lunes, 9 de diciembre de 2013
Fracaso escolar
Cuando un niño no ha contado con el tiempo
suficiente para madurar aquella primera inteligencia práctica que dará cabida a
las estructuras del pensamiento tenemos
como resultado un niño con un bajo
rendimiento escolar. Atraso cuyo origen se halla en el orden de la asimilación
y la acomodación cognitiva. Siendo más específica, este atraso lo podremos
observar en las calificaciones escolares que el niño lleva a casa. Todo
resultado escolar pone de manifiesto donde está fallando el niño, o dicho en
otros términos; un conflicto cognitivo. Por lo general encontramos que suelen
ser los aspectos matemáticos o el proceso de leer y escribir. Procesos que a
medida que avanza el niño en su aprendizaje se enfrenta con diversos conflictos
cognitivos. Conflictos ocasionados por la falta de comprensión, el análisis o
la lógica. La importancia de resolver este conflicto infantil oportunamente es
determinante para llevar al niño a madurar las nociones elementales de las
estructuras lógicas, estructuras que debieron ser asimiladas y comprendidas
durante su primera infancia. Porque digo que es vital atender estas estructuras
de pensamiento cuando miramos un fracaso escolar inminente, porque si cometemos
el error de obligar, intimidar o coadyuvar el aprendizaje del niño mediante
exigencias severas, contrario a atender oportunamente el conflicto cognitivo lo
que ocasionamos es un atraso escolar más severo.
Cuando un chico carece de estas estructuras del
pensamiento para atender las múltiples operaciones nacientes de una vida
escolarizada, sólo va cubriendo
parcialmente campos limitados de aprendizaje. Estas limitaciones hacen referencia
al sentido y madurez de las operaciones iníciales, a las que se llama
“concretas”, operaciones que aún están carentes de comprensión, pues las
reuniones, seriaciones, correspondencias, etc., ejecutadas durante la primera
infancia, aún carecen de una asimilación y acomodación correcta para dar paso a
un pensamiento lógico.
Pero que hacer como padres de un niño que enfrenta
un fracaso escolar?
De entrada realizar una evaluación psicodiagnóstica
para precisar el origen del fracaso escolar.
Enseguida atender los resultados de la psicometría
desarrollando un programa terapéutico enfocado a la vida escolarizada del niño
y en especial en el conflicto cognitivo
que presenta el niño.
Y por último generar un seguimiento continuo
respecto al avance escolar del niño hasta llevarlo al equilibrio cognitivo que
tanto le está urgiendo su vida escolar.
Cuando el nene dice; "Yo hago lo que quiero"
Si hablásemos claro con nuestros hijos, previa conversación clara
entre nosotros los padres, implementaríamos un clima de responsabilidad
compartida, puesto que nos necesitamos los unos a los otros, y cumpliendo con
las normas nos ayudamos a vivir y a realizar mejor nuestras otras libertades,
vocaciones, anhelos absolutamente individuales.
Eres individuo contigo mismo y eres persona con los demás. Estos dos
ámbitos deben ser reconocidos.
—¡Yo hago lo que quiero! —me dijo una vez un adolescente.
Yo lo miré y le respondí:
“El ser humano no se define como tal porque hace lo que quiere, sino
porque hace lo que debe”
—Por deber, hijo mío, has de cumplir ciertas funciones en esta casa.
Porque los deberes son recíprocos, y todo ello facilita la relación. Cuando arribes
a la cumbre del Himalaya abre la boca y grita tu grito más fabuloso al cielo y
al espacio. En casa, aquí, entre nosotros, no grites...
viernes, 6 de diciembre de 2013
Como enseñar los colores
Para estimular la noción de color en el niño basta con llevarlo a
vivir experiencias concretas. El aprendizaje de la noción de color deberá estar referido a las experiencias
diarias del niño, es decir la enseñanza se debe asocie al entorno del niño.
Gradúa el aprendizaje partiendo de los colores primarios para llegar a los
colores secundarios. Por ejemplo si quieres partir del color rojo, diseña la estrategia
para enseñar el color mediante sus prendas de vestir como; su vestido es rojo,
la manzana que come es roja, el coche de su amiguito es rojo etc. Observas como
te centras en el color primario que deseas enseñar y a la vez lo estas
introduciendo a conocer los colores secundarios. Y cuando la noción del color
rojo se encuentra bien asimilada pasa a otro color.
Desplazamientos con el niño
Invitar al niño a desplazarse por doquier dentro de casa es una
excelente invitación para estimular la noción de tiempo y espacio, sintonizando
ambos aspectos con cualquier sonido que escuche el pequeño. Tal propuesta solo
requiere de una campana, un pandero, incluso un sartén con una cuchara grande
para tocar. Cualquiera de los artículos que elijas será un excelente recurso
para estimular las capacidades mencionadas anteriormente en tu pequeño. Basta
invitarlo a marchar o caminar por casa, toda la casa, al ritmo de la cacerola,
veras como provocas expectativa en el pequeño, pues mama va a jugar. Y si
deseas ampliar la experiencia, solo requieres tocar la cacerola a diferentes
ritmos, rápido, lento, normal, al realizar
la caminata.
jueves, 5 de diciembre de 2013
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