es amar y dar libertad, y el amor da libertad: sólo entonces es amor.
Por eso guárdate tu inquietud, tus preocupaciones. Quizá esto sea una manera de evitarte a ti mismo. Te preocupas por él y así puedes evitar tus propias preocupaciones. Esto se convierte en una buena excusa, en una racionalización. Puedes escapar a tu caos in­terno; te puedes preocupar por él. Eso es lo que están haciendo mi­llones de personas. Los niños se convierten en chivos expiatorios. Puedes poner en él todos tus problemas.
Si te dejan solo, si no hay nadie por quién preocuparse, tendrás que enfrentar esos problemas. Enfrenta esos problemas; trasciendelos.
Si en lo más profundo tienes algún interés en que esté enfermo, en que esté inquieto... Esto te interesa, porque si está en perfecto estado de salud, ¿qué harás? Te verás enfrentado de vuelta a ti mis­mo. Por eso en algún lugar profundo de tu inconsciente te gusta­ría que él permaneciera como está. Y él lo sentirá; los niños son muy intuitivos. Él lo percibirá y cumplirá tus deseos. ¿Qué otra cosa puede hacer? Realizará tus deseos inconscientes y te manten­drá ocupado, pero su vida se echará a perder. Y tú perderás una oportunidad de encontrarte a ti mismo.
Respétalo como si fuera un adulto. Todo niño debe ser res­petado como si estuviera en tu mismo plano.
Por eso, en primer lugar: dale libertad. No le asfixies. Eso es lo que el asma te está diciendo; es un mensaje. Y no le obligues a co­mer, de lo contrario lo rechazará. ¡No es necesario! Un niño sabe cuándo tiene hambre. Cuando tenga hambre comerá. Si no tiene hambre, no tiene necesidad de comer. Y es algo tan natural que no hay ningún niño que se vaya a quedar con hambre.
Si algún día se salta una comida, no te preocupes; no pasa nada. De vez en cuando vienen bien unas vacaciones. Deja que se salte una comida. ¡Cuando tenga hambre de verdad vendrá corriendo! Muchas madres obligan a comer a sus hijos y haciendo esto des­truyen muchas cosas.
Una vez que destruyes el apetito natural, poco a poco se vuelve completamente inconsciente; deja de saber cuándo tiene hambre y cuándo no la tiene.
¡Sencillamente, déjalo! Y en un mes empezará a comer espon­táneamente. Déjale que coma lo que quiera. ¡La naturaleza es suficiente! Y dale libertad: deja que se mueva, deja que haga las cosas a su manera. En tres meses tus problemas desaparecerán, ahora ¡tienes que hacer frente a tus pro­blemas! Así que te repito: “preocuparse no es ocuparse”

viernes, 6 de julio de 2012

los gritos de los padres


Generalmente cuando hablo de dar libertad a los hijos, los padres caen en trampas irremediables como las de verse invadidos por conductas irresponsables de los pequeñitos, pues los han dejado a su libre albedrio. Y esta no es la intención de la libertad y el amor, no. Ambos llevan implícitos  el comulgar con el respeto hacia a los padres y ante ello permíteme decirte que el niño quizá llegue a tener más poder que tu, si no encuentras un punto medio para controlar esas conductas. No confundas la libertad y el amor con las conductas irreverentes de los niños…..
Bajo este preámbulo deseo abordar los gritos que toda madre o padre se vale para redireccionar las conductas de los hijos. Y con ello no deseo justificarlos o expresar que son el medio ideal para educar a los hijos, no. Es la firmeza que a mi modo de ver re direcciona cualquier conducta irreverente del niño, pero en tanto no llegues a descubrirla respirarla y sobre todo fluirla, te valeras inicialmente de lo que tienes a tu alcance: “los gritos”.
No, te preocupes por gritar; en absoluto. Es natural. Sólo tienes que recordar una cosa: equilíbralo con amor, entonces tus gritos bajan el tono y se convierten en firmeza.
Sin embargo abr momentos en los que uno quiere gritar, los niños lo entenderán, porque ellos también gritan. En realidad, ese es su len­guaje. Si sientes que estás hirviendo en tu interior y no quieres gri­tar, el niño lo intuirá y se sentirá muy molesto, pues descubre tu falsedad al hablarle con mimos. Puede sentir que toda tu vi­bración está gritando y tú no estás gritando; incluso estás sonriendo, acariciándolo o controlándote. El niño se molesta mucho porque siente que la madre le está engañando, y un niño nunca perdona el engaño. Siempre están dispuestos a aceptar la verdad. Los niños son muy empíricos, muy con los pies en la tierra.
Por eso grita siempre que tengas ganas, en tanto no has llegado al autocontrol emocional y en especial a explayarte con firmeza. Después, sólo tendrás que acordarte de equilibrarlo con amor.
Por ejemplo, un niño ha hecho algo malo y tú reprimes tu enfado.
Este era el momento efervescente. Si le hubieras corregido en el instante con firmeza todo seria vivo e incendiándose las emociones…..pero te has reprimido, porque según tu ya no quieres gritar, y no te dije que gritaras, te sugerí que fueras firme, así que no confundas. Más tarde, cuando el niño no está haciendo nada ‑han pasado las ho­ras y se ha olvidado completamente del incidente‑, pero tú eres incapaz de olvidarte; te has reprimido. Ahora el asunto ya se ha enfriado. Entonces, encontrarás alguna excusa para cobrarle la falta: «¡No has hecho tus deberes!» Esto es frío y te estás tomando la revancha. Y ahora resulta que descontrolas totalmente al niño…entonces te preguntara: estas enojada?...y solo le darás una excusa racional: -no estoy enojada-, ya te he dicho muchas veces que cumplas con tus deberes. Vaya falsedad, te estás cobrando lo que reprimiste.
Así que encuentras alguna excusa racional para cobrarte la falta. Si lo hubieses hecho en el momento. Ahora encontrarás alguna excusa no natural pero sí racio­nal: que no ha hecho sus deberes, que su ropa está sucia o que hoy no se ha duchado. Estás enfadada, pero tu rabia es fría, ahora los incidentes del niño ya han pasado y el los ha olvidado. Puede que te liberes de la rabia contenida; pero también esto será feo.
Es como comer la comida fría ‑cuesta digerirla‑, se hace pesa­da en el estómago.
El niño no lo puede entender. Por eso, actúa en el instante. Corrige la conducta bajo la efervescencia de ambos, tú con firmeza y el con rabia al mirarse descubierto en el instante…. sabrá en el momento exacto cual fue su conducta irreverente. Uno sabe....cómo comportarte. No se necesita aprender de nadie. Simplemente, sé natural.
Canta y baila por tener un hijo tan hermoso. Abrázalo a veces, acércatelo. Déjale que sienta tu cuerpo y siente el suyo. Él es parte de tu cuerpo. Y tu eres parte de el….solo permite que la firmeza aflore con toda su naturalidad de aplomo, sin agredir, sin golpear, sin lesionar. Solo bastaran unos instantes de ella para redireccionar una conducta irreverente.

