Los problemas de conducta de un niño en la escuela, tienden a ser resueltos
si se les aborda desde casa o bien desde la escuela. Desde casa... si el niño
convive con normas claras, precisas y es respetado por el adulto difícilmente presentara
problemas de conducta en la escuela, compete a la familia desarrollarlas desde el hogar. Ante cada grito,
exigencias o irreverencias adulta hacia el pequeño Ser del niño, solo tendrás como respuesta rebeldía u hostilidad infantil. Desde la escuela… todo problema de
conducta dentro del aula es resuelto evitando en primera instancia etiquetamientos hacia el niño. Un niño sabe perfectamente cuando es etiquetado como problema, o
no lo quieren dentro del salón y su única forma para ser aceptado es generando
problemas mayores pues es su única forma de relacionarse. Si el adulto le dice al niño que se porte bien, es como
decirle que se porte mal. Encontraras una mejor reacción si omites todo
comentario negativo hacia al niño frente al resto del grupo y le ofreces tu sintonía o solidaridad. Cada que un adulto sintoniza con un niño que enfrenta problemas
de conducta obtiene una reacción inmediata del niño, pues invita al niño a confiar en alguien,
entonces sucede el cambio, porque el niño
se deja guiar. Pero jamás se te ocurra fracturar esa pequeña puerta de confianza
que abriste, si no es verdadera tu solidaridad hacia él sera captada de inmediato y retornara a la rebeldía, agudizándose aún mas el problema y lo único que abras conseguido es que el niño no crea en el adulto.
miércoles, 28 de enero de 2015
Problemas de lenguaje
Los principales problemas de lenguaje en un niño tienden agudizarse cuando
mama o papa le dicen a un niño que hable bien, le exigen que pida las cosas por su
nombre o hacen comparaciones respecto a su lenguaje con otros niños de su misma
edad, o bien le dicen que reaccione rápido. Toda conducta adulta que limite un lenguaje natural en el niño traerá como consecuencia graves problemas en su lenguaje. Cuando te propones dejar que el lenguaje de tu hijo fluya estimulándolo adecuadamente, de manera natural surge el parloteo infantil.
Estimula el pensamiento del niño
Si de estimular el pensamiento infantil se trata es vital que lo inicies
sin memorizar, inicialó a explorar, indagar, analizar, establecer relaciones, en
concreto a ser espontaneo. Si te propones dar al niño un estimulo diario que
lo invite a pensar como; cuantos monedas te di, sal al jardín a traerme 15
hojas pequeñitas y grandes, ordena tus zapatos por colores, enrolla los
calcetines por pares, sirve agua a la mascota, etc. En breve tiempo te percataras como de manera natural activas el cerebro del niño. La rutina hogareña te presenta infinidad de oportunidades para enseñar a tu peque a pensar, mas no a memorizar, ahí esta oculta la clave para el éxito de un pensamiento
extraordinario.
miércoles, 21 de enero de 2015
El rostro original del niño
El rostro original
del niño es tan valioso que cualquier problema vale la pena. Es tan valioso
que, pagues lo que pagues, sigue siendo barato; no te está costando nada. Y qué
alegría el día que te encuentras a tu hijo con su rostro original intacto, con
la misma belleza que trajo al mundo, la misma inocencia, la misma claridad, la
misma alegría, jovialidad, la misma vitalidad... ¿Qué más puedes pedir?
La ira en los niños
Si el niño te pega, te grita o te lanza objetos, es un niño que ha
descubierto que la valía de mama o papa puede ser vulnerada, así que es hora
de ir por ella, es momento de; rescatarla. Hablo de rescatarte frente a tu hijo o hija. Es la proeza más dignificante que un padre o una madre llega a
realizar y que todo ser humano merece. Vigilar tu autoestima frente a los hijos
no significa desprender ira hacia ellos, mucho menos permitir que la ira que ellos
detonan te toque. Permíteme decirte que rescatarte de la violencia que los niños generan no significa lesionarlos no, de eso no se trata. Se trata
exclusivamente de tu propio rescate, sin emplear la violencia hacia ninguna de
las partes, hacia los hijos o hacia ti.
El cómo hacerlo será una enorme hazaña que solo a ti te compete. Estoy convencida que cuando generamos
conductas que fortalecen la relación con los hijos o hijas uno se siente muy a
gusto y si la ira estalla de pronto, ellos saben qué hacer con su propia ira, pero
no la canalizan hacia los padres. Si tus hijos te observan cómo te respetas y los respetas, ellos sabrán perfectamente que hacer con su ira. Así que salvarte de la
violencia que generan hijos solo te compete a ti, mirarte como la
victima solo agravara la situación; por un lado crea en los chicos
sentimientos de culpabilidad o bien corres el riesgo de que su ira se
intensifique, ambas son conductas que los lleva a sentir minusvalía. Salvarte por
ti misma es la solución y el cómo hacerlo te exigirá de valía y valentía.
