lunes, 3 de mayo de 2021

Estados Emocionales

Que niños y niñas tomen conciencia de sus estados emocionales es una cuestión de salud mental, son oportunidades para fomentar la apertura, comprensión y autocontrol de sus propias emociones. Enseñarles a manejar sus propias emociones es todo un arte porque precisa de tacto y sutileza para mostrarles, justo en el momento que se desestabilizan, como hacer para recuperarse y salir de tan densa emoción. En el momento en que un niño o una niña descubren ¿Qué es una sensación negativa? ¿Cómo se llama? ¿Qué hacer con ella? sabrá manejar sus propios estados emocionales. Enseñarles a manejar una emoción desestabilizante, es familiarizarlos con sus sentimientos, con lo que les pertenece y lo que llegan a lograr si saben abordar adecuadamente sus estados emocionales.
Estar feliz, contenta, alegre y hasta risueña no es una cuestión para enseñarse es una situación que sucede de manera natural, que complace a niños y niñas deseando vivir por siempre en un estado feliz.

La vida se encarga de mostrar a niños y niñas el decaimiento, la consternación,  zozobra e incertidumbre de manera impredecible llegando a desestabilizarlos a tal grado que muchas veces no saben porque se sienten así, porque les sucede,  qué hacer con tal sentimiento. Decirles cómo se llama eso que sienten por dentro, lo que hace al cuerpo y como salir de tal sensación es la vía para familiarizarlos con sus propias emociones, son alternativas para salir de tal pesadez, no necesitas hacer más, solo es dar claridad a la emoción que siente el niño (a) y el resto lo harán ellos.

Pasada la pataleta, la rabia o los gritos, mostrarles una imagen que represente tal emoción, es como decirles que no son los únicos en manifestar ira, que todos alguna vez hemos hecho pataletas. Al compartir con sinceridad el sentimiento se desancla la ira y retorna la calma. Superar una frustración, crisis o fracaso no es una banalidad, es un verdadero esfuerzo por destrabar la ira y por ende salir airosos de estados emocionales desgastantes. 


Sentir un hueco en el estómago, incertidumbre o algo inexplicable que produce desestabilidad requiere de abordarse en el momento, explicando al niño ¿Cómo sucede? ¿Por qué sucede? y ¿Cómo se supera? basta apoyarte de una imagen que oriente al niño y le de mayor claridad de lo que está sintiendo, basta dar luz a la emoción que siente para abrir la puerta de la comprensión y por ende adquirir madurez para manejar sus emociones.

lunes, 26 de abril de 2021

Los maestros dicen...


No puede estarse quieto.

Educar la atención del niño es el cometido en casa. El cómo hacerlo reside en aplicar tareas que propicien auto control en ellos y ellas. Si eres consistente lograras que sientan, descubran y practiquen como es estarse quieto (a).

Contesta todas las preguntas; siempre tiene la respuesta inmediata, lo peor de todo es que el 99 por ciento de las veces sus respuestas son correctas.

Aprender a saber respetar su turno es el cometido. No se trata de inteligencia, se trata de aprender a escuchar a otros y eso se aprende en casa. Por cada intervención que el niño (a) haga fuera de tiempo, sea inoportuno o quiera salirse con la suya, estando en familia,  el cometido será enseñarle a saber escuchar, aprender a dar el turno a otro o sencillamente saber esperar.

No sabe trabajar solo.

Propiciar autonomía en el o ella es urgente. Cuando ellos se valen por si mismos al comer, bañarse, asearse, hacer sus tareas la autonomía sucede. Y si por alguna razón objetas el tratamiento argumentándome; -ya le dije, pero no entiende- o - no obedece- permíteme decirte que resulta más fácil quejarse que activar la autonomía en ellos y ellas porque para ser autónomos se precisa de una tremenda dosis de valentía y entrega para lograrlo.

No lo hace de mala fe, pero molesta.