viernes, 29 de junio de 2012

la vida no es seria...


La risa es una de las cosas más reprimidas por la sociedad en todo el mundo, en todas las épocas.
La sociedad quiere que seas serio, los padres quieren que sus hijos sean serios, los maestros quieren que sus alumnos sean serios, los jefes quieren que sus subordinados sean serios, los comandantes desean que sus soldados sean serios.  La seriedad es un requisito para todos.
La risa es peligrosa y rebelde.  Si un maestro te está enseñando algo y tú empiezas a reírte, se lo tomará como un insulto.  Si tus padres te están diciendo algo y tú empiezas a reírte, se lo tomarán como un insulto.  La seriedad es considerada honorable, es respetada.
La risa ha sido reprimida en tal medida que, aunque en todas partes la vida es hilarante, nadie ríe.  Si liberas a tu risa de sus cadenas, de sus ligaduras, te sorprenderás: a cada paso sucede algo hilarante.
La vida no es seria.  Solamente las tumbas son serias, sólo la muerte es seria.
La vida es amor, la vida es risa, la vida es danza, es una canción. 
Pero hemos de dar a la vida una nueva orientación.  El pasado ha dejado a la vida tremendamente lisiada, te ha hecho casi ciego a la risa como la gente que es ciega para un determinado color.
Un diez por ciento de la gente es ciega para un determinado color. Es un porcentaje elevado, pero los que lo padecen no son conscientes de su daltonismo.
George Bernard Shaw tenía este tipo de ceguera, pero no se enteró hasta los sesenta años.  El día de su cumpleaños alguien le regaló una chaqueta, una americana, pero se olvidó de regalarle  la corbata.  George Bernard Shaw fue con su secretaria a comprar una corbata que hiciera juego con la chaqueta, pues le gustaba mucho.  Se puso a mirar corbatas y eligió una.  Su secretaria se quedó perpleja, casi sin creérselo: la chaqueta era amarilla y la corbata verde.  Le dijo:
-¿Qué haces?  Esa combinación es muy estrafalaria.
Él contestó:  
-¿Por qué ha de ser estrafalaria?  Son del mismo color.
El vendedor, el encargado del almacén, todos, acudieron y se preguntaban cómo era posible… Era incapaz de distinguir entre el amarillo y el verde.  Le parecían iguales.  Era daltónico.  Pero durante sesenta años no se había dado cuenta.
Y en el mundo, un diez por cuento de la gente es daltónica.  Confunden determinados colores o son ciegos para alguno.
La constante represión de la risa te ha convertido en daltónico para la risa.
En todas partes surge la ocasión, pero tú no encuentras razón alguna para reír,  Si tu risa fuera liberada de sus ligaduras, el mundo estaría lleno de risas.  Y el que esté lleno de risa es una bendición porque eso cambiará por completo la vida del ser humano.  No te hará ser tan miserable como actualmente eres.  En realidad, no eres miserable como aparentas: es tu miseria más tu seriedad lo que te hace parecer miserable.  Simplemente: ¡añade risa a tu miseria y dejaras de ser miserable!

viernes, 22 de junio de 2012

el carisma de la vida...


