lunes, 13 de mayo de 2019
martes, 7 de mayo de 2019
Descargas tensionales en los escolares
Los escolares están ocupados con
sus propias actividades y pensamientos. Ejercen un mayor control de su vida.
Sus muecas son menos abundantes porque tienen mayor dominio de sus músculos faciales. Vuelven a comerse la
uñas y a meter los dedos en la nariz especialmente cuando les aqueja un catarro
o ansiedad. No tartamudean a menos que los presionen para hablar o los estímulos
sean demasiado intensos. Tienen inclinación por mover con los dedos sus dientes
flojos y a inquietarse.
La escuela
Tienen sentido crítico para juzgar
sus capacidades. Pueden describir su método preferido para realizar sus tareas
escolares. Saben que pueden resolver mejor un problema si lo escriben primero, pueden
hacer mejores combinaciones aritméticas si lo escriben primero que si responden
oralmente. Algunos escolares dicen que no pueden recordar lo que leen cuando lo
hacen en voz alta. Algunas tareas las cumplen más fácilmente en casa que en la
escuela. Quizá se les escuche quejas o murmullos a cualquier tarea escolar pero
pronto se desvanecen. Se imponen cierto grado de disciplina. “No tengo buena
memoria” es una de las quejas favoritas de los escolares, el recuerdo inmediato
no siempre les resulta fácil. Cuando cometen errores quieren saber cómo los
cometieron y se deleitan analizando y encontrando donde estuvo el error. La caligrafía
es pequeña, con poca presión y prolija en las niñas, los niños escriben con
rasgos pesados. La mayoría de los
escolares realizan sus movimientos de los dedos con el antebrazo en tensión.
Emociones en los escolares
Para los escolares la vida es
buena, tan buena que ni siquiera tienen que pensar en ella. Pueden mostrarse
confundidos cuando se les formulan preguntas sobre su estado emocional,
frecuentemente responden que no saben o que no pueden decirlo. A menudo ponen
condiciones en sus frases o incluyen toda una gama de posibilidades como;
bueno, depende o a veces sí, a veces no. La expresión emocional más universal
en los escolares por más raro que parezca es la “ira”. Si se trata de un niño
con mayor dominio descarga su cólera con palabras, pudiendo gritar o abandonar
ruidosamente la habitación en medio de furiosos insultos y patadas en el piso.
Lo cual no les impide mostrar cierto espíritu selectivo con respecto a sus
expresiones de ira, el mismo dice; depende de la persona con quien este enojado, si me enojo con mi
hermana le tiro el sacapuntas o una regla. Y si uno de mis padres me castiga y
yo creo que es injusto me encierro en mi cuarto y me desahogo, en la escuela
hay que aguantarse aunque sea una injusticia al igual que en sus expresiones
de ira o de alegría. Los escolares tienen ataques repentinos de cariño por sus
padres como los abrazos o los besos.
Sentido ético de los escolares
Los escolares quieren
definitivamente ser buenos, aunque también quiere ser el o ella. Se muestran
orgullosos de un buen día y les preocupa un día malo. Compadecen a los niños
menores que echan todo a perder portándose mal e instruyen a los hermanos
menores sobre las desventajas de ser malo. Son buenos durante un cierto lapso y
luego imposibles. La idea de bueno y malo comienza a tomar un cariz ligeramente
abstracto. Ya no incluye solamente acciones específicas permitidas o prohibidas
por los padres, sino que implica el comienzo de una noción generalizada de la
bondad y la maldad
domingo, 5 de mayo de 2019
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