No existe escusa para disculpar a un niño o niña que comete algún tipo de falla, atropello, indisciplina o rompe las reglas. Si en casa no se les enseña el significado de respetar desde el mínimo detalle hasta la mas abrupta falta; ellos y ellas deducen que lo mismo pueden hacer fuera de casa.

Para sus compañeros es muy simpático, pero no puede estar sentado, no termina sus trabajos y su letra es pésima.

Pequeñas dosis de tareas abra que acercarle al niño para enseñarles a estar tranquilo. Desde el recortar una sencilla imagen que necesariamente lo mantendrá quieto, hasta el saber escuchar un relato amplio y extenso que lo mantengan en un estado de concentración. El cometido reside en buscar tareas que lo mantengan quieto, interesado y atento solo entonces estarás en el camino de enseñarle a controlar su energía.

Pierde sus cosas todo el tiempo, en el dictado se atrasa porque cuando debe borrar, no encuentra su goma.

Efecto de una extrema dependencia. Si en casa se les enseñara a ordenar sus pertenencias, saber dónde se encuentran, como usarlas, cuidarlas, dónde se encuentran, etcétera cuando estén en una clase te aseguro que ni ellos mismos se perderán ni por un microsegundo.

Sabe cuando me voy a disgustar con el o con ella, no obstante, sigue haciendo lo que me enoja.

Efecto de la permisibilidad en casa. Por una vez que le digas a un niño o niña; -está bien, pero no lo vuelvas a repetir- el niño ya te gano porque le dijiste; -está bien- y volverá a repetir, la falta, cuantas veces quiera porque saben que aun y cuando te enojes lo permites.

Cada vez que ensucia algo dice; “no lo hice a propósito”

El problema no es lo que dice, porque ni el, ni ella conocen la profundidad del; no hacerlo a propósito. El problema reside que en casa aprendieron a escudarse fácilmente de los problemas mediante tal argumento. Y el problema se resuelve si desde el nido hogareño se les enseña a moverse por su espacio, cuidar sus pertenencias y las pertenencias de otros, conocer sus límites y los límites de otros.

 

 

domingo, 18 de abril de 2021

Carta de un hijo a todos los padres del mundo

No me des todo lo que te pido. A veces solo pido para ver hasta cuánto puedo      lograr de ti.
No me des siempre ordenes. Si en vez de ordenes a veces me pidieras las cosas yo lo haría mas rápido y con mas gusto.
No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer, decídete y mantén esta decisión.
Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio dámelo, si se trata de un castigo, aplícalo.
No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tu me haces lucir mejor que los demás, alguien va sufrir, y si me haces lucir peor que los demás, sufriré yo.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mi también y yo no lo quiero hacer.
Déjame valerme por mi mismo. Si tu haces todo por mi, yo nunca podre aprender.
No digas mentiras delante de mi, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices.
Cuando yo haga algo malo no me exijas que te diga el "por que" lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá la buena impresión de ti. Así, también me enseñaras a admitir mis equivocaciones.
Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos, pues el hecho de que seamos familiares no quiere decir que no podamos ser también amigos.
Cuando te cuente un problema mío, no me digas: "no tengo tiempo ahora, eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.
Quiéreme y dímelo. A mi me gusta oírte decirlo, aunque tu no creas necesario decírmelo.