Si usas la mente sólo cuando sea necesario estará fresca, joven, llena de vida y energía.  Entonces lo que digas no será sólo palabrería, sino que estará pleno de vida, de autoridad, verdad y sinceridad y tendrá un significado contundente.  Puedes usar las mismas palabras, pero la mente habrá reunido tanto poder al descansar que cada palabra que uses estará encendida y llena de poder.
Lo que conocemos como carisma es simplemente una mente que sabe cómo relajarse y permitir que la energía se reúna.  Entonces, cuando la persona habla es poesía, es el evangelio, y no necesita proporcionar ninguna evidencia ni seguir ninguna lógica; su sola energía es suficiente para fluir sobre las personas.  La gente siempre ha sabido que hay “algo”, aunque nunca han sido capaces de señalar exactamente qué es aquello que ha llamado carisma.
Una mente que está trabajando día y noche está destinada a volverse débil, tonta, incapaz de impresionar, lenta en cierta forma.  Cuando mucho es utilitarista.  De esta manera millones de personas que podrían haber sido carismáticas permanecen pobres, sin causar impresión alguna, sin ninguna autoridad ni poder.
Si es posible, (de hecho lo es), poner a la mente en silencio y sólo utilizarla cuando se necesita, cobra una fuerza impresionante.  Cuando permitas descansar a la mente habrá reunido tanta energía que cada palabra pronunciada llegara directamente al corazón del otro.

viernes, 15 de junio de 2012

la danza de las energias....


Ha habido hombres y ha habido mujeres, pero no ha habido seres humanos.
El hombre solo no será capaz de llegar muy lejos. La mujer sola simplemente será un estan­que de energía sin posibilidad alguna de movi­miento dinámico. Cuando ambos están juntos son complementarios. Ninguno está por encima del otro. Los complementarios jamás están arriba o abajo, son iguales. Juntos conforman un todo, y juntos pueden crear una santidad que no resulta posible para ninguno por separado.
Un hombre, para ser realmente masculino, ha de ser aventurero, creativo, ha de ser capaz de to­car tantas iniciativas en la vida como le sea posi­ble.
El hombre y la mujer, juntos, moviéndose de manera positiva, son un todo. Y la verdadera pa­reja -y hay muy, pocas parejas verdaderas- es una en la que cada uno se ha unido con el otro de una forma positiva.
Si ambas partes son conscientes de un encuentro entre opuestos, de que no hay necesidad de convertirlo en un conflicto, en­tonces es una gran oportunidad para comprender y asimilar el punto de vista totalmente opuesto. De esa manera, la vida de un hombre y de una mujer, juntos, puede convertirse en una hermosa armonía. El enfoque femenino y el enfoque mas­culino son tan distintos que a menos que se lleve a cabo un tremendo esfuerzo consciente para comprenderse como opuestos, no existirá espe­ranza alguna de disfrutar una vida apacible.
Siempre que dos personas se encuentran, se crea un mundo nuevo. Su simple reunión le da vi­da a un nuevo fenómeno, que antes no existía, que nunca había existido. Y a través de ese nuevo fenómeno ambas 'personas' son modificadas y transformadas. Ustedes crean la relación, pero dicha relación también los crea a Ustedes.
Si nuestras relaciones con las personas con­tienen la gran comprensión de que el otro posee una libertad total para seguir siendo lo que es, quizá con cada momento se pueda revelar más y más belleza.
La intimidad con una mujer o con un hombre es mejor que tener muchas relaciones superficia­les. El amor no es una flor de temporada, requie­re años para crecer. Y solo cuando crece va más allá de la biología y empieza a tener algo de lo espiritual en su naturaleza. Estar con muchas mu­jeres o con muchos hombres los mantendrá super­ficiales; quizá satisfechos, pero superficiales; ocupados, desde luego, pero no de un modo que te vaya a ayudar en el crecimiento interior. Una relación de uno a uno, sostenida para comprenderse de manera intima y profunda, aporta un beneficio tremendo.
En un mundo mejor, con personas más amorosas, con un poco más de iluminación en la Tie­rra, la gente amaría, amaría inmensamente, pero su amor seguiría siendo una unión, no una relación, y no digo que ese amor llegará a ser únicamente momentáneo. Existen todas las posibilidades de que ese amor sea más profundo, que posea una cualidad más elevada de intimidad, que tenga más poesía y más de Dios en él. Y existe to­da la posibilidad de que ese amor dure más de lo que llamamos una relación de pareja. Y esto no lo garantiza ni la ley, ni la iglesia, ni los tribunales, ni la policía. La garantía solo se hallara en su interior. La garantía solo brotara de sus corazones imantados por una comunión silenciosa.

viernes, 8 de junio de 2012

conductas irreverentes...


Mis hijos se han vuelto ingobernables, imposibles de dirigir. ¿Qué debo hacer?
¡Déjalos solos!        
Relájate. Y una vez que hayan visto que te relajas totalmente y que no te preocupas en absoluto por lo que hacen, ellos mis­mos se tranquilizarán y serán comprensivos. La mejor manera de controlar a los niños es... Si te puedes volver un poco caóti­co, ellos se volverán controlados. Salta, baila, canta y empezarán a pensar: «¿Qué le ha pasado a nuestra madre? ¿Se ha vuelto loca o algo así?» Y empezarán a pensar: «Si se enteran los vecinos, ¿qué pensarán?» Empezarán a controlarte y a ¡tratar de hacerte callar!
La mejor manera de controlarlos es ésta: haz todo lo que quie­ras hacer y déjales hacer a ellos todo lo que quieran. Y te sorpren­derás. Incluso en los niños pequeños ‑esto siempre sucede‑, cuando ven que nadie se está ocupando de ellos y que encima tienen que ocuparse de su madre, se vuelven muy silenciosos y disciplinados. Empiezan a representar el papel de sus padres. Ahora ellos se preguntaran: ¿cómo vamos a con­trolar a nuestra madre?»

