miércoles, 11 de julio de 2012

cavando hoyos


Solo salgan al exterior donde el niño pueda tirarse al pasto. Lleva contigo una bolsita de herramientas seguras como; una palita para pasto, una cubetita y un obsequio (un dulce, una paleta, etc)  que tendrás oculto para el niño.
Ahora solo invítalo a cavar para encontrar tesoros, jejejeje, si, quizá te incomode que tu bebe se ensucie o toque la tierra, sin embargo te sugiero que de vez en cuando se lo permitas pues son oportunidades únicas de vida. Mira este video (http://www.youtube.com/my_videos_edit?ns=1&video_id=ccEhhf2xeUA).
Bien…..pero pasare a la aportación. Una vez que le has dado al niño las herramientas que has llevado contigo solo motívalo a hacer pequeños hoyos con la palita y llenar su cubetita con la tierra que va extrayendo,  para ello siéntate con él a iniciarlos y una vez que el bebe se ha imbuido en el acto, solo míralo hacer sus proezas. Sera hermoso mirar sus esfuerzos por hacer hoyos en la tierra.  Tienes frente a ti el surgimiento del aprendizaje; esfuerzos corporales y coordinación motriz fina, cálculos para no derramar la tierra al llenar la cubetita. Y el aprendizaje más hermoso será descubrir que no hubo tesoro. Claro que solo fue la magia del momento y tal aseveración se habrá diluido entre tantos actos que realizo para hacer hoyos en la tierra….a lo que el te dirá: “-no hubo tesoros mami…y tu le dirás: “-pero yo te traje un premio por tu esfuerzo”, es momento de darle el obsequio oculto. La esperanza y la satisfacción se habrán entrelazado al finalizar el paseo…J

que debemos contar a los niños?


A lo largo de los tiempos esto siempre ha sido un problema: qué decirles a los niños y qué no decirles. En el pasado la estrategia era no contarles los hechos de la vida, evitarlo en lo posible, porque se le tenía mucho miedo a los hechos de la vida.
La misma frase «hechos de la vida» es un eufemismo; simple­mente oculta un hecho sencillo. Para no decir nada sobre sexo, in­cluso para evitar la palabra «sexo» han creado esta metáfora, «he­chos de la vida». ¿Qué hechos de la vida? Sencillamente, es para no decir nada sobre sexo.
En el pasado toda la humanidad ha vivido con este engaño, pero los niños lo descubren más pronto o más tarde. Y de hecho lo des­cubren antes que después, y lo descubren de un modo muy equi­vocado. Tienen que hacer el trabajo ellos solos porque no hay nin­guna persona apropiada dispuesta a contárselo. Se reúnen, indagan, se preguntan entre amiguitos, se convierten en mirones y tú eres responsable por reducirlos a ello.. Recogen información de todas las fuentes erróneas. Cargarán con estas nociones equivocadas durante toda su vida y tú eres la causa de esto. Toda su vida sexual se verá afec­tada por la información equivocada que han reunido.
En el mundo existe tanta información equivocada sobre el sexo como es posible. Incluso en este siglo la gente está vivien­do con una profunda ignorancia sobre el sexo, incluso gente que tú pensarías que tendría que conocerlo mejor.
El sexo apenas si se enseña como una asignatura pero sin la profundidad que se requiere; un tema tan inmenso y poderoso, y todavía se encuentra invadido de prejuicios, tabúes u ocultamientos. Sí, la fisiología del sexo es conocida por el médico, pero la fisiología no lo es todo; hay capas más profundas: está la psicológi­ca y está la espiritual. Hay una psicología del sexo y hay una espi­ritualidad del sexo; la psicología está sólo en la superficie. Se han efectuado muchas investigaciones y en este siglo sabemos más que nunca antes, pero el conocimiento no se está haciendo prevalente, La gente tiene miedo porque sus padres tuvieron miedo, y ese miedo se ha vuelto contagioso. Tienes que explicárselo a tus hijos, se lo debes. Y tienes que ser sincero.

‑Mamá, ¿obtenemos nuestra comida de Dios? ‑Sí, sí lo hacemos, Bárbara. ‑Y en navidades, ¿santa Claus nos trae los regalos? ‑Correcto. ‑Y en mi cumpleaños, ¿el hada buena trae los regalos? ‑Hmmm... ‑¿Y fue la cigüeña la que trajo a mi hermanito? ‑Cierto. ‑Entonces, ¿qué demonios está haciendo papá por aquí?

Es mejor ¡ser sincero! Pero no te estoy diciendo que saltes so­bre tus hijos y empieces a ser sincero quieran ellos o no. Eso también está mal. ¡Espera! Si el niño pregunta, cuéntale la verdad; si no pregunta no hace falta, toda­vía no tiene interés.

