lunes, 30 de marzo de 2015

Noción de numero

Entre los 2 y 3 años el niño se está iniciando en el pensamiento concreto, por lo que es importante generarle infinidad de experiencias o hipótesis, por lo que sugiero  estimular en tu pequeño el concepto de número mediante una actividad tan simple como cortar frutas. Puede ser un plátano, una naranja o manzana lo que sea de fácil corte para el niño. Coloca sobre la mesa dos tablas pequeñas para cortar, 2 cuchillos sin filo, de los que son desechables y dos frutas iguales. Ahora solo se trata de invitar al niño hacer cortes sencillos.  Si es un plátano primero pelen cada uno el suyo y da la indicación al niño de cortar (inicia tu haciendo tu propio corte) 1 trozo, 2 trozos, 3 trozos 4 trozos, 5 trozos al llegar a esta cantidad detente. Procura que el niño te mire y a la vez haga sus propios cortes a la fruta. Y si es necesario vuelvan a empezar con otra fruta lo importante es que el niño se percate de cómo va sucediendo la noción de numero. Puedes volver a repetir la actividad una vez más durante el resto de la semana, con otro fruta e incluso pueden ser verduras.

Nota: Puedes incrementar la cantidad si te percatas que ha quedado comprendida la noción del 1 al 5 

Resolución de problemas

De los 4 años en adelante familiarizar al niño con la resolución de problemas es vital para contribuir con su inteligencia, pues se lo demandaran las matemáticas. Aquello que tanto nos preocupa como la capacidad de razonamiento la puedes estimular  fácilmente con una o dos preguntas de análisis diarias realizadas al niño. Será como colocarlo en situaciones abstractas y para ello sugiero 5 alternativas para cada día de la semana.
¿Qué tiempo tardas en comer la pizza?
¿Qué distancia recorres de aquí a tu escuela? ¿Lejos o cerca?
¿Qué cantidad alimento le diste de comer al gato?
¿Quien es mayor de  edad: mama o papa?

Cada problema está orientado para favorecer; tiempo, distancias, cantidades, mayor que, menor que tú decides si sustituyes los problemas por otros, solo cuida la intención de lo que vas a estimular. 

miércoles, 25 de marzo de 2015

Respeta a los niños para que ellos aprendan a respetarse

Respetar es una palabra que desde que tengo uso de razón la escuchado, me la han pedido, la he dado y hoy puedo decir que brota naturalmente de mi Ser. Cuando llego el momento de emprender la psicología nuevamente se cruzaba por mi camino, así que para no errar en mis actos, respecto a tal palabra, me di a la tarea de investigarla, desde sus profundidades y el hallazgo dista de lo común, va más allá de una definición o de lo que siempre escuche. Hace mas de una década conozco su real esencia. Se que el respeto no se pide, brota de quien es capaz de vigilar su integridad, su valía. Luego entonces si respetar es velar,  cuidar o vigilar nuestra integridad, obvio que no se requiere pedirlo a otros, y cuando lo brotas sucede lo inimaginable: el respeto regresa a ti casi espontáneamente, virtuosamente. A eso llamo: respeto.
Es debido a esta reflexión que quiero compartirte como obtener lo que un padre o una madre busca para sus hijos; enseñarles a respetarse. Pero si llegara a suceder lo contrario es decir; que no respetas a tu hijo, obvio que el niño tampoco sabrá respetarte, ni respetarse. Es como un efecto en cadena. 
Retomare algunos ejemplos de la vida cotidiana para mostrarte las trampas en las que podemos caer cuando buscamos el respeto y como modificar nuestras conductas.
Partamos de la ira en los niños. Esta es una clásica conducta que se presenta con mayor frecuencia pues el niño está aprendiendo a recibirla, solo hará falta que aprenda a transformarla y ahí es donde entra tu papel como padre o madre enseñarle a respetarse y respetarte. Veamos como funciona; si un día cualquiera el niño entra en berrinche porque no se cubrieron sus deseos y estalla en ira, aventando todo lo que encuentra por su paso incluida tú y termina pegándote o arañándote y abruptamente tú también colapsas y exiges de inmediato al niño; respétame, le gritas o exiges que te respete, pues permiteme decirte que eso no es enseñarle a respetarte mucho menos respetarse el. Sin pensarlo reaccionaste también con ira, sumándote a la ira del niño y entonces el paso esperado de enseñar al niño a transformar su ira se evaporo y en especial la esencia del respeto. Ambos se impregnaron de ira e impero más el poder adulto. Pero no miremos las cosas tan obscuras, busquemos la salida porque si deseas sentir el respeto es necesario aprender a respetarte. Si, tú mereces respetarte por ti misma, aquí reside lo abordado al inicio; nosotras somos responsables de velar por nuestra valía. Obvio que no vas a pedírsela al niño diciéndole: respétame, eso no funciona. Es más valioso que en el instante de la ira, la recibas y la volquees en un distractor rápido. Un distractor rápido de ninguna manera deberá emplearse para ignorar al niño, no. Un distractor rápido deberá fungir como un canal para disipar la ira, puede ser desde mirar una revista, una pecera o lo más significativo de ti escucharte latir de ira, sentir tu respiración urgida, estallando, colapsando. Cualquier alternativa que te funcione para recibir tu ira será el primer andamiaje para respetarte, abras iniciado a sentirte respetada por ti. Esta primera reacción te inicia a respetarte y no fue necesario exigirla a otro. Pero tambien pueden presentarse ante este tipo de crisis los golpes de un niño invadido de ira tomándote por sorpresa. En ese momento obvio que no vas a voltear a mirar la revista, o la pecera, no.  Lo tomaras por los brazos, sin lastimarlo, para que no continúe pegándote y le dirás; "yo no me pego, y me enoja que me peguen", porque; a quien no le enoja que le peguen. Descontrolaras al niño al decirle esto, pues modificaste su conducta desde una perspectiva de respeto. Primero te respetaste, respetaste al niño y en un futuro el también aprenderá a respetarse.
Otro ejemplo clásico que llega a presentarse sucede durante los alimentos. Cuando todos se encuentran a la mesa y por alguna razón el niño entro en pataletas y avienta la comida por doquier, nuevamente parte de respetarte, es decir, no empieces a gritarle, porque es lo que busca un niño: atraer tu atención. Y para respetarte durante este tipo de escenas, van desde levantarte, salir del escenario donde se te está faltando el respeto, serenarte y retornar. O bien puedes entrar a la escena tomar al niño llevarlo a levantar la comida y decirle; "es mi comida y me enoja que se tire". Observas como en ningún momento dijiste respétame, saliste, te serenaste, o pediste que tu comida no se tire al suelo. Aprender a respetarse es una gran labor que te demandara velar por tu valía, emplear un lenguaje diferente partiendo de ti y gran entereza para lograrlo. Por un solo acto que hagas para ti, los niños aprenderán a respetarte y sabrán como hacerlo para ellos.

