Así de fácil se dice. Sin embargo
te advierto que requerirás de una gran dosis de intuición y serenidad…para qué?....pues
para permitir a otros y permitirte a ti abrir
las puertas de hablar libremente!!!. Y
que se hace con la libertad en el hogar….lo más hermoso que puede llegar a poseer
un hombre o una mujer; SER y cuando reina la libertad de expresión en casa,
experimentas la maravillosa sensación de decir lo que no te parece, lo que no
va contigo, lo que te enoja, lo que te pone feliz. En fin todo el cuerpo llega a moverse bajo una
hermosa libertad. Y te advierto que puedes llegar confundirla con el sometimiento, la
indiferencia o el relajamiento….hablo de las expresiones que ofenden, que
devalúan, que suenan sarcásticas o que llegan a ser valedoras…. esa no es libertad
de expresión dale el calificativo que gustes, pero esa no es libertad.
La esencia de la libertad de expresión
posee líneas de actuación que no lesionan a otros, requiere de empatía para
desplegarse adecuadamente, de una gran intuición para escucharla y en especial
la sabiduría para saber comulgar con ella.
Otra manera de mirarla sucede cuando
los miembros de la familia comparten y escuchan sus temores, sus angustias o
sus desesperanzas, incluso sus fracasos afianzándose en la unión solidaria y empática.
Son los efectos de la libertad de expresión familiar y pueden expandirse tanto como TÚ lo desees.
Lo dice una mujer que conoce el
sabor de la supuesta la libertad de expresión que limita, que inmoviliza, que
imanta y que te deja sin palabra alguna. La verdadera libertad de expresión se sitúa
bajo la sabiduría de dejarla fluir aun cuando cimbre, aun cuando incomode, aun
cuando camine silenciosamente solo entonces la hermosa libertad de expresión
inundara los muros del hogar y deseo sinceramente que tus muros ya se
encuentren inundados por ella…saludos y excelente fin de semana.
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