lunes, 26 de abril de 2021

Los maestros dicen...


No puede estarse quieto.

Educar la atención del niño es el cometido en casa. El cómo hacerlo reside en aplicar tareas que propicien auto control en ellos y ellas. Si eres consistente lograras que sientan, descubran y practiquen como es estarse quieto (a).

Contesta todas las preguntas; siempre tiene la respuesta inmediata, lo peor de todo es que el 99 por ciento de las veces sus respuestas son correctas.

Aprender a saber respetar su turno es el cometido. No se trata de inteligencia, se trata de aprender a escuchar a otros y eso se aprende en casa. Por cada intervención que el niño (a) haga fuera de tiempo, sea inoportuno o quiera salirse con la suya, estando en familia,  el cometido será enseñarle a saber escuchar, aprender a dar el turno a otro o sencillamente saber esperar.

No sabe trabajar solo.

Propiciar autonomía en el o ella es urgente. Cuando ellos se valen por si mismos al comer, bañarse, asearse, hacer sus tareas la autonomía sucede. Y si por alguna razón objetas el tratamiento argumentándome; -ya le dije, pero no entiende- o - no obedece- permíteme decirte que resulta más fácil quejarse que activar la autonomía en ellos y ellas porque para ser autónomos se precisa de una tremenda dosis de valentía y entrega para lograrlo.

No lo hace de mala fe, pero molesta.

No existe escusa para disculpar a un niño o niña que comete algún tipo de falla, atropello, indisciplina o rompe las reglas. Si en casa no se les enseña el significado de respetar desde el mínimo detalle hasta la mas abrupta falta; ellos y ellas deducen que lo mismo pueden hacer fuera de casa.

Para sus compañeros es muy simpático, pero no puede estar sentado, no termina sus trabajos y su letra es pésima.

Pequeñas dosis de tareas abra que acercarle al niño para enseñarles a estar tranquilo. Desde el recortar una sencilla imagen que necesariamente lo mantendrá quieto, hasta el saber escuchar un relato amplio y extenso que lo mantengan en un estado de concentración. El cometido reside en buscar tareas que lo mantengan quieto, interesado y atento solo entonces estarás en el camino de enseñarle a controlar su energía.

Pierde sus cosas todo el tiempo, en el dictado se atrasa porque cuando debe borrar, no encuentra su goma.

Efecto de una extrema dependencia. Si en casa se les enseñara a ordenar sus pertenencias, saber dónde se encuentran, como usarlas, cuidarlas, dónde se encuentran, etcétera cuando estén en una clase te aseguro que ni ellos mismos se perderán ni por un microsegundo.

Sabe cuando me voy a disgustar con el o con ella, no obstante, sigue haciendo lo que me enoja.

Efecto de la permisibilidad en casa. Por una vez que le digas a un niño o niña; -está bien, pero no lo vuelvas a repetir- el niño ya te gano porque le dijiste; -está bien- y volverá a repetir, la falta, cuantas veces quiera porque saben que aun y cuando te enojes lo permites.

Cada vez que ensucia algo dice; “no lo hice a propósito”

El problema no es lo que dice, porque ni el, ni ella conocen la profundidad del; no hacerlo a propósito. El problema reside que en casa aprendieron a escudarse fácilmente de los problemas mediante tal argumento. Y el problema se resuelve si desde el nido hogareño se les enseña a moverse por su espacio, cuidar sus pertenencias y las pertenencias de otros, conocer sus límites y los límites de otros.

 

 

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