viernes, 1 de junio de 2012

frente a frente


Dos personas enamoradas están simplemente presentes, una frente a otra, sin hacer nada.  El amor desconoce el “hacer”.  Cuando dos personas están profundamente enamoradas, simplemente están presentes.  Se miran cara a cara, simplemente presentes, como dos lámparas ardiendo e iluminándose una a otra; o dos espejos encarándose uno a otro, reflejándose entre sí millones de veces.  Los amantes se encuentran uno ante la presencia del otro, saturados por el otro, penetrados por el otro.  En ese estado surge un instante –el clímax, el momento cumbre- en que nace el fruto: cuando dejan de ser dos, cuando desparecen todas las distinciones, cuando los egos no existen, cuando te conviertes en una presencia.  Entonces, nace el fruto.....

viernes, 25 de mayo de 2012

secretos para llegar a casa


El amor te convierte en una nada, el amor te hace despegar del suelo, el amor destruye tu ego por completo, lo aniquila y te proporciona una nueva vida.  Te conviertes en un bambú hueco… y su música empieza a fluir a través de ti.  No lo obstaculices, porque no estás aquí para estorbarlo.  Si “tú” eres, “tú” eres el obstáculo.
La gente siempre se pregunta: “¿Cómo puedo trascender la tristeza?”. Y yo les digo: “Tú” no podrás trascender la tristeza.  Se puede trascender, pero “tú” no puedes trascenderla; el “tú” tendrá que desaparecer.  Si, existe un estado de ausencia de todo pesar, pero “tú” no puedes conocerlo; el “tú” tendrá que permanecer afuera.  Algo de tu interior podrá adentrarse en esa tierra donde no hay tristeza, pero no “tú”.  “Tú” eres la tristeza.
¿Acaso no lo has observado?  Cuanto mayor es tu ego, mayor es la tristeza que se genera.  Duele, es como una herida.  Cuanto menor es el ego, menos duele y la herida se va curando.  Cuando no hay ego, no duele en absoluto.  Aunque alguien te insulte, no te duele porque “tú” no estás ahí.  ¿Cómo se te puede insultar?  El insulto te hiere solamente cuando ahí hay una herida; entonces eres derrotado porque querías ser el vencedor.  Si no hay ego, ¿cuál es la diferencia entre victoria y derrota?  ¿Cuál es la diferencia entre éxito y fracaso? El ego siempre busca ser el vencedor….vencedor de qué? si ya te perteneces.
Todas las distinciones son creadas por el ego.  Siempre que el ego se siente satisfecho se debe al éxito, a la victoria.  Siempre que el ego se descubre insatisfecho, se debe al fracaso, a la derrota.  Tanto victorias como derrotas son debidas al ego.  Cuando no hay ego, sencillamente vives sin victorias ni derrotas.  Simplemente vives sin éxitos ni fracasos.  Sencillamente: vives… y esa simplicidad de vida es la vida religiosa, es el amor, es el placer de SER.
Aquí tienes cuatro pasos para eliminar el ego:
Mantente aquí y ahora… tan sólo este momento… ¿ves su belleza?  En este mismo instante el gozo está aquí,  Dios está aquí.  Cuando guardas silencio, Él habla; cuando escuchas, Él canta.
Y aprende a transformar todos tus venenos en miel de modo que todas las barreras sean destruidas.
Y luego…empieza a compartir.  Tengas lo que tengas, compártelo.  Comparte tu belleza, comparte tu canción, comparte tu vida.  Compartiendo, resultarás enriquecido.  No acumules.  En el momento en que empiezas a guardar para ti, estás tratando de depender de ti mismo; has perdido la confianza en la vida.  ¡Da!  Al igual que la vida te ha dado, ¡da!  Hay más en camino.
Y el cuarto: sé una nada.  La nada es el origen de todo, la nada es el origen de lo infinito… la nada es Dios: “nada” significa nirvana.  Sé una nada y siendo una nada obtendrás el todo.  Si eres “alguien”, te lo perderás; siendo una nada, llegarás a casa.