En la mesa, a la hora de cenar, el padre casi se atragantó cuan­do s u hijo pequeño le preguntó:

‑Papá. ¿de dónde vengo? Enrojeciendo, papá dijo: ‑Bien, me parece que ha llegado el momento de que tú y yo hablemos de hombre a hombre. Después de cenar te hablaré sobre los pájaros y las abejas.
El niño dijo:
‑¿Qué pájaros y abejas? El pequeño Frankie del final de la calle me contó que viene de Chicago. Todo lo que quiero saber es de dónde vengo yo.

Así que espera un poco. Ellos mismos preguntarán, no tienes que tener tanta prisa. Y no trates de ninguna manera de engañar­les. Puede ser peligroso

martes, 10 de julio de 2012

expansión de la sociabilidad


A partir de los cuatro añitos el niño representa una interesante combinación de independencia y sociabilidad. Su confianza en sí mismo y en los hábitos personales, su seguridad en las afirmaciones, cierto espíritu de sargento y su enfático dogmatismo, contribuyen a hacerlo parecer más firme e independiente que un niño de tres añitos.

movilizando al bebecito


Los ojitos resultan ser unos de los primeros sentidos que asimilan todo lo que el medio le provee al bebe. Y hoy te voy a proponer estimular en tu bebe el sentido de la vista, control de cuello y manos y por supuesto sus primeros reflejos. Para ello provéete de un juguete llamativo y colorido de preferencia. Con el bebe recostado boca arriba coloca el juguete a un lado de él,  muy cerca y al  vez atrae su atención, déjaselo así por unos instantes,  la intención se centra en estimularlo para que; gire su cabecita, mire y toque  el juguete. Enseguida traslada el juguete al otro extremo lentamente, para que  tu bebe persiga con la mirada el trayecto del juguete, ahora deja ahí el juguete por unos instantes. Toma nuevamente el juguete y ahora desplázalo lentamente hacia arriba y hacia abajo, procura que tu bebe lo siga con la mirada. Con ello será suficiente para estimular en el bebecito tanto reflejos, como cuello y por supuesto las manitas que inician a movilizarse…saludos

"bolsita mágica"

Siempre que salgas de paseo, te recomiendo llevar una “bolsita mágica”, para esos momentos cuando el bebe ya se encuentra desesperado, pues pide a gritos, retornar a casa donde sabe que puede tocar, palpar, explorar, desplazarse…. ahora se encuentra limitado a estar sentado en tus piernas o la silla portabebés porque salió de paseo....
La bolsita mágica te sacara de apuros por breves instantes pero no abuses de ella, pues de lo contrario terminara arrumbada como cualquier otro juguete del que pierde el interés el niño. Solo coloca en una bolsita algunos juguetitos pequeños y llévala contigo para dársela  en los momentos de urgencia…el bebe se distraerá por unos minutos y habrá calmado su necesidad de movilizarse….enhorabuena

agresividad en el adolescente


Gran parte de la vida se ha  investigado acerca de la agresividad humana desde que existe y nos han ofrecido varias tentativas de explicación. Y gracias a ellos sabemos que ciertas tendencias de comportamiento se heredan y desarrollan los adolescentes. Seguramente la agresividad es uno de estos patrones que siempre han sido sujetos de evolución y hasta podrían parecernos improcedentes. Sin embargo el adolescente hoy en día desarrolla toda una serie de mecanismos de autodefensa muchos de ellos heredados de la familia y otros adquiridos por el entorno social que lo rodea. Por ello…tu adolescente se convierte en un ávido explorador de instrumentos o mecanismos de autodefensa y gradualmente va acumulando, desechando o probando cada uno de ellos en la medida que los requiere.
En definitiva, el adolescente aprenderá a dominar su propia agresividad, en la medida que la enfrente y la sepa autocontrolar, solo entonces estará adquiriendo un desarrollo emocional equilibrado que lo llevara a adquirir una relativa independencia individual. Más allá de la agresividad natural y de la aceptación del conflicto que vive consigo mismo, está la violencia; un comportamiento cruel, que denigra y daña tanto al agresor como a la víctima. La violencia no puede justificarse a partir de la agresividad natural, pues se trata de conceptos distintos, que pueden diferenciarse si hacemos uso de la idea de conflicto. Con ello te quiero decir que la violencia y la agresividad no circulan bajo la misma línea de actuación, solo cuando tu adolescente discrimina a ambos conoce como enfrentarse a ellos, pues ha descubierto las sutiles formas de actuación de una y otra.