lunes, 16 de septiembre de 2013

Las palabras que expresan emociones

A medida que el niño crezca, podrás hablarle más sobre las emociones, de manera que aprendan las palabras que le permitan expresar lo que siente. Si un niño está sintiendo rabia o frustración y le ayudas a sacarla mediante palabras; sientes rabia? ó, estas muy enojado? contribuyes con él a sacar la rabia. Pero, si te enfadas a la par que el niño, la rabia se multiplica y solo enseñas al niño a ser iracundo. Si el  pequeño se encuentra experimentando rabia, en nada contribuyes con el, sumándole más rabia.  Aquellos niños que al sentir emociones intensas aprenden a usar las palabras, en lugar de sus puños, aprenderán a controlarse. Ellos sabrán cómo se sienten y podrán dejárselo saber a los demás sin actuar agresivamente. Aprenderán a emplear las palabras que darán salida al cauce de las emociones, emociones que son tan normales en un niño como en un adulto. La diferencia estriba en que el adulto conoce todo un bagaje de palabras para expresar sus emociones o conducirse frente a ellas, pero un niño se está iniciando en la aventura de las emociones.

Compartir el hogar


Al nene le dije, un domingo, entre raviol y raviol:
—Que pongas los pies sobre la mesa, hijo, no es malo ni es feo ni está prohibido por la ética, pero es la mesa en la que todos nosotros comemos, y conviene que la comparta­mos, porque más mesas no hay en casa. Entonces baja los piecitos, ¿sí?
Educar es señalizar el camino. El resto, como decía Machado, se hace al andar.
—A nosotros, los padres, nos compete educarte. A ti te compete crecer. Quizás estás en disconformidad con tus padres. Pero estar disconforme es pensar, es plantearse una alternativa, y eso ayuda a crecer. Y cuando crezcas mucho, hijo mío, cuando alcances niveles superiores de conciencia y de saber, podrás incluso decidir si esos límites serán los tuyos, o si te propones rebelarte contra ellos y modificarlos. Rebelarse es oponerse a un sistema de lími­tes, y elegir otro en su lugar.
Domus, en latín, significaba hogar, la vida compartida. Hogar es también del latín fogar, relativo al fuego. Ese fuego que se enciende en días fríos y alrededor del cual nos sentamos para compartirlo.

Jaime Barilko; los hijos y los limites

jueves, 12 de septiembre de 2013

A esta edad, el pensamiento...



Cajas de cartón

Solo enseña al niño a atar una cuerda a una caja de cartón grande  y dásela al pequeñito para jalarla. Es tan divertido mirar como transforma esa caja de cartón en su coche, o la llena de muñecos, o quizá el se meta a ella para ser jalado por ti, se trata de dejarlo solo con la caja y observaras el sinfín de usos que le dará. Consciente estoy de que en nuestros tiempos el niño posee más de un juguete, juguetes que ya cubren esta función, sin embargo te invito a aprovechar esta alternativa para estimular; el acto de amarrar, controlar los deditos, la pinza entre pulgar e índice, atender indicaciones, controlar su cuerpo y orientarse al desplazarse o ser desplazado.

Caminar

Caminar es una don tan preciado de la vida, que pocos no detenemos a estimular el buen caminar. Te invito a estimular este aspecto en tu pequeño a partir de que se inicia en un caminar es seguro y confiado. De entrada cuida la correcta postura de sus pies al caminar, es decir talón, punta, talón punta y esto puedes practicarlo mediante ejercicios sencillos como caminar sobre una línea, sobre una tabla, o una banca además de cuidar el correcto caminar estarás estimulando la orientación espacial, el equilibrio y la percepción del niño.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Ella sabe amar


Envolver

Envolver es una acto que invita a estimular varios aspectos de desarrollo en el niño. Solo requieres de kleenex o servillas y cubos o juguetitos pequeños. Siéntete frente a él muéstrale como se envuelve un cubo e invítalo a hacer lo mismo. Este ejercicio detona en el pequeño infinidad de intereses; tomar el cubo, imitarte, controlar manitas y dedos, desaparecer el cubo intentando envolverlo, etc.