miércoles, 22 de abril de 2015

Salud Emocional

Ser una buena madre o un excelente padre no solo se finca en satisfacer al niño de bienes materiales, por naturaleza sabemos que se cimenta en los sentimientos, pero también por naturaleza sabemos que los descuidamos. Son las emociones que se conjugan y vierten al centro de la familia quienes determinan que tan buen padre o buena madre eres y es debido a esta reflexión que me he dado a la tarea de analizar algunas conductas que pueden llegar a desestabilizar tus emociones y por supuesto las de tus hijos, veamos algunas de ellas.
Cuando te despides de tu hijo, sea porque trabajas o porque lo dejas en la escuela y se queda llorando… son las emociones de ambos afectándolos significativamente.  Pero permíteme decirte que este tipo de situaciones  te ofrecen verdaderas oportunidades para cultivar en casa tus emociones y las de tu hijo diré como; lo que vive un niño ante este tipo de  eventos son sentimientos de pérdida e inestabilidad emocional lo cual no solucionaras bajo ninguna explicación, justificación, promesa, recompensa o diciendo al niño que regresaras. Lo único que logras es generar mayor ansiedad en ambos en ese instante el niño siente que pierde a mama o papa, y lo que puedes hacer al respecto, es omitir toda comunicación verbal.  Así es aunque te suene incoherente les traerá a ambos estabilidad emocional. Si sustituyes tanto derroche de palabras que no llega a comprender el niño y las sustituyes por una profunda despedida corporal empezaras a trabajar con las emociones de ambos. En otras palabras, no le hables tanto  y haz lo siguiente: dale un fuerte abrazo, una profunda mirada de empatía, un beso de solidaridad y entrégalo de inmediato, quien recibe al niño también deberá omitir verbalizaciones.  A medida que el niño crece se familiariza con esos momentos en que desapareces y apareces para ese entonces ya habrá descubierto que no perdió a mama y su salud emocional no se torno en ansiedad.

A falta de disciplina, deterioro emocional

Una situación que llega a desestabilizar la salud emocional de la familia reside en levantar a los niños para darles de desayunar y llevarlos a la escuela. Quizá esta sea una de las situaciones que demande mayor vigilancia y cuidado cuando se desea gozar de salud emocional al interior de casa. El despertar es quizá el primer momento más sagrado de la vida, el cual nos perdemos y obviamente que enseñamos a los niños a perdérselo también. He trabajado con familias que les resulta un verdadero viacrucis levantarse y levantar a los niños para iniciar el día, pero permíteme decirte que eso solo es el efecto de la falta de disciplina. El término se lee tan rápido que se esfuma, lo mismo sucede cuando se trata de cultivarla para evitar el deterioro emocional. Y por más descripciones o recomendaciones que intente darte en este trozo de lectura, si en casa no desean disciplinarse, pues no funciona. Pero alguien tiene que iniciarla si se desea evadir la ira porque no despiertan los niños o la ansiedad porque van a llegar tarde a la escuela,  los regaños por que no desayunan los niños infinidad de eventos detonan dos simples actos; levantarse y desayunar. Actos que todo padre o madre sabe perfectamente porque suceden. Así que... solo tu sabrás si inicias hoy o lo pospones para mañana.

