viernes, 29 de noviembre de 2013

Una fila de cochecitos


Contando cuentos

Arma cuentos  con los juguetes del niño. Los juguetes del pequeñito son una excelente alternativa para construir frases, oraciones y pequeños relatos que contribuirán en su lenguaje, favorecerás su imaginación y sobre todo te percataras de sus sentimientos. Basta elegir previamente algunos juguetes del niño, sentarte con el e iniciar la narración y para ello sugiero que seas tú quien inicie el cuento. 

Se para en un pie sin ayuda

Se para en un pie sin ayuda, es el logro de un pequeñito entre tres y cuatro añitos lo cual es sinónimo de que ha alcanzado el control de la marcha, ahora está afinando su equilibrio.  Y para contribuir con su equilibrio bastara jugar con él  al avión, si al avión. Solo pinta un avión haciendo cuadros en el piso con gis, provéete de una ficha y jueguen al avión, por  turnos. Lanza la ficha al primer cuadro,  entra saltando con un solo pie, toma la ficha y sal del cuadro saltando con un solo pie, continúa al siguiente cuadro de igual manera, en el siguiente turno invita al niño a imitar lo que hiciste. Pierde su turno quien no atine al cuadro, quien pise con los dos pies y gana quien llegue al final del recorrido del avión que dibujaste.  Obvio que a tu  pequeñito se le dificultara enormemente lanzar la ficha,  saltar como lo hace  mama y sobre todo mantener el equilibrio para avanzar, pero no importa, todo intento es la estimulación que propicies en el niño; “intentar saltar” ayúdale en todo momento para que avance, los intentos que realice serán un excelente estimulo.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Al año de vida


La pinza de los deditos


Seguramente en casa cuentas con una agenda vieja o una libreta que ya no uses, para esta sugerencia propongo que la saques del archivo y la emplees para estimular a tu pequeño. Solo dásela a tu pequeño acompañada de un crayón y él se encargara de resto. La forma más sencilla de estimular la pinza de los dedos en un bebecito es dándole una agenda vieja. Una simpleza de acto deja en tu pequeño incontables aprendizajes: pasar las hojas, romper las hojas, rayar, mirar, todo ello son actos que estimulan la pinza de los dedos, solo cuida que no se lleve los materiales a la boca. 

Futura marcha

Entre los diez meses y el año  de vida, el pequeñito es un explorador incansable, aun no camina pero se arriesga a levantarse por sí solo, trepa, rueda, se levanta...aprovecha tan valiosa exploración para estimularlo, resultara de gran valía para el niño. Para ello sugiero que realices una hilera de obstáculos de diferentes tamaños, sugiero sillitas pequeñas, taburetes, mesitas, bancos, separados por una distancia considerable para invitar al niño a; gatear, levantarse, sostenerse, trepar por supuesto que cuidándolo y apoyándolo en todo momento, será una excelente recurso para fortalecer  y afianzar la futura marcha del niño.

martes, 26 de noviembre de 2013

Boca abajo


Un tendedero de juguetes

Coloca un tendedero de juguetes en la cuna del bebe (máximo 3) procurando cambiarlos constantemente, para atraer su atención. La intención reside en invitarlo a estirarse, levantarse, sostenerse de los barandales y mantener el equilibrio al tomar los juguetes.

Girando la cabecita

Ayúdale al bebe a girar su cabeza para iniciarlo a fortalecer los músculos del cuello. Solo se trata de colocar a un lado del bebecito una cajita musical  con la intención de voltear a mirarla, y cuando finalice la música, vuelve a preparar la cajita musical y colócala al otro lado del bebe. Un solo artefacto colocado estratégicamente cerca del bebe estimula los músculos del cuello y prepara su cabecita para sostenerla.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Las pequeñas hazañas


¿Para que sirven los hermanitos?

