Una situación que
llega a desestabilizar la salud emocional de la familia reside en levantar a los
niños para darles de desayunar y llevarlos a la escuela. Quizá esta sea una de
las situaciones que demande mayor vigilancia y cuidado cuando se desea gozar de salud
emocional al interior de casa. El despertar es quizá el primer momento más sagrado de la vida, el cual
nos perdemos y obviamente que enseñamos a los niños a perdérselo también. He
trabajado con familias que les resulta un verdadero viacrucis levantarse y
levantar a los niños para iniciar el día, pero permíteme decirte que eso solo es
el efecto de la falta de disciplina. El término se lee tan rápido que se esfuma, lo mismo sucede cuando se trata de cultivarla para evitar el deterioro emocional. Y por más descripciones o recomendaciones que
intente darte en este trozo de lectura, si en casa no desean disciplinarse, pues no funciona. Pero alguien
tiene que iniciarla si se desea evadir la ira porque no despiertan los niños o la ansiedad porque van a llegar tarde a la escuela, los regaños por que no desayunan los niños infinidad de eventos detonan dos simples actos; levantarse y desayunar. Actos que todo padre o madre sabe perfectamente porque suceden. Así que... solo
tu sabrás si inicias hoy o lo pospones para mañana.
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