Tendrás mucho que hacer, porque cuando la madre no está, TU responsabilidad
se hace mayor, más grande. Tendrás que ser padre y madre. Pero de alguna manera
puede ser un gran desafío y un crecimiento para ti.
Cuando sólo eres padre, tu ser más interno no está implicado,
lo está sólo en la periferia. El padre es algo periférico. Es institucional,
no es natural. Los padres sólo existen en las sociedades humanas; la sociedad
los ha creado. No responden a un instinto natural; es sólo un condicionamiento.
Cuando una mujer se convierte en madre, algo inmensamente importante le ha
sucedido. Pero cuando un hombre se convierte en padre, no le ocurre demasiado.
Para una mujer es casi un nuevo nacimiento. No sólo nace el
niño; la madre también nace. La madre da nacimiento al niño, el niño da
nacimiento a la madre.
Cuando una mujer da nacimiento a un niño, es vida. Cuando mira
en los ojos del niño, está mirando su propio ser. Cuando el niño empieza a
crecer, ella crece con el niño.
Por eso hasta ahora has sido sólo padre. Era una obligación,
pero no estabas muy implicado. Ahora serás ambos. Tendrás que ser ambos;
también madre. Y si puedes ser una madre para tus hijos, entonces no te
preocupes de las responsabilidades, serán atendidas. Empieza a pensar en
términos de ser una madre. Vuélvete más receptivo... Cada vez más tendrás que
dejar de ser padre, y ser madre cada vez más. Esto será para ti un gran
desafío y una gran transformación.
Si eres capaz de usar esta oportunidad, se producirá una gran reconciliación.
La reconciliación se producirá dentro de ti, el hombre y la mujer en tu
interior, el yin y el yang en tu interior llegarán a encontrarse, se cristalizarán.
Desarrolla una nueva visión ante cualquier
situación que te encuentres para tu
crecimiento. Trata de mirar a tus hijos como si fueras su madre. Si no
lo puedes hacer durante veinticuatro horas, hazlo por lo menos durante unas
horas. Y luego hazte con el hombre. Porque es totalmente diferente.
Cuando eres padre, te gusta dominar a tus hijos. Te gustaría
hacer que fueran como tú. Cuando eres madre, te gusta darles libertad para
que sean ellos mismos.
Puedes programarte intencionalmente: desde que sale el sol hasta
el anochecer serás un padre. Y durante toda la noche puedes ser la madre. La
mujer es más como la noche. Te rodea, te envuelve, te protege, y sin ofenderte,
sin ni siquiera tocarte es como un vigía cuidando la navegación de su familia. Cuando la oscuridad te rodea, ni siquiera puedes tocarla. Está ahí, pero es
casi corno si no estuviera. Su misma presencia es a través de la ausencia....
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