Dijo la nena:
"Mis padres a veces quieren salir y quieren que me quede con mi hermanito a cuidarlo. La psicóloga me dijo que hay que respetar los roles."
Tiene razón la nena, de quince años aproximadamente, ojos vivaces, pantalones ajustados y rotos, deshilachados, hablando a mil por hora.
Tiene razón, cada uno en su rol.
Pero pensemos un instante. Sospecho que la madre no le dijo que amamante al nene ni que le lave la ropita y menos que se la planche y seguramente le dejó preparada la mamadera o la papilla.
De modo que no le tocaba cumplir el rol de madre, se le pedía que cumpliera con el rol de hermana mayor. Que para eso son hermanos. ¿O son hermanos únicamente cuando ella quiere jugar con el nene y divertirse con él en momentos de aburrimiento o cuando fallan los ami­gos?
¿Qué es un hermano? ¿Para qué sirve un hermano? Cualquiera que sea la respuesta tendrá que decirse que hermano, hijo, padre, tío, vecino es una relación. No es una situación de uno solo. Uno no puede ser hermano a menos que tenga a otro que sea a su vez su hermano.
Y toda relación es un conjunto de fluencias, confianzas, límites y libertades entre unos y otros, o no es nada.
El tipo de hijo no se elige, como tampoco se elige, por cierto, el tipo de padre. Pero la relación se elige. Cómo me voy a comportar con eso que he engendrado ya es un pro­blema y hay que elegir.
De manera que le dije a la niña:
—No se te pide que seas madre ni que seas padre; se te pide que seas la hermana que eres. Es tu deber
Escuchó la palabra deber y los ojos se le oscurecieron, la boca se le abrió y me miró como a un monstruo, un protodinosaurio.
—¿Deber? Cómo puedes hablar de deber. ¿Qué deber? ¡Eso es quitar la libertad!
Había pronunciado una palabra terrible, imperdona­ble: Deber.
Me olvidé de que no figuraba ya en el diccionario de los seres humanos posmodernos.
—¿Cómo pude haber cometido torpeza tan grande? —me reprochaba.
Sonreí. Pero creo que no me salió la sonrisa pertinente. Le dije:
—Mira, flaca...
Para ponerme a tono, para hacerme amiga de ella, para que me perdonara la vida.
Finalmente me cansé, de mis teatros, de mis miedos, de mis vacilaciones y reflexioné que debería ser consecuente y arriesgar la vida si fuera necesario, pero decirle la verdad, toda la ver­dad o al menos una parte de ella. Y la verdad es que vive en una relación donde se generan compromisos aunque se detesten, la verdad de la convivencia tiene su costo y sus alternativas son limitadas o acepta a cuidar al nene o enfrenta los conflictos con los padres. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Recomendaciones para dar de comer al niño

Dar de comer al niño en algunas ocasiones se convierte en una faena desgastante entre
niños y padres y para evitar este tipo de situaciones sugiero sigas las siguientes recomendaciones;
Llámalo a comer cuando este servida su comida y no cometas el error de llamarlo cuando aun no está servida pues solo abres un preámbulo de expectativas como: que comerá, le gustara, será mucho o poquito, lo regañaran, etc. expectativas que bloquean el momento de comer.
Lo atractivo de un platillo invita a cualquiera a degustarlo, y si es sopa, alimento que regularmente rechaza un niño o las clásicas  verduras, solo acompáñalo con una carita feliz hecha con pan, tortilla e incluso una verdura, en sintesis la creatividad motiva a cualquiera.
Otra sugerencia reside en erradicar verbalizaciones innecesarias como; comete toda la sopa, no dejes nada en el plato, etc. argumentaciones que solo condicionan la mente de un pequeñito llevándolo a odiar a la sopa. Si dejo sopa, quizá al otro día le  sirvas un poquitito para que se percate que por si solo se comió  la sopa sin que lo regañaran. 
En conclusión el conflicto se acaba cuando se entiende la forma de comer de un niño.

Tono muscular

Recostado boca arriba toma al bebe por los tobillos y flexiona sus piernas sobre su vientre presionando suavemente por unos segundos, después extiéndelas. Repite el ejerció varias veces estarás fortaleciendo los músculos y tono muscular del niño.

Masajear la cabecita

Masajear la cabecita del bebe es un acto realmente agradable para el recién nacidito, sobre todo después de haber hechos grandes esfuerzos para atravesar un profundo canal para nacer (parto natural) o bien para recuperarse del momento en que lo extrajeron por la cabecita (cesarea) cualquiera que haya sido la forma de nacimiento conviene masajear su cabecita regularmente. Con ambas manos utilizando las yemas de los dedos, efectúa el masaje circular sobre la cabeza, ejerciendo ligera presión, recorriendo toda la cabeza ve dando suavemente pequeños golpecitos con las yemas como si cayeran gotitas de agua o como si se tocaras el piano delicadamente sobre su cabeza, procura cubrir toda la cabeza incluyendo la frente y la región lateral hasta sus oídos.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Eso que miras se llama...


Estimulando sonidos

Estimular el lenguaje a los tres años resulta valiosísimo para él niño, porque es la edad en que se encuentra afinando algunos sonidos. Solo requieres identificar que sonido es el que más se le complica y estimúlalo quizá una vez por semana. Por ejemplo si es una grafía como la r, la g, o la s, solo haz sonidos con ellas e invita al niño a mirarte muy de cerca para que observe como evocas el sonido e invítalo a imitarte, y si se niega, estará bien, lo importante es que se percate como sale el sonido de tu boca, con que órgano del habla lo haces y como se escucha, llegara el momento en que tu pequeñito lo haga por si solo.

