viernes, 30 de marzo de 2012

ya no amo a mi HIJO....


Haz una cosa: siempre que estés enfadado con él, ve a tu habi­tación y en vez de enfadarte con él, expresa tu rabia con un cojín, golpéalo, muérdelo. Pruébalo unas cuantas veces y te sorprende­rás: cambiará tu relación con el niño.
En realidad, no se trata de amar o de no amar. Si no le amas, to­davía es más esencial el no enfadarte con él. Si le amas, la rabia puede ser tolerada porque la compensas con amor; pero si no le amas, tu rabia es imperdonable. ¿Me sigues?
Si uno ama, entonces también se puede aceptar la rabia, porque tú lo compensarás: le amarás más después de la rabia, no habrá ningún problema y el niño lo entenderá. Pero si no lo amas y ade­más estás enfadado, es algo realmente imperdonable.
Todo lo que necesitas es expresar la rabia. Se acumula en ti y él se ha convertido en una excusa: no encuentras a nadie más para echársela encima, de modo que se la hechas a él. Los niños se con­vierten en chivos expiatorios porque están desvalidos. Te podrías haber enfadado con tu marido, pero él no está desvalido. Podrías haberte enfadado con tu padre, pero tampoco está desvalido. Toda esa rabia se ha acumulado; ahora es canalizada hacia ese niño des­valido.
0 sea que durante un mes: siempre que te enfades con él, déja­lo ahí, vete a tu habitación, golpea un cojín, lánzalo, muérdelo. En cinco minutos sentirás que tu rabia ha desaparecido, y después de la rabia sentirás compasión hacia el niño. Intén­talo durante un mes y después será muy sencillo. Durante un mes será un esfuerzo, porque la costumbre dirá: «Enfádate con el niño», y la mente dirá: «Esto es una tontería, una locura, enfadar­se con un cojín.» Una vez que hayas descubierto su belleza ‑que nadie se hace daño‑, se liberará la rabia, sentirás compasión por el niño y surgirá el amor.
Cuando dices que no amas al niño, tu comprensión no está siendo exacta. Si no lo amaras tampoco te enfadarías tanto; son dos cosas que van a la vez.
El enfado no es nada más que amor vuelto al revés, un amor que se ha agriado, eso es todo. Hay que ponerlo cabeza arriba y se convierte en amor. Por eso la rabia y el odio no son realmente los opuestos del amor. El opuesto real del amor es la apatía, la indife­rencia. Si no amas al niño, te será indiferente; ¿a quién le impor­ta? Y mi sensación es que todo esto no tiene nada que ver con el niño; tiene algo que ver con tu marido, con tu padre, con tu madre, que se yo.
Piensa en este niño: está padeciendo tu rabia sin ningún moti­vo. No puede permitirse el enfadarse contigo porque sabe que será derrotado, sufrirá más. Seguirá suprimiendo su rabia y esta rabia un día u otro la arrojará sobre alguien. Si puede encontrar a una mujer, la torturará. Pero si la mujer es poderosa, entonces no será capaz de torturar a su esposa; torturará a su hijo. Tendrá que encontrar una excusa en alguna parte, y tendrá que descargarla. Si no puede descargarla en el niño, en la esposa, entonces lo hará en los sirvientes o en la oficina; si él es el jefe, torturará a alguien que esté justo por debajo de él. Y esto no tiene jus­tificación, porque realmente él te quería torturar a ti pero no pudo. Así es como son las cosas.
Así es como se transmite la rabia de generación en generación, el odio, los celos; se van acumulando todo tipo de venenos, y una generación los entrega como herencia a la siguiente generación.
Por eso, cada día que pasa la humanidad está más cargada. No se lo hagas a tu hijo porque arruinarás toda su vida, y él a ti no te ha hecho nada.
Inténtalo durante un mes y te sorprenderás: en sólo un mes podrías ser capaz de  cambiar el patrón.