viernes, 18 de mayo de 2012

mi hija pregunta...si yo morire


Eso está muy bien en un niño... Todos los niños están interesados en la muerte; es una de las curiosidades más naturales. Pero en lugar de responderles.... porque toda respuesta que le des  será  falsa...
Por eso nunca respondas; sencillamente, di que no lo sabes, que lo sabrás cuando nos muramos. Y haz que esto se convierta en un entendimiento tácito acerca de todas esas cosas para las que no tie­nes una respuesta.
Cuando un niño pregunta algo que tú no conoces, acepta tu ig­norancia. Los padres creen que aceptar que no sabemos será per­judicial, que nuestras imágenes caerán ante los ojos del niño, pero de hecho es justo lo contrario. Más pronto o más tarde se va a enterar de que sus padres son tan ignorantes y tan impotentes como cual­quier otra persona, que van andando a tientas en la oscuridad como cualquier otro, pero lo disimulan, y ese disimulo es muy des­tructivo. Por eso siempre que hay algo que no conozcas, di: «No lo sé; estoy buscando e indagando.»
Y la muerte es una de esas cosas sobre las que no se puede de­cir nada excepto una cosa: que regresamos a casa, que volvemos al mismo lugar de donde hemos venido. Tampoco lo sabemos. Veni­mos de una fuente desconocida y a ella regresamos. La muerte completa el círculo, pero los dos extremos, el principio y el final, están ocultos en el misterio.
Es como si un pájaro entra en una habitación por una ventana, aletea durante unos segundos y escapa por otra al exterior. Noso­tros sólo sabemos del pájaro cuando está en la habitación. No sa­bemos de dónde viene; no sabemos adónde va. Lo único que cono­cemos es ese pequeño lapso de tiempo, ese intervalo, mientras el pájaro estaba en el interior de la habitación.
Y este es el estado del conjunto de la vida. Vemos nacer un niño; el pájaro ha entrado; de dónde, nadie lo sabe. Y entonces un día la persona fallece, el pájaro ha volado. Y la vida sólo sucede entre el nacimiento y la muerte.... un pequeño tránsito.
Haz consciente al niño del misterio. En vez de darle una res­puesta es mejor hacer consciente al niño del misterio que le rodea, de modo que empiece a sentir más asombro, a tener más capaci­dad de maravillarse.
En vez de darle una respuesta categórica, es preferible crear una búsqueda. Ayúdale a ser más curioso, ayúdale a indagar más. En vez de darle la respuesta, haz que el niño haga más preguntas. Será suficiente si el corazón del niño se hace más indagador; eso es lo único que los padres pueden hacer por el niño. Más tarde, el niño o la niña buscarán sus propias respuestas a su manera. Nos ol­vidamos de que la vida permanece desconocida; algo como una equis. La vivimos y a la vez sigue siendo una desconocida. El hom­bre ha progresado mucho en sus conocimientos, cada día se des­cubren muchas cosas; se siguen añadiendo miles de trabajos de in­vestigación al conocimiento humano, se siguen sumando miles de libros. Pero lo fundamental sigue permaneciendo igual. Ante lo fundamental somos humildes e impotentes.
                                ...de modo que ayúdale a sentir el misterio de la vida.        

viernes, 11 de mayo de 2012

el divorcio


Ellos lo entenderán porque sus padres van a seguir estando con ellos. La clásica respuesta cuando la pareja se enfrenta al divorcio. O quizá nos justificamos diciendo;  “son muy comprensivos y lo entenderán”. Vaya pensamiento tan absurdo!. Y porque lo expreso tan despectivamente. Porque de entrada cuando el divorcio aun no es un realidad legal, sin percatarnos de ello los padres ya viven divorciados desde hace un buen tiempo. Desde el momento que surgió la división en la pareja. Cuando uno de los dos navega solo frente a la familia aun con la presencia del otro, la división ya se siente, se vive, se intuye, sin embargo seguimos pensando que es una familia integrada y por supuesto que se  niegan a llamarle divorcio. Han estado divorciados desde el instante que surgió la división reflejada por las evasiones, ya no conviven con los hijos, no miran el desarrollo de los niños y mucho menos saben de sus nuevas emociones y te seguiría enumerando más divisiones, pero  hoy no es el caso. A donde te quiero llevar es a la comprensión plena del verdadero divorcio. Y no creas que te alentare a divorciarte o, a no divorciarte, patrañas sociales, las decisiones legales solo competen a la pareja. Solo deseo centrarme en la naturaleza del verdadero divorcio. 
Cuando ha llegado el momento del verdadero divorcio, vendrá acompañado del afloramiento de las emociones que ambos estuvieron conteniendo por mucho tiempo sin tomar conciencia de ello. La culpa, la impotencia, angustia, pesadumbre  o rabia serán los invitados perfectos para asistir a este proceso del divorcio. Y seamos sinceros, un divorcio por mucho que sea una liberación, no traerá en ningún momento sentimientos de felicidad y mucho menos amor, así que no se engañen y mucho menos engañen a los niños empleando hermosas palabras para tranquilizarlos o fincar falsas expectativas, eso sí que es mortal para un ser humano que inicia a concebir el estado del divorcio.
Pero no todo es obscuro e irremediable, no. Cuando los hijos miran a los padres contentos, serenos y con brillo en la mirada, apenas se han separado,  en unos días se daran cuenta de que todo está perfectamente bien, no hay nada malo y por lo tanto descubren y sienten que el divorcio no era lo que habían escuchado. Por si mismos sabrán que no paso nada...al mirar la serenidad que sus padres muestran viviendo separados.
En cambio si tú te sientes infeliz por su culpa, y ella se siente desgraciada por tu culpa. Iniciaran en sus hijos a desarrollar sentimientos compasivos ya sea hacia el padre o hacia la madre. En cambio si ven que son felices lo olvidaran todo, olvidaran tan temibles pensamientos de la separación..
Así abres paso a derrumbar los falsos pensamientos que iniciaban a apoderarse de una mente infantil y cuales son: y ahora quien me va a cuidar? Quien me llevara a la escuela?. Seguro me van adoptar, o, tal vez papa va a tener otra nena, ahora viviré con la abuela…etc. etc. Y no te imaginas que poderosa llega a ser la mente infantil para imaginar desastres derivados del divorcio,
No hay ningún problema si te divorcias, el problema lo tendrán si en el fondo, a ambos les gustaría sentirse desgraciados para poder hacerse la vida miserable entre ustedes: «Mira lo que le has hecho a nuestra hija. Me has hecho esto a mí y se lo has hecho a la niña, y sin em­bargo te sientes feliz y estás disfrutando. Nosotras envenenaremos tu alegría.» Nunca envenenes la alegría de nadie, porque al envenenarla es­tás envenenando tu propio bienestar, porque todo lo que le haces a los demás te será hecho a ti.
Los niños son intuitivos y muy comprensivos. Se les involucra innecesariamente en las peleas de sus padres. La madre tira de su lado, el padre tira de su lado, y la vida del niño se convierte en un sufrimiento. Poco a poco le dirá una cosa al padre y luego algo distinto a la madre. Cuando esté con la madre estará de su lado, cuando esté con el padre estará de su lado, no crees esta situación. Ellos lo entenderán; los niños olvidan muy pronto.
Así que no tortures las almas infantiles que aun desconocen el significado del divorcio, si ya lo han iniciado, solo conclúyanlo y revitalícense individualmente para emerger de todas la basura emocional que pudiera albergar sus almas. Sera una manera ejemplar de mostrar a los hijos que la vida continua su curso juntos o separados y erradicando toda manipulación.