Trepar escaleras

Siempre resulta muy importante enseñar al niño a subir escalones, los escalones para ir de un piso a otro, si en casa ya lo sabe hacer, felicidades por ti, pero si aun le cuesta trabajo o se le mira titubeante, te sugiero que lo continúes estimulando a subir escalones sea en casa o sea en los juegos del parque. Y para contribuir a este acto de trepar escalones te propongo una alternativa más; coloca en casa una escalera pequeñita, aquellas que son de metal o madera,  para invitar al niño trepar por ella e ir por un juguete o algún artículo que previamente elegido. Invítalo a subir por ella, tomándolo por la cintura, mostrándole como deberá colocar los pies y colocando sus manitas sobre los barrotes para trepar escalón por escalón. La intención de trepar por un escalera en casa tiene fines muy importantes:ejercitar músculos, controlar todo el cuerpo, orientación, seguir indicaciones, pero sobre todo y muy en especial adquirir confianza. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La pequeñeces de la vida


Garabatear

Provéete de un gran tramo papel y plumones coloridos. Solo coloca el papel en el piso y al bebe en la postura de gateo al centro del mismo, dale el plumón y él se encargara del resto, pintar y pintar. Se cuidadosa supervisando que el niño no pinte fuera del área de papel. Propiciar este juego en un niño es propiciar: el gateo, su ubicación espacial, el control de su cuerpo, motricidad fina y por supuesto la alegría de garabatear. 

Rodar y rodar

Coloca sobre el piso alguna colchoneta o tapete confortable, recuesta al niño sobre el e invítalo a rodar, para ello impulsa su cuerpecito suavemente para logre dar la primera vuelta, vuelve a repetir la acción de ida y de regreso. Para finalizar coloca un juguete al frente para que vaya por él y cuando lo alcance vuelve a colocarlo. Rodar e ir por un juguete son actos que fortalecerán su cuerpecito y además estarás preparándolo para la marcha. 

martes, 12 de noviembre de 2013

El sueño


Arriba - abajo

Acuesta al bebe boca arriba sobre la cama, tómalo de las manitas y llévalo a sentarse una y otra vez, suave y gradualmente. Nuevamente acuéstalo sobre la cama y ahora llévalo a pararse directamente una y otra vez. Dos momentos graduados que estimularan; flexibilidad, tono muscular y coordinación, recursos valiosos que favorecerán su marcha.

Generando sonidos

Para esta aportación vas a requerir de diferentes utensilios que emitan sonidos como; cacerolas, cucharas, vasos de vidrio, palas de madera, etc. La intención radica en elegir artículos de la vida diaria para emitir sonidos al pequeñito, sonidos de la vida diaria. Solo se tratara de emitir suaves soniditos con lo que elijas al frente del pequeñito una y otras vez, al mismo tiempo que le charlas. Procura que los sonidos no altere al pequeño, sera una excelente oportunidad para estimular en el niño su capacidad auditiva, visual y sensorial.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Sabe que es un corazón...


Intimidad

A los niños les gusta mucho quedarse solos; necesitan espacio para su crecimiento. Los padres solo deberán estar atentos, pru­dentes, para que no le sucedan accidentes. Hablo de ser prudentes. No interferir en su juego. Eso es permitir en el pequeño la indagación, la investigación, la aventura.

¿y si nos equivocamos?