Aprendizajes Preescolares

 De 2 a 6 años




Aprendizaje en los bebes

Del nacimiento a los dos años






lunes, 12 de abril de 2021

Pataletas

A lo largo del ritmo de vida de niños y niñas siempre suelen surgir las pataletas. El punto es como se aborda, resuelve o enseña al niño a descubrir sus propios sentimientos.
Dentro de casa los niños son unos, fuera de casa son otros.
La preciada normalidad te llega a dar preciados momentos de aprendizaje emocional.
Basta un deseo no cumplido del niño (a) y toda calma, alegría y hasta gusto se esfuman en cuestión de instantes. 
Cuando la normalidad es irrumpida por una pataleta, te demandara poner en acción tus neuronas. Y para activar tus neuronas será necesario urgir el retorno de tu estabilidad emocional en aras de abordar inteligentemente la desestabilidad emocional del niño (a). Se trata de estabilizarte emocionalmente porque de caer en dar explicaciones y explicaciones al niño, encenderás mas la pataleta, el niño esta ocupado en satisfacer su deseo.
Los adultos detectamos los peligros en automático, los niños buscan satisfacer sus deseos automáticamente. Las advertencias, explicaciones, justificaciones u otra razón para alejarse del peligro no es relevante para ellos, están absortos en propios placeres y en lo mas mínimo ponen atención a tus razonamientos.
Si actuaras desde el segundo uno, retirando al niño del peligro, en lugar de dar tantas explicaciones, el peligro se desvanece. Quizá provoques una pataleta, quizás no, lo valioso es actuar lógicamente ante situaciones desavenientes en lugar de perder tiempo dando explicaciones o estableciendo juicios.
La tranquilidad de verlos jugar no siempre es placentera, en cuestión de instantes irrumpe la inestabilidad emocional, por cualquier trivialidad. Tremenda oportunidad para mostrar al niño a reconocerse, sentirse y vivir una frustración.
Cuando deseas salvarlos de toda frustración, no funciona porque al final de cuentas la frustración es de ellos, las pataletas son de ellos.
Agobiarte, preocuparte e intentar que el niño deje de hacer pataletas "a fuerza" no funciona. Funciona iluminar tus neuronas, serenarte y permitir que el niño resuelva sus propias crisis. Cuesta mas serenarte y pensar diferente, que obligar al niño a calmarse, eso es fácil y rápido pero; al final de cuentas "lo que mas cuesta resulta ser lo mas valioso". 

Solo es cuestión de mirar distinto, sentir distinto, pensar distinto y descubrirás como abordar las pataletas de tu hijo - hija.
El ritmo de vida de niños y niñas es tan impredecible dentro o fuera de casa que a medida que van experimentando con sus emociones, van descubriendo como dejar pasar sus propias pataletas.
Ellos saben que; cuando atraviesan por una pataleta, siempre esta cerca de ellos alguien que los comprende. Cuando una pataleta concluye, la calma retorna. Mas vale recordar lo maravilloso que fue salir de una tormenta emocional, que pasarse la vida recordando al niño (a) lo mal que se portan, al final de cuentas ellos están descubriendo sus sentimientos. 
El cierre de un día, siempre es oportuno para decirte; -vaya resulto tan simple, solo fue cuestión de encender las neuronas y no hacer berrinche con él o ella-.





martes, 6 de abril de 2021

Del garabato a la Lecto-escritura

Muchos de nosotros nos preguntamos cuando es el mejor momento para iniciar el aprendizaje de la lectura y la escritura, sin duda este depende del interés de los padres para acercarlo a niños y niñas en aras de descubrir, aprender y comprender los signos gráficos, solo entonces la escritura sucede como objeto de conocimiento para lo cual es necesario desarrollar habilidades y destrezas previas a los signos o símbolos a temprana edad. A continuación comparto acciones para emprender en tu hijo, hija.
  • Emplear ambas manos en distintas situaciones les otorga habilidad y destreza óculo – manual.
  • Pulgar e índice adquieren destreza al abrir, cerrar, rasgar, garabatear, poner o quitar tapones, calcomanías, ensartar, punzar.
  • Los juegos dactilares al pintar, hacer sombras, tocar un instrumento o moldear prepara los deditos para reproducir signos gráficos.
  • Imitar gestos o sonidos con manos y dedos les otorga destrezas visuales y auditivas.
  • Imprimir huellas con ambas manos les brinda dominio de su cuerpo, apertura, percepción y control de sus movimientos.
  • Garabatear con distintos materiales como lápices, plumones, crayones, pintura, pinceles, pastas los prepara en el terreno del signo gráfico.
  • Seguir líneas de distinto tipo con el dedo índice, con un lápiz, crayón, brocha o pincel les brinda control de manos y dedos incrementando su percepción óculo - manual recurso básico para reproducir signos gráficos.
  • Colorear lo dota de habilidad respecto a espacio y dominio de manos y dedos.