viernes, 13 de abril de 2012
amor o firmeza?
Si un niño sólo recibe amor, sufrirá; si sólo recibe firmeza,
sufrirá. Necesita ambos. Esa es la función de la madre y del padre: la madre
debe darle amor para que el niño sepa que el amor existe, y el padre
permanecer duro para que el niño sepa que la vida no es fácil. ¡Así es la vida!
o quizá uno de los dos deberá dar ambos al niño.
Están las espinas y están las rosas, y el niño tiene que estar
preparado para ambas. El mundo no va a ser una madre; el mundo va a ser una
dura lucha. Por eso, si sólo le das amor no tendrá ninguna fortaleza. Cuando
la vida se presente ahí de verdad simplemente colapsará, porque estará
esperando a su madre, y ella no está allí; la vida no se preocupa de él.
Entonces le estará agradecido a su padre porque la vida le pondrá en la puerta
en muchas ocasiones, le gritará, y entonces sabrá que también podrá abordar
esto; también está preparado para esto.
Hay que preparar al niño para ambos aspectos: suavidad y
firmeza. No importa en qué situación se encuentre, será capaz de responder. Si
la vida es dura, él también puede ser duro; si la vida es amorosa, también
puede ser amoroso; no tendrá ninguna fijación. Ahora bien, si sólo lo educas
con firmeza se quedará fijo. Será una persona dura, pero jamás será capaz de
amar y jamás será capaz de aceptar amor porque no sabrá lo que es el amor. Será
un soldado, estará listo para luchar, para matar o morir. Esa será su única
lógica, no conocerá nada más. Y si solo les das amor esto también será peligroso.
En cualquiera de las maneras, él se quedará fijado, y una
persona viva de verdad no tiene fijaciones. Es líquida: puede cambiar y ser
dura cuando las circunstancias le requieren ser duro como el acero, y cuando
las circunstancias sean tales que necesite ser como una rosa, suave y vulnerable,
puede ablandarse.
Sera como un abanico que al desplegarse fluye las emociones exactas
para guiar al niño dejándolas a su disposición para que pueda moverse y
emplearlas con facilidad cuando le llegue el momento.
un abrazo y que tu fin
tenga un sabor de unidad y placer al celebrar la VIDA
jueves, 12 de abril de 2012
desnudito
Y si se encuentra despierto…. que
tal que le brindas un descanso a su cuerpecito. Es decir en un ambiente
acogedor y al desnudito colócalo boca abajo por breves segundos sobre mantas suaves y
acogedoras para relajar su cuerpecito. Asegúrate de cuidar su postura boca abajo, no toques su cuerpecito y
dale unos minutos para que respire su piel al aire libre ahora voltéalo
boca arriba y vuelve a dale unos minutos sin tocarlo….un abrazo
breves masajitos
El cuerpo es un hermoso don de la
vida. Y es por ello que hoy te sugiero estimular los piecitos de tu bebe. Cuando
el niño usa sus primeros zapatos tendemos a olvidar que dentro de esos zapatitos hay unos pies que requieren breves masajitos de vez en
cuando. Por ello te sugiero desnudar los piececitos del niño y masajearlos
suave y firmemente. Inicia de preferencia por la parte superior del pie hasta
llegar a las plantas de ambos pies, con movimientos de arriba – abajo y de
forma alternada. Cuando llegues a la planta de los pies procura ser delicada
con tus manos en el primer contacto y termina masajeando firmemente. Sera una
experiencia única que gozara, relajara y calmara al bebe. Finalmente deja al bebe con los pies
desnuditos sobre la cama para que goce del aire y la libertad de sus
movimientos y termina colocandole nuevamente los calcetines y zapatos...saludos
duermiendo con mama o papa...
A partir del nacimiento si el
niño duerme con mama o papa por breves espacios o toda la noche será una manera
de brindarle regocijo a un nuevo bebecito. Sin embargo prolongar esa conducta mas
allá de un año con los padres crearan en él niño un estado de dependencia o apropiamiento del espacio donde duermen los padres. Debo aclarar
que la separación del niño de los padres al dormir deberá ser gradual. Es decir
iniciarlo entre los seis u ocho meses para llevarlo
a dormir a su cuna....será una
forma de desprenderse gradualmente de los padres.
La separación comienza al
final del primer año y se completa poco a poco. Si esta separación se presentara
en el niño repentinamente, es decir casi al nacer, dejara en el niño una
nostalgia insatisfecha del calor de la madre. O contrario a ello cuando un niño duerme más allá de los dos
años con los padres, se presenta una conducta de dependencia y de apropiación del
espacio. Llevándolos a una interminable letanía caracterizada por los intentos
diarios de regresar al niño a dormir solo.
Resulta desgastante tanto para los
padres como para el niño salir de un sueño profundo para satisfacer una
necesidad de compañía. Y ante estas situaciones solo te sugiero iniciar al niño a
dormir en su propio espacio alrededor del año, lo estarás iniciarando a adaptarse a su propio espacio y sentirse cobijado por
el entorno que mama le provee previamente para conciliar un sueño apacible y
regocijante.
miércoles, 11 de abril de 2012
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