—¿Y si nos equivocamos? —preguntan a menudo los padres, perplejos, temerosos, cuando se los invita a ser padres  con el adolescente.
Esa interrogante parecería justificar la parálisis de muchos que persisten en el miedo a los hijos. Se escudan finamente detrás de esa reflexión sutil:
—¿Y si nos equivocamos? —Así dicen y con ello creen que el tema concluye, y que cada cual se va por su lado.
Mi respuesta:
—También para eso estamos, colegas padres, madres,  para equivocarnos. Y no es una eventualidad correspondiente al ser padre o madre, sino que es la savia elemental de la vida humana. Vivir es acertar a veces y equivocarse otras. No habría divorcios de parejas si no hubiera gente que se equivocó. Y no obstante no podían saberlo antes de equi­vocarse.
Otros tal vez se casaron con incertidumbres, con mie­dos, y luego resultó ser que no se equivocaron, y viven jun­tos hasta el final de sus días.
Como seres humanos, como padres, no nos queda otra opción que actuar. Claro que no a tontas y locas actuaciones, sino con saber, con reflexión, y sobre todo con autenticidad.
Un padre que se equivoca frente a sus hijos, lo hace desde su más íntima convicción, lejos de obtener repulsa, será amado y respetado por sus hijos.
La perpetua caricia —¡ahí no se equivoque!— no en­gendra perpetuo amor.
La autoridad funciona de persona a persona. Es diálo­go, es confrontación, es libertad de los interlocutores, de cada uno, y cada uno decide lo suyo.
El autoritarismo es lo menos deseado, por cierto. Pero en el miedo al autoritarismo hay padres que se paralizan y no se atreven a intervenir en la vida de los hijos cuando éstos corren peligros de diversa índole, sobre todo los peli­gros morales y psíquicos, peligros de la evolución en cuan­to persona.
Una mala compañía es un peligro para tu hijo, el ado­lescente. Es tu deber intervenir. Procura dialogar, no casti­gar. Pero no te quedes de brazos cruzados, mirando el panorama desde el puente, pensando:
—Es su vida, es libre, es su elección...
Eso no es respetarlo, es dejarlo solo, abandonado.
El amor interviene, procura modificar rumbos que con­sidera erróneos, grita, protesta, exige. Somos recíprocamente res­ponsables los unos por los otros. Ese es el sentido básico, elemental, del amor.
Para eso estamos los padres. O si no, ¿para qué esta­mos

jueves, 7 de noviembre de 2013

El juego simbolico


Un listòn para anudar

Un pañuelo, una mascada o un listón de cualquier tela bastaran para invitar al pequeño a anudarlos a tu cintura, en tu brazo, colocarlo en tu cabeza o en el cuello. Previamente sugiero que le muestres como hacer un nudo simple, muy simple permitiéndole al niño que lo anude en las zonas sugeridas anteriormente. Le brindaras experiencias afectivas y motrices inimaginables, de entrada tocara a mama para anudarla con una tela, controlara sus manitas, te mirara muy de cerca y estará a la expectativa para saber si lo hace bien o mal, estimularas sus deditos, favorecerás su atención. Momentos memoriales que se graban en un niño con el solo hecho de anudar una tela.

Correr

Correr es una actividad que produce gran placer en el niño a partir de que su marcha se ha afianzado. Y si la carrera se estimula con actos orientados y sencillos favorecerás de manera amplia su esquema corporal, pero además el niño sabrá como canalizar su energía. La carrera la puedes estimular visitando un parque de manera libre y espontanea, sea al ir por una pelota, al perseguir un papalote, como desees. Pero también puedes favorecer la carrera tomándose ambos de la mano, en un primer momento siguiendo el ritmo del niño y en un segundo momento permite que el niño siga tu ritmo y para cerrar la carrera que tal que lo invitas a que te atrape, es decir correr para atraparte, y viceversa; que el niño corra para que lo atrapes. Correr es un acto tan simple que por lo general reprimimos en el niño diciéndole no corras, detente, obvio que el querrá hacerlo en todo instante pues ha descubierto lo delicioso que es, así que contrario a reprimir, orienta la carrera. 

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Para la ciencia es un reflejo


Sentarse y estirarse

A los diez meses el bebe ya se sienta solo. Y para seguir estimulando esta postura sugiero que sientes al bebe en el piso rodeado de grandes pliegos de papel de china de distintos colores, crearas unos instantes de colorido y texturas para el bebe. Para ello provéete de papel de china  de diferentes colores y haz grandes bolas de papel, posteriormente colócalas a su alrededor. Tal vez te preguntaras; y que tiene que ver esto con la postura de sentado, te responderé; estar en la postura de sentado y mirar a su alrededor infinidad de estímulos para atrapar estimula el cuerpo del bebe para; estirarse, tomar, estrujar, aventar, etc. solo te recomiendo estar muy pendiente del niño para que no se lleve el papel a la boca pues es una reacción muy natural. 

Descubriendo juguetes

Sienta al niño sobre la cama, apoyado en cojines, si es que aún no se sienta, coloca al frente a una cierta distancia juguetes y tápalos con una sabanita, procura que el niño te vea hacer el acto. Una vez que has ocultado los juguetes invita al niño a descubrirlos.  Tal acto moviliza al niño, explora los juguetes, retorna a la postura de sentado, manipula uno a uno, etc. Repite la acción varias veces, el solo hecho de esconder y descubrir juguetes, tiene grandes significaciones para el bebe pues estimula su pensamiento, percepción, atención y control postural.

martes, 5 de noviembre de 2013

Convivir con sus iguales


Relaja las piernas del bebe

Relaja las piernitas del bebe, basta  moverlas extendidas o  flexionadas, a un lado, al otro, arriba, abajo, al pecho. Repite la serie de dos a tres veces, por ultimo realiza suaves fricciones en ambas piernitas del bebe por ambos lados y al terminar déjalo reposar.