lunes, 20 de abril de 2015

Concepto de número

A partir del año puedes acercar al niño al suceso matemático. Aquel acto que le demandara a tu hijo razonar. Inicialó con los conceptos mucho – poco para llevarlo a comprender gradualmente el manejo de número, no esperes a que el niño tenga cinco años para iniciar tan divino aprendizaje. Tan simple como salir al parque llevando dos bolsas de plástico transparentes, la intención es que el niño se percate del contenido de cada bolsa. Inicia recolectando piedritas, hojas o lo que desee el niño. Coloquen lo que vayan recolectando en ambas bolsas, las cuales en un primer momento las llevaras tú.
Lo interesante de esta estimulación se centrara en lo siguiente:
  • Dejar que el niño elija por decisión propia, aun cuando sea tierra, no influyas pues es el cerebro del niño el que se está estimulando.
  • Permitir que el niño elija por decisión propia en que bolsa colocara lo recabado, no influyas pues es el cerebro del niño el que se está estimulando.
Cuando te percates de que las bolsas tiene suficientes cantidades, es hora de dejar una con mucho y otra con poquitito, casi nada. Quizá debas retirar mucho o poco de lo que recolecto el niño. Hecho esto ahora muestra las bolsas al niño, haciendo referencia a cual tiene mucho y cual tiene poco, ahora dale una de las bolsas y dile la cantidad, a continuación dale la otra bolsa y dile la cantidad. Retornen a casa asegurándote que el niño lleva entre sus manitas ambas bolsas con diferentes cantidades e incluso puedes ir retroalimentando cantidades en el camino. Llegando a casa sea que recicles o sea que las tires al depósito de basura. Puede volver a repetir la actividad durante la semana empleando tu creatividad con semillas, fruta, verduras e incluso con los juguetes del niño. 

Noción de espacio

El manejo del número sucede con la noción de espacio y si el niño entre los 2 y 3 años se inicia a comprender esta noción, a futuro se le facilitara el razonamiento matemático. Solo requieres crearle a tu pequeño imágenes mentales mediante acciones de la vida cotidiana como las que te compartiré a continuación:

-Acércame las frutas que están arriba de la mesa-
-Coloca tus juguetes dentro de la cesta-
-Saca la escoba al patio-
-Pon tus zapatos dentro de la zapatera-
-Ve por tu mascota-
-Tráeme el suéter que deje en el coche-
-Baja el libro que está en aquel estante-

Toda acción que refiera desplazamientos en el niño estimula la noción de espacio, solo cuida que no representen riesgos para el niño. Lo significativo de estimular la noción del espacio es llevar al niño a experimentar mediante desplazamientos la sensación de distancias. Entre mas estímulos de esta naturaleza tenga tu hijo, mas soportes de razonamiento le estarás brindando.

Cuando enseñas numerosidad al niño, le enseñas a razonar

Para un preescolar es vital acercarlo al concepto de numerosidad. Si, de numerosidad, es decir  a comprender y razonar las clases que se pueden presentar entre subgrupos mediante el numero. Como siempre expreso, no enseñes a memorizar numero al niño, mejor enséñale a razonarlo. Esta edad es fabulosa para llevar al pequeñito a encontrarse con el número mediante la numerosidad. Para ello hagan colecciones de clases empleando sus propias prendas. Sea que lo hagan con los calcetines, playeras, vestidos, pantalones, lo que decidas estará bien. Por ejemplo una tarde de acomodar la ropa en el closet, que tal que pides al niño doblar calcetines, obvio que se darán clases de una u otra manera, pues no doblara calcetines de colores distintos. Observas como se da numero, clase y además no solo será un calcetín será un conjunto de calcetines que se convierten en numerosidad. De tal forma no segmentas la noción de numero y lo llevas a comprender la cantidad de prendas que tiene el niño, la familia, etcétera.  Esta misma actividad la puedes volver hacer pero ahora quizá sea con artículos de la alacena e incluso mediante la recolección de hojas, flores, piedras, conchas, etcétera, buscando siempre generar clases que lo lleven a comprender la numerosidad. Por ejemplo tres hojas verdes y tres hojas amarillas, juntas hacen seis hojas ahí tienes la numerosidad.

