Solo las madres que hemos tenido hijos que no comen sabemos lo que es la
angustia porque nuestro hijo no se alimente. Yo hacía de todo, hasta teatro para que mi hijo comiera y ni aun así
el hombre comía, hoy tiene 30 años y come más que yo. Desde que nació casi no comía
y en la guardería menos, siempre me tenían reportes de que no comía. Llegaba a
casa y así le pusiera payasos a la comida, el niño no comía. Me sentía tan
frustrada que no dormía, pensando en el que hacer. Cuando iba al pediatra para
que lo revisara, tranquilamente el
Doctor me decía; - el niño está en su peso-, -no tiene por qué alarmarse-. Pero aun
así le pedía vitaminas, consejos, recomendaciones, le hacía todo tipo de
preguntas del porque mi hijo no comía. Y entraba aún más en crisis cuando por algún
motivo miraba a mi hijo y a otros niños de su misma edad (entre 1 y 2 añitos) gorditos, grandotes, rebozantes y
al mío lo veía flaquísimo, debilucho y eso me desesperaba aún más. Conclusión; conozco el sabor de la desesperación o la angustia del porque nuestro hijo no come, se lo que
se siente, pero a ti quizá te urge, que te
diga que hacer, como remediarlo. Si, ambas ya sabemos que se siente, ahora solo
estas urgida por la solución. Pero permíteme decirte que no existe solución, la
única vía de salida, es mirarte a ti, respecto al como alimentas a tu hijo, solo
ahí encontraras el que hacer, contigo misma. Hace treinta años yo, no supe
remediarlo y no miraba mi ansiedad, no me miraba consumiéndome por dentro, solo
me centraba en la ansiedad y no me
detuve a observar que mi hijo era de estómago pequeño, que su naturaleza era de
complexión delgada, era un niño que no comía en grandes cantidades, comía solo lo
que su estómago le pedía.
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