viernes, 4 de mayo de 2012

madre sabia


Si eres madre vuélvete tan ausente como puedas. No trates de demostrar nada. No pienses en términos de responsabilidad. Piensa en términos de crecimiento interior. Una vez que te pones a pen­sar en términos de responsabilidad y obligación, empiezas a generar ansiedad y angustia. Te estás perdiendo una gran oportunidad; abrir pasó al campo floreciente de las emociones que alimentan tu crecimiento espiritual y la sabiduría materna.
Si no lo has mirado así o aun no lo has sentido….abras dado un paso en falso.
con la responsabilidad; uno se siente abrumado
con la obligación; uno siente que tiene que hacerlo.
con el amor creces y disfrutas la divinidad de guiar
con la sabiduría te aferras a tu corazón
guiando sabiamente cada instante de tu hijo

viernes, 27 de abril de 2012

libertad de expresión!

Así de fácil se dice. Sin embargo te advierto que requerirás de una gran dosis de intuición y serenidad…para qué?....pues para permitir a otros y permitirte a ti  abrir las puertas de hablar libremente!!!.  Y que se hace con la libertad en el hogar….lo más hermoso que puede llegar a poseer un hombre o una mujer; SER y cuando reina la libertad de expresión en casa, experimentas la maravillosa sensación de decir lo que no te parece, lo que no va contigo, lo que te enoja, lo que te pone feliz.  En fin todo el cuerpo llega a moverse bajo una hermosa libertad. Y te advierto que puedes llegar  confundirla con el sometimiento, la indiferencia o el relajamiento….hablo de las expresiones que ofenden, que devalúan, que suenan sarcásticas o que llegan a ser valedoras…. esa no es libertad de expresión dale el calificativo que gustes, pero esa no es libertad.
La esencia de la libertad de expresión posee líneas de actuación que no lesionan a otros, requiere de empatía para desplegarse adecuadamente, de una gran intuición para escucharla y en especial la sabiduría para saber comulgar con ella.
Otra manera de mirarla sucede cuando los miembros de la familia comparten y escuchan sus temores, sus angustias o sus desesperanzas, incluso sus fracasos afianzándose en la unión solidaria y empática. Son los efectos de la libertad de expresión familiar y pueden  expandirse tanto como TÚ  lo desees.
Lo dice una mujer que conoce el sabor de la supuesta la libertad de expresión que limita, que inmoviliza, que imanta y que te deja sin palabra alguna. La verdadera libertad de expresión se sitúa bajo la sabiduría de dejarla fluir aun cuando cimbre, aun cuando incomode, aun cuando camine silenciosamente solo entonces la hermosa libertad de expresión inundara los muros del hogar y deseo sinceramente que tus muros ya se encuentren inundados por ella…saludos y excelente fin de semana.

viernes, 20 de abril de 2012

el reto de ser padre y madre


Tendrás mucho que hacer, porque cuando la madre no está, TU responsabilidad se hace mayor, más grande. Tendrás que ser padre y madre. Pero de alguna manera puede ser un gran desafío y un crecimiento para ti.
Cuando sólo eres padre, tu ser más interno no está implicado, lo está sólo en la periferia. El padre es algo periférico. Es institu­cional, no es natural. Los padres sólo existen en las sociedades hu­manas; la sociedad los ha creado. No responden a un instinto natural; es sólo un condicionamiento. Cuando una mujer se con­vierte en madre, algo inmensamente importante le ha sucedido. Pero cuando un hombre se convierte en padre, no le ocurre dema­siado.
Para una mujer es casi un nuevo nacimiento. No sólo nace el niño; la madre también nace. La madre da nacimiento al niño, el niño da nacimiento a la madre.
Cuando una mujer da nacimiento a un niño, es vida. Cuando mira en los ojos del niño, está mirando su propio ser. Cuando el niño empieza a crecer, ella crece con el niño.
Por eso hasta ahora has sido sólo padre. Era una obligación, pero no estabas muy implicado. Ahora serás ambos. Tendrás que ser ambos; también madre. Y si puedes ser una madre para tus hi­jos, entonces no te preocupes de las responsabilidades, serán aten­didas. Empieza a pensar en términos de ser una madre. Vuélvete más receptivo... Cada vez más tendrás que dejar de ser padre, y ser madre cada vez más. Esto será para ti un gran
desafío y una gran transformación.
Si eres capaz de usar esta oportunidad, se producirá una gran re­conciliación. La reconciliación se producirá dentro de ti, el hom­bre y la mujer en tu interior, el yin y el yang en tu interior llega­rán a encontrarse, se cristalizarán.
Desarrolla una nueva visión ante cualquier si­tuación que te encuentres para tu crecimiento. Trata de mirar a tus hijos como si fueras su madre. Si no lo puedes hacer durante veinticuatro ho­ras, hazlo por lo menos durante unas horas. Y luego hazte con el hombre. Porque es totalmente diferente.
Cuando eres padre, te gusta dominar a tus hijos. Te gustaría ha­cer que fueran como tú. Cuando eres madre, te gusta darles liber­tad para que sean ellos mismos.
Puedes programarte intencionalmente: des­de que sale el sol hasta el anochecer serás un padre. Y durante toda la noche pue­des ser la madre. La mujer es más como la noche. Te rodea, te envuelve, te protege, y sin ofenderte, sin ni siquiera tocarte es como un vigía cuidando la navegación de su familia. Cuando la oscuridad te rodea, ni siquiera puedes tocarla. Está ahí, pero es casi corno si no estuviera. Su misma presencia es a través de la ausencia....