miércoles, 15 de abril de 2015

Orientación espacial de la lectura

De izquierda a derecha, de arriba hacia abajo. ¿Cómo saber que es esa y no otra la orientación espacial de la lectura?  Como descubre un niño que esa es la forma correcta que lo llevara a leer palabras, frases u oraciones  que le darán un significado X. Pues sucedió cuando el niño te vio leer una revista, el periódico o textos e incluso cuando le leías un cuento, si es que lo acostumbras. Así es como suceden los primeros aprendizajes de la lectura en el niño, se va percatando de manera significativa como mueves la cabeza de  izquierda a la derecha, como mueves los ojos de un lado al otro,  cómo entonas la voz, cómo haces énfasis en ciertas oraciones, frases o palabras.  Es decir todo aquel movimiento, gesticulación, acto o ademan que acompañe a la lectura que hagas al niño, él se lo apropiara y quizá no te percates de ello pero estarás iniciándolo a leer, así sea al año de edad e incluso a los once años o mas. Ahora hace falta lo más significativo del pensamiento: los conceptos (izquierda-derecha) quizá el niño aun desconozca el significado de izquierda o derecha, arriba, abajo, a un lado, al otro y es aquí donde reside la tarea más significativa de un adulto para estimular el pensamiento del niño en materia de aprender a leer y escribir. Por ello cuando el niño asiste al maternal, preescolar o primaria, observas que le dan actividades de lateralidad (izquierda- derecha) espacio ( arriba-abajo) porque están brindándole a tu hijo los conceptos básicos para aprendizajes más complejos como es el leer y escribir. Pero si no llegases a observar este tipo de estimulación, es importante que en casa lo estimules por cuenta propia pues la adquisición de este aprendizaje será necesaria ya sea para el aprendizaje de las matemáticas o para el proceso de leer y escribir. Por otro lado la orientación espacial es un requisito básico para la escritura. Tal vez te has percatado que tu hijo cuando se inicia a escribir se va hacia abajo, o hacia arriba o no sigue una línea recta, pues bien, uno de los motivos es la falta de noción espacial pero muy en especial la falta de psicomotricidad fina. Por ello también se precisa estimularlo de forma independiente en casa en esta área. Un requisito mas que le demandara al niño aprendizaje de leer sera el retorno de la mirada de derecha a izquierda para continuar con la lectura. Es decir su cerebro deberá ser capaz de retornar al renglón paralelo hacia abajo y continuar con la orientación inicial, es decir de izquierda a derecha. Un adulto
tiene perfectamente concebido el proceso de leer y  muchas veces no nos detenemos a mirar estos detalles que son significativos para el aprendizaje de la lectura  generando quizá prejuicios inconscientes hacia el niño, como exigirle que lea bien, regañarle por no leer correctamente o pedirle que ponga atención quizá nos atrevemos a decirle: –fíjate dónde vas–  Pero no se trata de que se fije, o que no esté atendiendo se trata de un proceso complejo que está enfrentando el niño. Solo observa cuando un niño se inicia a leer, su actitud es de interés, dispuesto, de gran apertura pero ante la primera llamada de atención o reclamo porque no sabe se tensa de inmediato  y si su cerebro estaba sereno, relajado desarrollando canales de comprensión este tipo de situaciones lo paralizaran dejándolo con miedo, rechazo a leer, titubeante al emitir su lectura o llanto y si sigo me voy a enojar. Porque lamento que dañemos tan lindos cerebros. Allá arriba en la cabecita de un peque solo espera aprender, jamás imagina que leer se convierta en una tortura, pero bien retornare a la cordura. Sabedora de cuál es el camino  que deberá atravesar un niño para comprender el acto de leer  lo ideal es estimularlo partiendo de la  orientación espacial. Hazlo como una actividad de reforzamiento a la lectura. Acostumbra a leerle cuentos de acuerdo a su edad. Cuando le pidas leer al niño apóyale uniéndote a su ritmo de lectura, señalándole con tu dedo la dirección de los textos y si se traba en algún momento, ayúdale leyéndole la palabra completa, no se la fracciones para que su cerebro encuentre el significado rápido de la siguiente palabra. De esta manera la lectura fluirá más rápido y empezara a brotar casi instantáneamente pues el niño se encontró con un adulto que contrario a bloquearlo lo apoyo.

Un niño deberá comprender para escribir

Si un niño escribe así, no significa que no sepa escribir. Su cerebro esta ubicándose en un espacio, un tiempo, y por si fuera poco deberá comprender el convencionalismo de las letras.