jueves, 29 de marzo de 2012

la prudencia


Me jacto de saber cuando estoy siendo coherente entre lo que digo y lo que hago y todo ello lo baso en la lucidez de las virtudes. No son exclusividad de una persona fluyen por el mundo para ser respiradas y practicadas por quienes habitamos un mundo humano, humano. Hoy te comparto una de ellas: la prudencia.
La urbanidad es el origen de las virtudes: la fidelidad su principio y la prudencia su condición.
La prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales. Y quizá sea la más olvidada. La prudencia es la disposición que te permite deliberar correctamente acerca de lo que es bueno y lo que es malo para el hombre (no en si mismo, sino dentro del mundo, no en lo general sino en una situación especifica) y actuar, en consecuencia como es conveniente.
Y podría llamarle sensatez al servicio de la buena voluntad.
Así que la prudencia condiciona a todas las virtudes. Sin ella ninguna sabría como alcanzar el fin.
La prudencia no reina, pero si gobierna.
Que sería de un reino sin un gobierno.
No basta con amar a la justicia para ser justos.
Ni amar a la paz para se pacíficos.
Es necesario que exista una correcta deliberación, una buena decisión, una buena acción. La prudencia decide y la valentía se ocupa de llevarla a cabo.
Así que…. cuando la prudencia llega a reinar en el hogar la sabiduría que despliegan los padres hacia sus hijos finca actos invadidos de amor y comprensión.
Que este día despliegues un radiante brillo corporal, para ser compartido por aquellos que amas.
                                                           

jugando con mama o papa


Que tal si contribuyes con el niño a agudizar su capacidad de explorar por orificios pequeños. Para ello te sugiero que con un rollo de papel, es decir un rollo reciclado que tengas en casa. Semejes un caleidoscopio. Solo tapa uno de los orificios del rollo de papel con cartulina resistente, colócale papelitos de colores, cuendas ligeras o brillitos de colores como la diamantina. Parece muy complicado, pero no es así, solo toma lo que tengas a tu alcance para introducirlo al tubo. Ahora ciérralo por el otro extremo con papel resistente y hazle un pequeño orificio para mirar lo que hay adentro...y  a jugar se ha dicho. Muéstrale al niño los efectos que se producen al agitar el tubo de papel y déjaselo para que mire  por el pequeño orificio. Gozara saber que mama es capaz de hacer juguetes para el y aun mas si ambos compartieron la elaboración. Así nacen los pequeños detalles que se llegan a convertir en "colaboración humana".

rápido y veloz....


Ahora mira a un niño de tres: es de pies más seguros y veloces. Su correr es más suave, aumenta o disminuye la velocidad con mayor facilidad, da vueltas más cerradas y domina las frenadas bruscas. Puede subir las escaleras sin ayuda, alternando los pies y es capaz de saltar de un último escalón con los dos pies juntos. Ahora lo miraras saltar con los pies juntos desde una altura de hasta 30cms...es un  niño que pedalea un triciclo y ha alcanzado el control de sus movimientos gruesos.

miércoles, 28 de marzo de 2012

cabeza, con cabeza....


Al aire libre  y solo ambas. Jueguen a contactar con el cuerpo, es decir, cabeza con cabeza, nariz con nariz, manos con manos, pies con pies, estomago con estomago, corazón con corazón, etc. Acaso habrá algo más placentero que gozar los cálidos contactos del niño con el adulto. No solo estimula su esquema corporal, lo lleva a tomar noción de su ubicación espacial y la mayor congratulación es el amor que mama esta desplegando.

escaladas....


Y….para el niño que está a punto de caminar, que tal si realizas escaladas. Es la edad de los movimientos imparables del niño y que mejor que colocarle un estimulo ante su vista a una distancia de dos escalones que haya en casa. El niño automáticamente intentara ir por el y al conseguirlo será una hazaña de gozo ante el esfuerzo realizado. Estarás contribuyendo a desarrollar su control muscular y lo estimulas para desplazarse con altos grados de complejidad.
Una vez que haya llegado hasta el juguete recompénsalo con un bravo y vuelvan a repetir la acción desde otra distancia y con otro juguete.
                                                                  

columpiandolo!!



Cuando el niño tiene en casa un columpio al aire libre, sabra mágicamente        que es una forma de armonizar con el adulto de casa. Así que manos a la obra… y si lo elaboras rústicamente tendra mayor valía para acercar al niño con la naturaleza. Pero pasemos al acto de columpiar. Cuando inicias este contacto inicia una especie de magia…. -en verdad te lo aseguro!!!!.
El solo acto de balancear suavemente al niño, experimente una tenue sensación de lanzarse al aire sabedor que esta un adulto a sus espaldas protegiéndolo.  Y continuar con el balanceo con mayor energía, provocara energía, gozo, placer y mas. Además el niño escucha a sus espaldas una hermosa voz que lo anima. Hermoso mirar a un niño que se sabe amado por mama o papa….así que….. aquí está el secreto de la magia….disfrútala J