lunes, 16 de junio de 2014

Cuando se pierde la calma, el corazón aclama gritar!

Si gritas a tu hijo o hija, no te preocupes por gritar en absoluto, siempre y cuando no se convierta en una forma de relacionarse con el niño, es natural. Sólo tienes que recordar una cosa; equilibrarlo con amor  y tolerancia.
Hay momentos en los que uno quiere gritar, simplemente uno pierde los estribos y cuando te das cuenta ya estas gritando, los niños lo en­tienden porque ellos también gritan. En realidad, ese es su len­guaje. Si sientes que estás hirviendo en tu interior y no quieres gri­tar, el niño lo percibe de inmediato, puede sentir toda tu vi­bración. Si el niño grita y tu sonríes, el no comprenderá, el niño asocia la ira con el grito y no entiende porque sonríes si también estas enojada. El niño se molesta mucho cuando siente que la mama o papa lo están engañando, y un niño nunca perdona el engaño. Siempre están dispuestos a aceptar la verdad, muy con los pies en la tierra.
Grita cuando lo demande tu corazón y si la inconsciencia abruptamente dejo salir la ira, no te sientas culpable. Solo tienes que recordar  equilibrar este momento con el amor y la calma pasada la tempestad. Si les estás gritando, también ámalos, pero si sólo le gritas y no llegas a la calma, entonces existe un problema. El problema no surge porque les grites, surge porque no lo equilibras con la calma y el amor. Cuando un niño ha hecho algo malo, si no se lo dices en el momento del agravio, más tarde solo será un reclamo, una amenaza o una venganza. A veces sucede que cuando la crisis se ha enfriado el niño retorna  a sus deberes se concentra y tu te quedas enfadada recordando el agravio, con la rabia guardada entonces corres el riesgo de que la ira se volqué sobre el niño fría y calculadora cuando todo ha pasado. Puede que tú te liberes del enfado, pero esto no soluciona el problema, por el contrario, solo abrirás el camino del rencor ante un hecho que el niño ya olvido. Sé coherente si debes corregir al niño, corrige en el instante, si estallaste en gritos, lo demando tu naturaleza. Un grito no erradica el amor. No existe un manual de como deberás  comportarse con tus hi­jos. Una madre o un padre saben por naturaleza cómo comportarse. No se necesita aprender de nadie. Simplemente, sé natural el amor es tan mágico que a veces te demandara explotar en gritos si lo estas intoxicando.

lunes, 9 de junio de 2014

El niño de 5 y 6 años

Entre los 5 y 6 años el niño ya recorrió un largo camino por el sinuoso y ascendente camino del desarrollo.
Deberá viajar aun quince años para llegar a ser un adulto, pero ha escalado la cuesta más escarpada y ha llegado a una meseta de suave pendiente. Si bien no es aún un niño con plena madurez ya da indicios del hombre o la mujer que será a futuro. Sus capacidades, sus talentos, sus cualidades temperamentales y sus modos de afrontar las exigencias del desarrollo. Ahora ya cuenta con el sello de la individualidad.
Pero también corporiza en su joven persona rasgos de conducta características de la cultura a la cual pertenece.
El niño a esta edad, es una edad nodal,  una especie de edad de oro, tanto para los padres como para el niño. Durante un breve periodo la corriente de desarrollo del niño fluye con suavidad. El niño es feliz al organizar todas sus experiencias vividas, es dueño de sí mismo, es reservado y su relación con otros es amistosa, ha aprendido, ha madurado. Se dedica a consolidar sus proyectos antes de iniciar nuevos.
El niño de 5 años vive un interludio sintiéndose a sus anchas en su mundo. ¿Y que es su mundo? Es un mundo del aquí y ahora.
Pero si se trata de ingresarlo al preescolar o ya asiste a la escuela el niño de esta edad no tolera las exigencias si son muy acentuadas, se manifiesta incluso su tendencia por permanecer en casa, no por una dependencia anormal, sino porque el hogar es una institución compleja que lo atrae y satisface su atención. Se siente feliz jugando con todas las domesticidades donde conoce las exigencias de casa y sabe como responder a ellas.

viernes, 6 de junio de 2014

Ego infantil

Es durante la primera etapa de vida cuando nace el ego infantil. Dicho en otros términos él bebe es cuidado, protegido, alimentado, amado. Es el centro del universo, es el nacimiento de su ego.
Pero es durante la segunda infancia cuando aparece el ego infantil  y aborda otras líneas conductuales. Con la aparición del lenguaje y las emociones entre los dos y cuatro años el ego infantil se convierte en el amo y dueño de todo adulto que circunda por su periferia. Y esto lo puedes observar ante el brote de sus primeros berrinches, sus llantos incesantes, las rebeldías que surgen cuando se enfrenta o los clásicos no, los caprichos por satisfacer sus deseos o simplemente las clásicas pataletas. Son proyecciones de un ego infantil que se está gestando y va descubriendo el mundo de las normas. Las normas que mama cultiva cuando de comer se trata, lavarse las manos, los dientes, levantar los juguetes, hacer la tarea y mucho más. Normas que un niño en un primer momento no comprende y mucho menos atiende debido al ego. Y para ayudarlo a superar este proceso es necesario mostrarle que no es el centro de casa, que también existen normas y limites.
El ego infantil no le permite al niño adaptarse de inmediato a las normas de mama o papa. Sigue a la espera de que todo se le cumpla, se le provea, se le atienda mínimo deseo y es aquí cuando surgen las crisis del ego infantil. Se siente a sí mismo como el centro de toda la existencia y entonces se eleva su ego infantil hasta llegar el momento de mostrar desenfrenadas conductas  que prácticamente son incontrolables por los padres.
El ego es necesario durante los primeros años de vida del niño para que se sienta aceptado, amado,  cobijado por la familia. Pero llegada la edad de la independencia el niño deberá enfrentar por si solo las normas y los limites dentro y fuera de casa. Y en la medida que le enseñes a experimentar, vivenciar, sentir y enfrentar que existen su ego infantil se adaptara a cualquier situación que le demande su crecimiento.

