martes, 3 de diciembre de 2013

Mecer al bebe

Mecer al bebe en una hamaca es un excelente recurso para generar en todo su cuerpo apacibilidad, arrullo y sobre todo diferentes perspectivas del lugar donde lo meces ante el ir y venir de su frágil cuerpecito. Y si no cuentas con una hamaca, puedes sustituirlo por una sabana grande tomada entre dos personas para simular la hamaca y mecer al bebe, lo esencial reside en brindar al niño nuevas sensaciones.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Escribir es un acto que requiere;


Andamiajes de la inteligencia

Resulta una realidad incuestionable la inteligencia humana, así como su desarrollo y capacidad para asimilar y construir nuevos esquemas de pensamiento. Motivo que nos invita a reflexionar sobre nuestras capacidades cognitivas y que tanto las hemos aprovechado o desarrollado en nuestros hijos.
El desarrollo de la inteligencia es un continuo que va desde las acciones sensomotoras iníciales hasta las operaciones más abstractas, es decir desde que nace el niño, hasta que llega a la edad de iniciarse en la abstracción entre los seis y ocho años.
En consecuencia, el punto de partida de la inteligencia hay que buscarlo en el primer período del desarrollo, caracterizado por las acciones y la inteligencia sensomotora. Para conocer la inteligencia infantil durante esta etapa, basta percatarse de las percepciones y los movimientos del niño como único instrumentos de evaluación. Estoy hablando de una inteligencia totalmente práctica, inteligencia que atestigua durante los primeros años la existencia de un pensamiento. Desde que nace, el niño manifiesta un esfuerzo por comprender las situaciones que lo rodean, mediante la mirada, sus primeros reflejos o la succión. Resultado de una inteligencia que inicia a gestarse a través de la construcción de esquemas de acción que le servirán de subestructuras a las estructuras operatorias, dicho en otros términos; abre paso a las operaciones lógicas. Entre el año y cuatro años observaras a un niño que se inicia a conservar, su lenguaje aflora gradualmente, da sentido a los objetos sólidos o líquidos, clasifica por atributos, seria por tamaños, color o forma. Paralelamente construye relaciones causales ligadas primero sólo a la acción propia y, progresivamente en relación con la construcción del objeto, el espacio y el tiempo. Entre los cuatro y diez años el niño deberá poner en tela de juicio aquella primera inteligencia desarrollada durante su primera infancia. Hablo de las primeras  preoperaciones que debieron darse bajo un amplio esquema desarrollo. Preoperaciones que deberán encontrarse asimiladas y acomodadas en el pensamiento, todo ello con la finalidad de abrir paso a lo que enfrentara en breve; las operaciones lógicas. Las operaciones que le demandara una institución (la escuela) para analizar, comprender, razonar y sintetizar nuevos aprendizajes. Entre estos aprendizajes tenemos el proceso de leer o escribir, aprender otro idioma, razonar las matemáticas, etc. Aprendizajes escolarizados que estarán esperando a un niño para imbuirlo en un pensamiento totalmente lógico y si tu pequeño no se encuentra dotado de aquellos procesos que te he hablado al inicio de este artículo, obvio que se enfrentara a infinidad de obstáculos como; confundir las letras con números, no entiende las restas o las multiplicaciones, es distraído y no pone atención, evade ir a la escuela. Factores que reflejan un conflicto cognitivo. Y no es una cuestión que de que niño sea o no inteligente, es una situación que pone en tela de juicio la pedagogía de la enseñanza.
En conclusión los andamiajes que darán solides a las estructuras del pensamiento se irán cristalizando en la medida que el niño se involucre en su entorno y halle los detonantes básicos para dar paso a su inteligencia, una inteligencia que de ser meramente practica en un primer momento, pasa a ser una inteligencia abstracta. 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Una fila de cochecitos


Contando cuentos

Arma cuentos  con los juguetes del niño. Los juguetes del pequeñito son una excelente alternativa para construir frases, oraciones y pequeños relatos que contribuirán en su lenguaje, favorecerás su imaginación y sobre todo te percataras de sus sentimientos. Basta elegir previamente algunos juguetes del niño, sentarte con el e iniciar la narración y para ello sugiero que seas tú quien inicie el cuento. 

Se para en un pie sin ayuda

Se para en un pie sin ayuda, es el logro de un pequeñito entre tres y cuatro añitos lo cual es sinónimo de que ha alcanzado el control de la marcha, ahora está afinando su equilibrio.  Y para contribuir con su equilibrio bastara jugar con él  al avión, si al avión. Solo pinta un avión haciendo cuadros en el piso con gis, provéete de una ficha y jueguen al avión, por  turnos. Lanza la ficha al primer cuadro,  entra saltando con un solo pie, toma la ficha y sal del cuadro saltando con un solo pie, continúa al siguiente cuadro de igual manera, en el siguiente turno invita al niño a imitar lo que hiciste. Pierde su turno quien no atine al cuadro, quien pise con los dos pies y gana quien llegue al final del recorrido del avión que dibujaste.  Obvio que a tu  pequeñito se le dificultara enormemente lanzar la ficha,  saltar como lo hace  mama y sobre todo mantener el equilibrio para avanzar, pero no importa, todo intento es la estimulación que propicies en el niño; “intentar saltar” ayúdale en todo momento para que avance, los intentos que realice serán un excelente estimulo.