viernes, 24 de agosto de 2012

Retirándome brevemente

Tomar un respiro para continuar...
me llevo a salir de casa,
al abrir la puerta;
una hermosa estrella me daba los buenos días
abriéndose paso entre las espesas nubes cargadas de lluvia,
mi perro alocado, al mirarme, de inmediato
salto a mi pecho, brincando y derramando alegría,
ahhh, y por si fuera poco,
el canto de un hermoso pájaro que aun no he visto,
trino casi en mi oído para darme los buenos días.
Es mi locura y alegría para compartirla,
es mi vivir que no necesita detenerse
para hurgar; el que vendrá?
solo vive respiro tras respiro
pues sabe que Dios 
ya le ha trazado su camino


Te deseo un hermoso fin de semana, y regreso en breve!

Ahí...habita


Responsabilizate de ti

Desde tu primera infancia se te ha enseñado a ser responsable hacia tu padre, tu madre, tu familia, tu pa­tria y todo tipo de situaciones externas. Pero no te han dicho que tienes que ser responsable de ti mismo, que nadie va a asumir tu responsabilidad. Cuando eres un adulto y dejas de ser un niño, surge un gran miedo porque tienes que asumir tu responsabilidad y no has sido preparado para eso.
Sólo sé responsable ante ti mismo. Haz lo que sientas. Si está mal, le seguirá inmediatamente el error y sabras que estuvo mal.. Si está bien, le seguirá inmediatamente la recompensa, instantáneamente. No hay otra manera.
De esta manera empiezas a saber tú mismo lo que está mal y lo que está bien. Desarrollarás una nueva sensibilidad. Empezarás a mirar con una nueva visión. Instantáneamente sabrás lo que está mal, porque en el pasado lo has hecho tantas veces y siempre has sufrido en consecuencia. Sabrás lo que está bien, porque siempre que lo has hecho la existencia te llenó de bendiciones. Causa y efec­to van juntas, no están separadas por años o por vidas.
Entonces eres responsable. Si deseas y disfrutas un determina­do acto, a pesar de que te traiga sufrimiento, hazlo. Es bueno por­que lo disfrutas. El sufrimiento no es suficientemente grande como para impedir el disfrute que tu acción te reporta. Pero de­pende de ti total y únicamente el decidir. Si el sufrimiento es de­masiado y el acto no te aporta nada, no te aporta alegría y necesa­riamente le sigue una larga angustia; entonces depende de ti elegirlo o soltarlo, y ¿qué pueden hacer los demás al respecto? Eso es lo que quiero decir con ser responsable de ti mismo. No hay nadie sobre quien puedas descargar tu responsabilidad.
La única manera de crecer es aceptar todo lo bueno, lo malo, lo alegre, lo triste, Tú eres responsable de todo lo que te sucede. Eso te da una gran libertad.
Disfruta de esa libertad. Regocijate con esta gran comprensión: eres responsable de todo en tu vida. Eso te hará lo que yo llamo un INDIVIDUO.

jueves, 23 de agosto de 2012

Yo soy


A esta edad tu pequeñito aun no distingue entre lo animado y lo inanimado. Es decir cuando tropieza con una silla y se daña, también la silla se hace daño. Para el niño pequeño la silla se ha hecho daño. Para el pequeñito todo está animado y todas sus sensaciones las proyecta en los objetos y seres de su entorno. Tu pequeñito no tiene aun sentido del YO, ni posibilidad alguna de distinguir en el, los seres vivos y las cosas por lo tanto no existe aún una palabra para sí mismo. Es decir aun no es capaz de decir Yo soy….

rayitos de sol


Cualquier día que elijas y estando el bebe en vigilia solo ofrécele distintos panoramas visuales. Puede ser en el exterior si es un día soleado. Recuéstalo  sobre una frazada lo bastante gruesa. Te sugiero en lo personal elijas un entorno que muestre la belleza de la naturaleza. La intención perseguirá dos fines: respirar la naturaleza  y fortalecer su columna.
Se trata de colocarlo boca  bajo de uno a dos minutos y por supuesto que bajo tu vigilancia. Transcurrido este tiempo  gira su cuerpecito a otro cuadrante, y  déjalo así por unos instantes. Repite la acción en los cuatro cuadrantes. Es decir; giraras su cuerpecito cada minuto, hasta  cubrir los cuatro cuadrantes para mirar  el total del entorno que has elegido. Se cuidadosa de no exceder los tiempos, pues si analizas serán de cuatro a seis minutos en esta postura y puede llegar a cansar al bebe…saluditos

manitas ocupadas


Ahora busca varios juguetitos del bebe que sean pequeños, de fácil manipulación  y colócalos en una canastita.
Siéntate al piso sobre una manta acogedora y coloca al bebe frente a ti. Ahora saca dos juguetitos de los que hayas elegido y coloca uno en cada manita del niño.  Así es, ocupa las dos manitas del niño,  invitándole al mismo tiempo a que los tome, que los mire,  etc. Haz un preámbulo momentáneo de charla para que el bebe sostenga, explore y manipule ambos juguetes en sus manitas. Cuando los suelte, retíralos, toma otros dos juguetes de tu canasta y vuelve a realizar la misma acción. Mágico momento para hacer malabares con las manitas. Tú bebe escucha, conoce, manipula, controla, mira y suelta gauu!!! Prodigiosos aprendizajes en un instante de juego…enhorabuena.

Sueños y fantasías del adolescente

Existe un momento para la fantasía, para los sueños, y es bueno para los adolescentes tener fantasías y sueños en lugar de hacerlos realistas. Si insistes en empujarlos a la realidad, significara que estás destruyendo su juventud y por lo tanto estás haciendo adultos antes de que les corres­ponda.
Los sueños y las fantasías son parte de su crecimiento; desa­parecerán espontáneamente. La misma vida los hará más realistas; antes de que se incorporen a la vida, déjales disfrutar de sus sue­ños porque en la vida sólo hay pesadillas. Se volverán muy realistas pero siempre recordarán esos días de sueños v fantasías como los más bellos.
Esos sueños y esas fantasías no les pueden hacer daño. Forman parte de la vida; por eso la juventud siempre ha fantaseado y so­ñado.
Déjalos soñar y fantasear, no te están haciendo daño. Pronto estarán cargados de obligaciones, trabajos, niños, esposas. Antes de eso tienen poco tiempo; déjales que empleen sus fantasías, no les hace ningún daño.
La experiencia de ese tiem­po de ensueño les ayudará a recordar que la vida puede ser dife­rente: no tiene por qué ser un sufrimiento. No es necesariamente una desdicha.
Han vivido con belleza. Existe la posi­bilidad de tener una transformación consciente en la cual puedes tener experiencias mucho más bellas que en ningún sueño. Pero el sabor de los sueños es bueno; te mantendrá alerta ante el he­cho de que no todo lo que hay es sufrimiento. Existen más posi­bilidades.
La juventud es la época de los sueños y las esperanzas, y cuan­do estás perdido en el así llamado mundo real, esos momentos te harán recordar: «¿Realmente existe alguna forma de encontrar un estado de paz, serenidad, silencio y alegría?»
Por eso, no creo que haya ninguna necesidad de cambiar nada.