Padres e hijos

El respeto brota cuando padres e hijos conocen la esencia del respeto y se fractura cuando un adulto violenta o minimiza la valía de un pequeño Ser.

Disciplina y respeto

A veces uno piensa que disciplinando a los niños nos ganamos su respeto, pero no es real. Miro tan bella palabra, disciplina, totalmente distorsionada y empleada para otros fines. Por un lado concebimos la disciplina como rudeza, fuerza o porque lo mando yo. Pero la disciplina dista abismalmente de tales actuaciones. La disciplina es tener a tu lado un discípulo que aprende de ti. Disciplina proviene de discípulo, tú eres su maestro. Disciplina no es un acto de sumisión. Disciplina y respeto son como fuentes de energía que comulgan virtuosamente. Y efectivamente un niño sabrá respetarte, si se sabe tu discípulo.


lunes, 23 de marzo de 2015

Estimula el lenguaje en recién naciditos

Claro que a esta edad ya puedes estimular lenguaje de tu bebe (de 0 a 1 año) pues es primordial estimularlo a temprana edad. Y mi propuesta es darte alternativas para que lo hagas en casa.
Al despertar el bebecito, después de un saludo cotidiano y amoroso, realiza tres sonidos y tres movimientos con la boca  de la siguiente manera:

  • Primer movimiento: chasquea con la lengua emitiendo soniditos (la lengua deberá tocar el paladar, los dientes cerrados y labios despegados) acerca tu cara al bebe para que te vea y escuche el sonido.
  • Segundo movimiento: Enviar besitos (fruncir los labios como enviando besitos continuos) acerca tu cara al bebe para que te vea y escuche el sonido.
  • Tercer movimiento: Emite sonidos desde la garganta (balbucéale lenta y pausadamente gu, gu, gu, varias veces, acercando tu cara para que te vea y escuche el sonido.
Cinco días de la semana, por dos minutos bastaran para familiarizaran al niño con sus primeras articulaciones. Vuelve a repetir la propuesta cuando consideres adecuado.

Estimula el lenguaje en bebes de 1 año

Para estimularel lenguaje en bebes de 1 año bastan 5 minutos 3 veces por semana. Vas a requerir de lo siguiente: 1 pelota, 1 coche y 1 oso. Sienta al niño sobre el piso, colócate frente a él a una distancia corta y haz lo siguiente:

  • Lánzale la pelota para que la atrape, rodándola muy despacito. A la par pronuncia: pe – lo – ta fraccionando y articulando la palabra con claridad para que el bebe te escuche y mire a la vez el movimiento. Cuando el bebe atrape la pelota pídele que te la regrese. Repite la acción de dos a tres veces.
  • Realiza lo mismo con el coche. 
  • Finaliza la actividad con el oso, tómalo con una mano y moviéndolo de un lado al otro repite la palabra o - so, fraccionándolaRepite la acción de dos a tres veces.
Acompaña cada actividad con una articulación, sonido y claridad adecuada  de tu lenguaje en las tres palabras elegidas. Si deseas cambiar los juguetes elige aquellos que sean de una, dos y tres silabas, no distorsiones el nombre de cada palabra por ejemplo; oso por osito.  Cada actividad no deberá exceder más allá de un minuto para que logres por lo menos 3 minutos de estimulación efectiva.