Cada niño nace con unas
posibilidades y un potencial tan grande que si se le permite y se le ayuda a
desarrollar su individualidad sin ningún obstáculo, tendremos un mundo hermoso,
tendremos una enorme variedad de genios. Los genios aparecen en muy raras
ocasiones, no porque no nazcan a menudo, no; los genios aparecen en raras
ocasiones porque es muy difícil escaparse del condicionamiento al que los
sometemos.
martes, 7 de octubre de 2014
¿Desesperada porque no come tu hijo?
Solo las madres que hemos tenido hijos que no comen sabemos lo que es la
angustia porque nuestro hijo no se alimente. Yo hacía de todo, hasta teatro para que mi hijo comiera y ni aun así
el hombre comía, hoy tiene 30 años y come más que yo. Desde que nació casi no comía
y en la guardería menos, siempre me tenían reportes de que no comía. Llegaba a
casa y así le pusiera payasos a la comida, el niño no comía. Me sentía tan
frustrada que no dormía, pensando en el que hacer. Cuando iba al pediatra para
que lo revisara, tranquilamente el
Doctor me decía; - el niño está en su peso-, -no tiene por qué alarmarse-. Pero aun
así le pedía vitaminas, consejos, recomendaciones, le hacía todo tipo de
preguntas del porque mi hijo no comía. Y entraba aún más en crisis cuando por algún
motivo miraba a mi hijo y a otros niños de su misma edad (entre 1 y 2 añitos) gorditos, grandotes, rebozantes y
al mío lo veía flaquísimo, debilucho y eso me desesperaba aún más. Conclusión; conozco el sabor de la desesperación o la angustia del porque nuestro hijo no come, se lo que
se siente, pero a ti quizá te urge, que te
diga que hacer, como remediarlo. Si, ambas ya sabemos que se siente, ahora solo
estas urgida por la solución. Pero permíteme decirte que no existe solución, la
única vía de salida, es mirarte a ti, respecto al como alimentas a tu hijo, solo
ahí encontraras el que hacer, contigo misma. Hace treinta años yo, no supe
remediarlo y no miraba mi ansiedad, no me miraba consumiéndome por dentro, solo
me centraba en la ansiedad y no me
detuve a observar que mi hijo era de estómago pequeño, que su naturaleza era de
complexión delgada, era un niño que no comía en grandes cantidades, comía solo lo
que su estómago le pedía.
¿Porque no come el niño?
La transición entre la lactancia y
la comida solida es una verdadera proeza infantil. Y digo una proeza
porque se entremezclan infinidad de factores tanto orgánicos como emocionales, motivos
del porque no come el niño.
Antes del año el niño empieza a familiarizarse con diferentes sabores,
olores y texturas respecto a la diversidad de alimentos que le presentas, por
lo tanto deberá estar listo para recibir y aprender por si solo a alimentarse,
sin considerar si tiene o no hambre. Descubrirá los sabores que le producen
placer, las comidas ricas, pero también tropezara con alimentos que no tolerara
su mirada, olfato o gusto. Tal vez te ha sucedido que cuando el niño mira la comida, aun cuando no la haya tocado, te dice de
inmediato que no le gusta, por lo que tú responderás;
-pero si no lo has probado-, tal vez no te percataste que fue la mirada quien inhibió su apetito por ello la vista es uno de los factores que
determina si come o no el niño. O quizá aun antes de sentarse a la mesa el niño
ya olfateo aromas fuertes a comida o desagradables y ante esto el niño asocia de
inmediato su olfato con el acto de comer y cuando llegues con el plato de comida a la mesa, él ya estará predispuesto para rechazar
la comida y si lo obligas para que pruebe un bocado, estará listo para vomitarlo,
porque su olfato intervino previamente. Quizá no paso nada de esto, pero sucedió
que cuando el niño se sentó a la mesa al sentir el impacto de lo caliente, lo
amargo, salado e incluso lo dulce no le agrado y terminara rechazando la comida, así que, ahí tienes por qué el niño no come, sin considerar que el pequeño deberá lidiar
con mama porque ella realizara infinidad de intentos, trucos y hasta magia para
que coma, pero si él detecta algún sabor, textura o mira desagradable la comida, así
te pongas de cabeza no lo comerá surgiendo las pataletas, la crisis o el llanto
y sumado a ello tu ansiedad porque el niño no come. Así que no equivoques el
camino, si tu bebe no come, analiza los factores
que te he compartido en tu pequeño y elimina o cuida que el niño no este
expuesto alimentos que alteren sus sentidos previo a su alimentación y si
erradicas estímulos externos como animarlo a comer, ponerle al oso para qué
coma o decirle que le de comer a sus muñecos, eso no funciona porque el niño ya
sabe que solo lo tratas de convencer. Si el niño tiene hambre y le agrada la
comida no requerirá de estímulos extras.
martes, 30 de septiembre de 2014
Fortalezas y debilidades de tu hijo
Intuye las fortalezas y debilidades de tus hijos, no les generes falsas expectativas.