viernes, 13 de abril de 2012

amor o firmeza?


Si un niño sólo recibe amor, sufrirá; si sólo recibe firmeza, sufrirá. Ne­cesita ambos. Esa es la función de la madre y del padre: la madre debe darle amor para que el niño sepa que el amor existe, y el pa­dre permanecer duro para que el niño sepa que la vida no es fácil. ¡Así es la vida! o quizá uno de los dos deberá dar ambos al niño.
Están las espinas y están las rosas, y el niño tiene que estar pre­parado para ambas. El mundo no va a ser una madre; el mundo va a ser una dura lucha. Por eso, si sólo le das amor no tendrá ningu­na fortaleza. Cuando la vida se presente ahí de verdad simplemen­te colapsará, porque estará esperando a su madre, y ella no está allí; la vida no se preocupa de él. Entonces le estará agradecido a su pa­dre porque la vida le pondrá en la puerta en muchas ocasiones, le gritará, y entonces sabrá que también podrá abordar esto; también está preparado para esto.
Hay que preparar al niño para ambos aspectos: suavidad y firmeza. No importa en qué situación se encuentre, será capaz de responder. Si la vida es dura, él también puede ser duro; si la vida es amorosa, también puede ser amoroso; no tendrá nin­guna fijación. Ahora bien, si sólo lo educas con firmeza se quedará fijo. Será una persona dura, pero jamás será capaz de amar y jamás será capaz de aceptar amor porque no sabrá lo que es el amor. Será un soldado, estará lis­to para luchar, para matar o morir. Esa será su única lógica, no co­nocerá nada más. Y si solo les das amor esto también será peligroso.
En cualquiera de las maneras, él se quedará fijado, y una perso­na viva de verdad no tiene fijaciones. Es líquida: puede cambiar y ser dura cuando las circunstancias le requieren ser duro como el acero, y cuando las circunstancias sean tales que necesite ser como una rosa, suave y vulnerable, puede ablandarse.
Sera como un abanico que al desplegarse fluye las emociones exactas para guiar al niño dejándolas a su disposición para que pueda moverse y emplearlas con facilidad cuando le llegue el momento.
un abrazo y que tu fin tenga un sabor de unidad y placer al celebrar la VIDA

viernes, 6 de abril de 2012

mi encuentro con JESUS


No encuentro las palabras exactas que me dicten como sucedió. Y si quisiera hacer una reseña de ello estaría profanando lo más sagrado de mi alma: “la divinidad de sentirlo y vivirlo en el ahora y en la frescura de la vida”
Mi existencia  nace a cada instante, fresca como una gota de rocío, tan fresca como una hoja brotando en la primavera.  Es como si viera por primera vez el cielo y el mundo que me rodea desplegándose serenamente.
Renazco día a día..... y hoy me uno al mundo entero   para evocar a un hombre que vive en nuestros corazones de diferentes maneras.
En el mío…Jesús me ha mostrado el camino de la iluminación y la serenidad del alma. Y religiosamente uno mi aliento a los millones de seres que somos tocados por la divinidad de un solo hombre.
Solo soy una mujer que comparte lo glorioso que es sentirlo y respirarlo. Pacientemente me ha llevado de la mano para aprender a celebrar a DIOS quien me habita desde el día en que naci.

viernes, 30 de marzo de 2012

ya no amo a mi HIJO....


