jueves, 24 de mayo de 2012
las reglas no escritas...
Las reglas o normas con las que
vive la familia respecto a la vida cotidiana, son bastante obvias y fáciles de
identificar como el aseo diario del niño, sus artículos de la escuela, o quizá
el correcto empleo de los uniformes son reglas bastante claras y dirigidas al
niño, y por supuesto que también están
las reglas de los padres como el llevar a los niños a la escuela,
sentarse hacer la tarea con ellos, proveer la seguridad material, etc. Y aun
siendo reglas tan obvias muchas veces tienden a fracturarse, pero hoy no me centrare en este
tipo de reglas. Abordare el tipo de reglas que
resultan mucho más difíciles de identificar y se encuentran tan ocultas que
difícilmente nos percatamos de ellas y son una fuerza tan poderosa e invisible
que mueve la vida de todos los miembros de la familia.
Hablo de “las reglas no escritas”
aquellas que tienen que ver con la libertad de expresión al interior de la
familia. Es decir; “posees la absoluta
confianza de decir en familia lo que sientes” Quizá resulta que puedes
decir solo lo que se debe decir al interior de la familia para no verte
lesionado, pues si intentas hablar libremente una lluvia de atropellos verbales
caerán sobre ti. Estas son las reglas no escritas a las que me quiero referir.
Y para ello te compartiré cuatro
líneas relacionadas con la libertad de expresión. Bajo este preámbulo descubrirás
por ti mismo que tanto las reglas ocultas limitan a tu familia.
¿Qué puedes decir acerca de lo
que ves y oyes?...puedes expresar tu temor, incapacidad, ira, necesidad
de consuelo, soledad o ternura en familia.
¿A quién puedes expresar estos
sentimientos?...acabas de oír a mama
o papa maldecir y te pregunto; existe una norma o regla para no permitir
las palabrotas en casa. O bien, uno de los hermanos se la pasa devaluando a
otro…-como reaccionas? y te vuelvo a preguntar, tienen una regla para no
devaluar ni dentro ni fuera la familia? O tal vez hacen promesas a los niños, y
contadas veces se cumplen, así que te preguntaría; existen reglas para las
promesas que hacen?
Podría continuar evidenciando reglas no escritas, sin
embargo ese no es mi papel…..solo tú conoces a tu familia y cuando se desean
cambios medulares nos atrevemos a revisar las
reglas no escritas en casa.
¿Cómo procedes si estas en
desacuerdo con algo o con alguien?...Si tu hijo de diecisiete años
huele a mariguana se lo dices?. O bien…. existe una regla en la familia para
que los adultos no mientan a los niños
¿Cómo preguntas cuando no
entiendes algo?.....o simplemente no lo haces? Tienes libertad en casa
para pedir a algún miembro de la familia una explicación si no se da a entender.
Cuatro líneas que te permitirán
conocer algunas reglas no escritas en casa, aunque debo reconocer que solo es un
acercamiento para indagarlas o descubrirlas por ti mismo. En concreto la vida
en familia brinda toda clase de experiencias visuales, auditivas y emocionales... es ahí
donde se anidan las reglas no escritas. Algunas traen alegría al corazón, otras
penas, y hay las que dejan una sensación de vergüenza. Cualquiera que sean los
sentimientos que despierte una regla no escrita, si un miembro de la familia no
puede reconocerlas o comentarlas…se esconderán y acabaran por minar los
fundamentos del bienestar familiar...saludos
miércoles, 23 de mayo de 2012
gateando sobre el pasto
Los chiquititos también contactan
con el pasto. Y que mejor si están en la transición de iniciar el gateo. Para
ello te propongo una salida a donde haya pasto para estimular el gateo y las piernitas del bebe.
Al salir al parque lleva contigo
una manta grande para sentarse sobre ella.
Sentados sobre la manta inicia
quitando los calcetincitos de tu bebe y tu también desnuda tus pies. Tómense unos segundos para aclimatar sus pies
desnudos al medio ambiente. Ahora levanta al bebecito por ambas manos y colócalo
de pie sobre la manta de tal forma que se mantenga con los pies firmes y derechitos….charla
con él, atrae su atención, motívale mantenerse firme, a dar breves pasitos sobre la manta, sostenerse
erguido, etc.
Ahora pasemos al segundo momento:
tomándolo por ambas manos y con los pies denuditos suavemente colócalo en la
postura de gateo sobre el pasto y tú has lo mismo, cuidando en todo momento la
postura del niño….mira su carita, invítalo a gatear, atrae su atención
para que avance a la par que tu también lo haces, arrópalo con suaves palabras para llevarlo a contactar con el pasto….Pasen a la
postura de pie y caminen por breves momentos sobre el pasto. Vuelve a retornar
al gateo sobre el pasto unos instantes más. Y finalmente ambos vayan a sentarse
sobre la mantita para evocar ese gran esfuerzo que hicieron al gatear,
felicidadessss!!!!