Si le dices que es un campeón en las matemáticas, cuando sabes que le cuesta
comprenderlas, solo lo empujas al vacío de la mentira. Intuye las fortalezas de
tu hijo para engrandecerlo y colócalas como cimientos de sus debilidades.
No te lo tomes personal
Cuando tu hijo te mira fijamente a los ojos y te dice; no lo voy hacer, “te
odio”, recibes de inmediato el desafío muy personal y estallas en ira a la par
que el niño. Las actitudes desafiantes de los hijos son conductas expeliendo
ira, porque no coinciden contigo, Y tú recibes su ira de manera muy personal,
sin percatarte que no es tu ira, es la ira de un pequeño. Y en cuestión de
segundo te sumas a él o ella, según tu para controlarlo, para dominarlo. Pero
te digo: son conductas que solo conflictuan más la situación, pues ambos
estallan en crisis. Cuando dejes de caer en la ira del pequeñito y sientas que
eres capaz de controlar tu propia ira aun escuchando las palabras más atroces del
niño, estarás dando pasos seguros. Cuando llegues a mirar que es la ira del
niño y no la tuya, estará lista para guiarla. El éxito de no tomártelo
personal reside en saber manejar tu ira
y permitir que el niño estalle en su propia ira, teniendo cuidando que no se
dañe, por supuesto. Cuando vas acumulando conductas de autocontrol, vas adquiriendo
mayor confianza para manejar la situación, entonces miras con más claridad como
los desafíos los has desengarzado; “si el
niño te desafía y tu ya no caes en su rabia”, desencadenada de la ira del niño, él lo siente, lo intuye solo entonces genera sus propios cambios.
lunes, 22 de septiembre de 2014
Leer y escribir: proezas infantiles
Leer y escribir resulta ser un descubrimiento que goza el niño cuando ha comprendido
su significado o bien un conflicto cognitivo si se queda rezagado a falta de comprensión.
Detrás de este aprendizaje hay un pequeñito que piensa y será
importante iniciarlo a temprana edad en este proceso. Se trata de acercarle los medios para darle la oportunidad
de aventurarse en el aprendizaje, descubrirlo, palparlo, mirarlo. Si esperas
demasiado tiempo para iniciarlo a leer y escribir, entre los 5 o 6 años, la complejidad de la comprensión aumenta.
Cuando acercamos al niño a leer y escribir a temprana edad su aprendizaje se torna natural y fluido. El niño
necesita de tiempo, recursos e interacción con todo lo que tenga que
ver con la lectura y escritura; sean cuentos, laminas, letras, papel, lápices,
cuadernos, leerle o escribirle, recursos que lo llevaran a comprender el
significado de la lectura y la escritura sin crearle conflictos cognitivos
innecesarios, solo basta que lo guíes adecuadamente.
Un niño para aprender a leer y escribir deberá ser capaz de poseer: análisis, síntesis, razonamiento, hablo de saber pensar. Pero también le demandara conocer los factores lingüísticos, es decir saber hablar y quizá el factor que determine el éxito sea la confianza y seguridad, factor psicolingüistico. Cuando conoces cuales los requisitos para que el niño aprenda a leer y escribir te tornas mas sensible y paciente para enseñarle al niño a leer y escribir, pues conoces la gama de aprendizajes que estará atravesando el niño para aprender a leer y escribir.
NIVELES DE APRENDIZAJE
Primer Nivel: cuando el pequeño reproduce rayones, redondeles o semeja letras, significa que se ha iniciado en el proceso de leer y escribir.
Segundo nivel: el niño ya reproduce las grafías y hace combinaciones con ellas al escribir o leer.
Tercer nivel: el niño ya se encuentra en una hipótesis silábica, es decir le da un valor sonoro a las letras.
Cuarto nivel: El niño se encuentra en el pasaje de la hipótesis silábica a la alfabética. Es la indagación de los sonidos, es la silaba uniéndose para formar palabras.
Quinto Nivel: El niño sabe leer y escribir
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