Haz una cosa: siempre que estés enfadado con él, ve a tu habi­tación y en vez de enfadarte con él, expresa tu rabia con un cojín, golpéalo, muérdelo. Pruébalo unas cuantas veces y te sorprende­rás: cambiará tu relación con el niño.
En realidad, no se trata de amar o de no amar. Si no le amas, to­davía es más esencial el no enfadarte con él. Si le amas, la rabia puede ser tolerada porque la compensas con amor; pero si no le amas, tu rabia es imperdonable. ¿Me sigues?
Si uno ama, entonces también se puede aceptar la rabia, porque tú lo compensarás: le amarás más después de la rabia, no habrá ningún problema y el niño lo entenderá. Pero si no lo amas y ade­más estás enfadado, es algo realmente imperdonable.
Todo lo que necesitas es expresar la rabia. Se acumula en ti y él se ha convertido en una excusa: no encuentras a nadie más para echársela encima, de modo que se la hechas a él. Los niños se con­vierten en chivos expiatorios porque están desvalidos. Te podrías haber enfadado con tu marido, pero él no está desvalido. Podrías haberte enfadado con tu padre, pero tampoco está desvalido. Toda esa rabia se ha acumulado; ahora es canalizada hacia ese niño des­valido.
0 sea que durante un mes: siempre que te enfades con él, déja­lo ahí, vete a tu habitación, golpea un cojín, lánzalo, muérdelo. En cinco minutos sentirás que tu rabia ha desaparecido, y después de la rabia sentirás compasión hacia el niño. Intén­talo durante un mes y después será muy sencillo. Durante un mes será un esfuerzo, porque la costumbre dirá: «Enfádate con el niño», y la mente dirá: «Esto es una tontería, una locura, enfadar­se con un cojín.» Una vez que hayas descubierto su belleza ‑que nadie se hace daño‑, se liberará la rabia, sentirás compasión por el niño y surgirá el amor.
Cuando dices que no amas al niño, tu comprensión no está siendo exacta. Si no lo amaras tampoco te enfadarías tanto; son dos cosas que van a la vez.
El enfado no es nada más que amor vuelto al revés, un amor que se ha agriado, eso es todo. Hay que ponerlo cabeza arriba y se convierte en amor. Por eso la rabia y el odio no son realmente los opuestos del amor. El opuesto real del amor es la apatía, la indife­rencia. Si no amas al niño, te será indiferente; ¿a quién le impor­ta? Y mi sensación es que todo esto no tiene nada que ver con el niño; tiene algo que ver con tu marido, con tu padre, con tu madre, que se yo.
Piensa en este niño: está padeciendo tu rabia sin ningún moti­vo. No puede permitirse el enfadarse contigo porque sabe que será derrotado, sufrirá más. Seguirá suprimiendo su rabia y esta rabia un día u otro la arrojará sobre alguien. Si puede encontrar a una mujer, la torturará. Pero si la mujer es poderosa, entonces no será capaz de torturar a su esposa; torturará a su hijo. Tendrá que encontrar una excusa en alguna parte, y tendrá que descargarla. Si no puede descargarla en el niño, en la esposa, entonces lo hará en los sirvientes o en la oficina; si él es el jefe, torturará a alguien que esté justo por debajo de él. Y esto no tiene jus­tificación, porque realmente él te quería torturar a ti pero no pudo. Así es como son las cosas.
Así es como se transmite la rabia de generación en generación, el odio, los celos; se van acumulando todo tipo de venenos, y una generación los entrega como herencia a la siguiente generación.
Por eso, cada día que pasa la humanidad está más cargada. No se lo hagas a tu hijo porque arruinarás toda su vida, y él a ti no te ha hecho nada.
Inténtalo durante un mes y te sorprenderás: en sólo un mes podrías ser capaz de  cambiar el patrón.


viernes, 16 de marzo de 2012

nuevas generaciones....


Porque las nuevas generaciones son un problema para los padres?
Porque las nuevas generaciones son más inteligente. La inteligencia trae problemas. Y es natural que las nuevas generaciones sean más inteligentes. Así es como sucede la evolución. Cada nueva genera­ción será más inteligente que la precedente. Tus hijos serán más inteligentes que tú, y los hijos de tus hijos serán más inteligentes que tus hijos.
En el pa­sado era fácil aparentar, porque no había otra manera de impartir conocimiento a los niños que la comunicación oral de los padres. Se respetaba la edad: en el pasado, el anciano era el más sabio por sus experiencias pues los medios para el aprendizaje eran muy limitados. Pero ahora hemos inventado medios de comunicación que resultan imparables empequeñeciendo al mundo del conocimiento. Estamos frente a una explosión de conocimientos que dotan al niño de nuevas dimensiones de aprendizaje. Y ante estos cambios los adolescentes están en una situación muy complicada. Están cambiando; están dejando atrás su infancia y se están convirtiendo en jovencitos. Cada día se abren para ellos nuevas dimensiones en la vida. Están en transformación. Necesitan una ayuda inmensa de los padres.
Pero la situación actual es que no se encuentran en absoluto con sus padres. Viven en la misma casa pero no se hablan porque no pueden entender el lenguaje del otro, no pueden entender el punto de vista del otro. Sólo se encuentran cuando el chico o la chica necesitan dinero; de lo contrario no hay encuentro. La brecha sigue agrandándose; se convierten en extraños, más de lo que uno podría imaginar. Esto es realmente una calamidad.
Hay que animar a los adolescentes a contárselo todo a sus pa­dres sin ningún miedo. Esto no sólo va a ayudar a los niños, tam­bién va a ayudar a los padres.
La verdad tiene una belleza propia; la honestidad tiene una be­lleza propia. Cuando los adolescentes se aproximan a sus padres con honestidad, verdad y sinceridad y simplemente abren sus co­razones, se desencadena algo en los padres que también abren sus corazones porque ellos también están cargados con muchas cosas que les gustaría decir pero no pueden. La sociedad lo prohíbe, la re­ligión lo prohíbe, la tradición lo prohíbe.
Si un padre o madre ve que los adolescentes son completamente abier­tos y limpios, les ayudará también a ser abiertos y limpios. Y solo entonces podrán abandonar la tantas veces discutida brecha generacional; se evaporará ella sola dejando estelas de confianza y sinceridad entre padres e hijos.