Atreverse a compartir un acto de
aprendizaje con el niño es compartir la vida que late segundo a segundo sin
importar edades….enhorabuena
un camino de obstáculos
No necesariamente requieres estar
en la playa para estimular el equilibrio. En casa o el lugar que decidas puedes
propiciar un excelente momento lúdico: construyendo
con el niño un gran camino de obstáculos. Para ello te sugiero que consigas
cajas resistentes de plástico o madera, incluso botes resistentes de diferentes tamaños,
quizás algunos ladrillos y si no tuvieras una buena cantidad de los materiales
que he sugerido, puedes salir a la calle simplemente a buscar obstáculos para
atravesar. Lo importante es crear un camino de obstáculos para ser atravesados por
el niño. Será un momento de gozo, de reto, de aprendizaje, de colaboración y en
especial aquello que solo papa o mama puede brindarle; jugar con él.
A quien no le atraen los retos…. y
si no me equivoco creo que el mundo está impregnado de ellos....,llevar
al niño a vivencial pasajeramente esta sensación mediante obstáculos caseros será
un momento inolvidable. Además de divertido será estimulante observar como
mediante el juego estimulas equilibrio, fuerza, control, destreza,
concentración, colaboración, participación, correspondencia uno a uno…. y si
omito la palabra aprendizaje….solo quedara un instante de gozo para ambos….disfrutense!
el pasado y su precio
Me mueve y me conmueve
la experiencia humana universal.
Entre el día que nacimos y el hoy
ya hemos vivido todo aquello que
que llamamos pasado.
Sin embargo de alguna manera
lo vivido en el pasado
se aferra a permanecer en nuestro presente
Y entonces me pregunto;
acaso ha funcionado
acaso te ha llevado a vivir esplendorosamente
quizá su sabor añejo se resiste a dejarte
o tal vez no sepas
por donde caminar y por ello
el pasado se convierte en tu presente
Solo te pregunto….has tenido que pagar algún precio
por vivir en el pasado?.....
martes, 22 de mayo de 2012
palabrotas
Llego el momento dar otro uso al
lenguaje. Y hablo de un lenguaje caracterizado por palabras nada gratas, o
hasta palabrotas. Es el resultado de descubrir que también el lenguaje se
emplea para atraer la atención del adulto. O visto desde otro marco es una
manera de satisfacer los deseos del niño.
Y particularmente el niño emplea este tipo de lenguaje cuando papa o mama
aplican sus primeras normas. Muchos padres se horrorizan cuando el niño dice:
“mama es mala”, o bien gritan sin cesar: mala, mala, mala. O bien llegan a
decir palabrotas, y es mas la angustia de los padres si desconocen donde escucho esas palabrotas.
Y obviamente responden al niño corrigiéndolo, o reprimiéndolo, pues el adulto
se sentirá ofendido, desconcertado y hasta encolerizado. Dando una respuesta
inmediata para corregir la magnitud de las
palabras. Permíteme decirte que tu niño aun no tiene ni la menor idea
del significado de las palabras que representan significados negativos, solo se
percata de su gran efecto que tiene en los adultos y por lo tanto se convierten
en un arma poderosa para controlarte, atraer tu atención o satisfacer sus
deseos.
Serás tú quien dará los primeros
patrones de las palabras bien empleadas.
Pues las palabras que emplea el niño para devaluar al adulto las utiliza
para atraer tu atención o bien para obtener su cometido. E inocentemente tú
caes en las palabras sin sentido que emplea tu pequeño. Y lo más delicado es
que ante tu reacción el niño no sabe cómo responder, pues desconoce la magnitud
de las palabras negativas. Y se queda en la incertidumbre.
Y que hacer…. por supuesto que no deberás dejar
pasar este tipo de conductas. Contrario a desestabilizarte es una oportunidad
para autocontrolarte serenando tus emociones. Y como te decía anteriormente
serás tú quien brinde al niño la guía para emplear correctamente el lenguaje. Ahora
tienes frente a ti una hermosa oportunidad de aplicar tus primeras normas civilizadas…
o sea, llego el momento de aplicar; el NO
se dicen esas palabras, o bien esas palabras dañan, o quizá las palabrotas que
me dices son feas….será tu intuición de madre o padre quien te lleve a
elegir la corrección adecuada en el niño. Y no esperes que se terminen esas
palabrotas ante el primer NO, o cualquier otro intento de corrección, pues un
niño está lleno de energía y te estará probando una y otra vez hasta llegar a
agotarte. Así que si tu primer NO fue titubeante, vacilante o al ahí se va para
salir del paso…permíteme expresarte que ha ganado el niño. Un NO se aplica
determinante mirando al niño a los ojos
y por supuesto auto controlado (a), y se vuelve a repetir tantas veces como el
niño insista, o bien se le retira fuera de tu alcance.
Han iniciado tus primeras
batallas, y requerirás de gran voluntad y energía para no desfallecer. Pues
recuerda que desfallecer a la primera, es brindarle la victoria al niño perdiéndose
de la grandiosa oportunidad de contactar con el respeto hacia los padres
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