El lenguaje durante los primeros meses

Es importantísimo estimular el lenguaje durante los primeros meses, pues de ello dependerá un lenguaje bien estructurado y claro, a mayor edad. Basta iniciar a estimular los órganos del habla en tu bebe como son garganta, lengua, labios, mejillas.
Realiza suaves soniditos con la garganta e invita al bebe a imitarte en todo momento. Pasemos a la lengua; saca y mete la lengua gradualmente, haz chasquidos con la lengua e invita al bebe a imitarte en todo momento, si no lo hace, no importa, tu bebe se esta percatando de los órganos del habla. Finalicemos con las mejillas; infla y desinfla las mejillas una y otra vez para que te mire el bebe. Tal vez tu bebe no hizo nada, sin embargo se percato de los órganos del habla. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Aunque el pasado se resista en desaparecer...


Llorar

Llorar es una necesidad profunda. Si permi­tes al niño llorar, el niño quedará como nuevo, estoy hablando de un llanto normal, no al llanto que alude berrinche o pataletas, no a ese no me refiero. A través del llanto normal el niño expulsa la frustración, a través de las lágrimas. De lo contrario, si un niño contiene el llanto, conten­drá la frustración. Entonces se irá acumulando, quizá tú eres «un montón» de lágrimas, solo recuerda las veces que has reprimido el llanto y descubrirás cuanta frustración alberga tu corazón. Ahora, los especialistas dicen que se necesita el grito esencial para liberar la frustración. Se está desarrollando una terapia sólo para ayudarte a gritar, con tal totalidad que todas las células de tu cuerpo se impliquen. Si logras gritar tan enloquecidamente, hasta que el cuerpo esté gritando, te liberarás de mucho dolor, de mucho sufrimiento acumulado. Por ello te digo; permite al niño llorar de manera natural, no reprimas su llanto con un "cállate", no, deja que explote en lagrimas lo ayudaras a liberar su frustración,

El caballo de juguete

Tierra y cielo. Límites y alas. Fantasía, ilusión, sueño. Todo ello es el hombre, y sobre todo fantasía. Demarcar el camino, sí, pero no constituirlo, no atiborrarlo con cosas, con prefabricaciones de la sociedad de consumo.
Dejarle crecer, al hijo, sus propias alas. Ponerle límites, y sobre todo ponerse —yo, tú, nosotros los padres— límites.
Alguna vez, a los cuatro o cinco años estuve subido sobre un enorme caballo de juguete, de esos que estaban montados sobre dos maderas arqueadas que permitían mecerse, como si uno estuviera cabalgando.
Pero ese no era mi caballo, no. Ese me lo prestó un amigo de mi prima Amalia, que entonces era una señorita y me llevaba con ella cuando iba a visitar a sus amigos, pretendientes y novios, nunca supe exactamente por qué. El hecho es que tenía un amigo que yo llamaba el tío Marcos, y que era el dueño de una juguetería donde Amalia, mi prima, trabajaba. En mis visitas, por tanto, dis­frutaba de ese mar de juguetes de aquellos tiempos. Entre ellos, aquel magnífico caballo, casi troyano.
Sin embargo, insisto, mis caballos, y los de mis hijos y los de tantos otros chicos, no fueron caballos con forma de caballos, sino palos de escoba sobre los que, entre las piernas, cabalgábamos inflamados de ansias con­quistadoras, de indios, de cosacos.
¡Caballos, sí, eran los de antes, esos palos de escoba, qué lejos llegaban, qué raudos eran, qué epopeyas protago­nizaban!
Creo que ya no hay más de ésos. Creo que actualmente la sofisticación del mundo del juguete impide que esos cor­celes de maravilla existan.        
Porque, les digo, el mundo es interior, y no exterior. El caballo del exterior, el de madera, el de plástico, de pelí­cula, anula el del interior, el de la imaginación, el del alma.
El error capital de los padres actuales es no conocer esa nimia ley de la psicología humana: el niño juega únicamente con sus fantasías. Los juguetes hechos y armados son inútiles.
Como dice Ernst Gombrich:                               
"La niña rechaza una muñeca perfectamente naturalis­ta a favor de algún monigote monstruosamente abstracto, un trapo, un ovillo de lana. Esas son las mejores muñecas, las más profundas, las más queridas, las más privadas."
Jaime Barylko