Valía para descubrir que te perteneces y requieres ir por ella para mostrar a
los hijos como se hace para respetarte. Valentía para enfrentar la situación
con entereza, sin darle rodeos a la situación o encubrir la violencia, mucho menos quedarte en la inercia. Como también puede llegar a suceder que uno disculpa a los hijos porque son pequeños o
porque no saben lo que hacen. Requerirás de una potente valentía para
tomar tu corazón fuertemente y
rescatarlo de la violencia y el cómo hacerlo solo tú lo sabrás. Cuando lo logras, comulgas con el respeto y el amor hacia ti y hacia tus hijos.
miércoles, 14 de enero de 2015
La hazaña de leer y escribir
A que padre o madre no le interesa que su hijo o hija sepa leer y escribir,
de hecho considero que posterior al aprender a hablar, uno de los principales intereses
de toda madre o padre se centra en; que
el niño aprenda a leer y escribir. Sera
el tema que compartire y me enfocare en dos momentos básicos de este proceso; la edad ideal para iniciar al niño y el cómo
enseñarle a leer y escribir.
La edad ideal…
Imagina que no sabes leer, ni escribir y de pronto te encuentras frente a códigos o símbolos desconocidos o quizá alguien te pregunta;
que dice ahí? o te piden que escribas tu nombre y no sabes ni leer, ni escribir.
Te aseguro que en esos instantes tu cerebro, o bien se bloquea, o bien se queda
paralizado pues no sabes que responder, mucho menos escribir. Pues algo similar
sucede con un niño cuando de adquirir conciencia de códigos y símbolos se
trata. Con ello quiero
ejemplificar como sucede el aprendizaje de leer y escribir en el niño quien parte
únicamente de sus propios esquemas de pensamiento. Será un aprendizaje rápido
y fácil si el niño cuenta con esquemas de pensamiento acordes a su edad o bien
lento y difícil si el pequeñito carece de ellos. Bajo este preámbulo es
importante establecer la edad para iniciar al niño a leer y escribir y ello depende
de quien lo inicie. Bien puede ser en el hogar o bien el sistema escolar donde asiste al niño lo determina. Desde mi punto de vista considero que iniciar al niño a temprana edad en este
aprendizaje es ideal. Algunos padres preocupados por la educación de sus hijos
los inician a temprana edad, otros esperan a que el niño entre a la escuela o aún
más grave, existen padres que se percatan demasiado tarde que sus hijos no saben
leer y escribir. Me he encontrado con
casos donde el niño se inicia a leer a partir del año de edad, pero también casos
donde el niño se inicia a los once años y en ambas situaciones la edad influye decisivamente pues no es lo mismo enseñar a un bebe de un año quien gozara los
descubrimientos de las letras, que para un niño de once años que se enfrentara
a la premura y ansiedad del adulto urgiendolo para que aprenda a leer y
escribir. Cuando enseñe a bebes a leer y escribir a los escasos ocho
meses recuerdo perfectamente cuando le ponía al bebecito su nombre en un cartel;
Ivo y su reacción era de alegría al
mirar en el cartel su nombre, balbuceando de inmediato me decia Ivo, Ivo, una y
otra vez. Experiencia que constituyo una investigación como Psicóloga y el aval
del porque opino que; cuando un bebe se inicia a temprana edad en este proceso, goza de sus propios descubrimientos y aunque
su escritura sean simples garabatos, el niño ya se inicia a tomar conciencia de códigos y símbolos.
Como enseñar a leer y escribir...
Ahora pasemos al cómo enseñar a leer y escribir al niño. Deberás partir de
algo familiar como su nombre y asegúrate que sea el nombre de pila, es decir
si se llama; Francisco inicia el proceso con su nombre como tal para no confundir
al niño con otros apelativos como Paco, Paquito, Bebito.
Cuando lo inicies tanto en el acto de leer como de escribir deberás emplear
un solo tipo de letra no mezcles varios tipos para no confundirlo,
posteriormente se ira apropiando del resto.
Si el niño ya conoce su nombre e inicia a escribirlo, ahora llévalo a conocer
el mundo de símbolos que competen a la lectura y escritura y no necesariamente
se trata de que le enseñes el alfabeto. En primera instancia llévalo a familiarizarse
con todo tipo de códigos para que diseñe sus propias hipótesis del aprendizaje.
Y si observas que el niño por si solo pregunta, lee hace, intentos de escritura llévalo a familiarizarse con el alfabeto será momento de cerrar el círculo
de comprensión del acto tanto de leer, como de escribir. Y para finalizar sugiero que mires
los niveles que te dejo abajo, te dará un referente para no forzar u obligar al niño en este aprendizaje. Deberá ser un proceso gradual y de descubrimientos para no crear en el
niño una tortura cognitiva.
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