lunes, 2 de junio de 2014

Al nacer

Al nacer, el niño es simplemente amor. Esto es así porque no conoce otra cosa. En el vientre de su madre no se ha cruzado con ningún enemigo. Ha vivido en un amor profundo durante nueve meses, ha estado rodeado de amor, nutrido por el amor. No cono­ce a nadie que sea su enemigo, solo conoce a su madre y el amor de su madre. Cuando nace, su única experiencia es de amor, ¿cómo vas a suponer que sabe algo sobre el odio? Ese amor lo lleva con­sigo, es su rostro original. Después se complicará todo y tendrá otras experiencias. Empezará a desconfiar de la gente. Un niño recién nacido nace con confianza.

viernes, 30 de mayo de 2014

Terapia de lenguaje

Método Mcginnis
“Mcginnis no necesita de alabanzas: su trabajo sigue siendo fecundo a diez años de su muerte y seguirá siéndolo siempre. Lo que supo dejarnos ha servido para ser ampliado, para adaptarse,  para modificarse y para utilizarse de mil maneras. Macginnis sentó las bases para trabajar, nos transmitió su energía pedagógica vital y su fe en que el niño que no habla, llámesele como se le quiera llamar, no importan las etiquetas. Las finuras en la terminología etológica y nosológica no nos deben detener”. María Paz Berruecos.
Extracto de la autora de un método  de terapia de lenguaje. Método que  ha sido como mi biblia para contribuir en la terapéutica del lenguaje de los pequeños. Recién iniciaba mi trabajo terapéutico de lenguaje con pequeñitos, hace 20 años, cuando tuve entre mis manos este método.
Consiente del hecho, de que un niño pequeño de tres años puede llegar a presentar trastornos de lenguaje, Mcginnis insiste en su método la necesidad de orientar en forma adecuada a los padres  para lograr que contribuyan también en la terapéutica el lenguaje de sus hijos despertando su interés mediante los siguientes aspectos:
Despertar en el niño su interés por comunicarse verbalmente
Propiciar actividades que le ayude a mantener su atención por periodos largos.
Proporcionarles materiales para lograr un mayor desarrollo de las percepciones visual y auditiva.
Situar al niño en casa y fuera de ella rodeado de todo aquello que le permita satisfacer su curiosidad natural.
Premisas que puede aprovechar todo padre de familia para contribuir con su pequeño en esta gran hazaña que es; hablar


lunes, 26 de mayo de 2014

Estimulación Temprana

Sin duda alguna existe en el niño esquemas de pensamiento que se desarrollan a medida que son estimulados por el entorno. Y pueden activarse por estímulos táctiles, visuales, auditivos, sociales, culturales o bien modificarse.
Pero también existen particularidades del  desarrollo infantil que hace de cada niño un ser diferente a los demás y esto se debe en gran medida a las diferencias madurativas y estímulos que recibe.
Para desarrollarse el niño necesita de estímulos y si los estímulos externos no existen o son insuficientes la organización de la corteza cerebral se detiene o se desarrolla lentamente. Por otra parte recibir estímulos anormales o dañinos para su desarrollo puede dar pauta a modelos de comportamientos inadaptados. La falta de estimulación es desfavorable para el desarrollo del niño pero de igual manera una sobreestimulación también resulta desfavorable.
Los estímulos no solo tienen un valor informativo, también tienen un valor formativo dependerá en gran medida como elijas estimular al pequeño y sobre todo la capacidad que el adulto posea para encausar al niño en el arte de estimular su desarrollo.
Si bien es deseable que las estimulaciones sean múltiples y variadas lo importante es que se den dentro de una atmosfera afectiva sin tropiezos entre madre e hijo.
Una madre o un padre que desean estimular a su hijo deberán poseer una gran capacidad de percepción y análisis para encausar el desarrollo del niño ajustándose exclusivamente al interés del pequeño y no a lo que desea el adulto. 

viernes, 23 de mayo de 2014

La música y los sonidos ambientales

La música y los sonidos ambientales son un excelente recurso para iniciar al niño a desarrollar su capacidad auditiva. Capacidad que a futuro contribuirá   en su lenguaje.
Desde que nace el bebe ya es propicio estimular su lenguaje, solo necesitas dotarte de una cantidad generosa de música infantil para ser escuchada o tarareada por el pequeño. Procura que la música contenga letra clara y sea corta. Y respecto a los sonidos ambientales cuida que sean sonidos de su entorno como el gato, el perro, los pájaros, el coche, etc, o bien pueden ser grabados para que el niño los escuche y los repita. Elije de dos a tres días para estimularlo  durante 5 minutos.