miércoles, 30 de mayo de 2018

Paso a pasito para leer


Ordena letras para formar sílabas, sílabas para formar palabras y palabras para formar oraciones. Una cadena de aprendizaje para favorecer en  tu hijo (a) mediante acciones lúdicas a manera de juego, si de juego es tan simple como; primero hablarlas, después escribirlas y por ultimo leerlas. Tan solo toma la silaba que gustes puede ser da, de, di, do o du… supongamos que eliges; du. Se trata de jugar con la silaba que eligen, jueguen con esa silaba tantas veces como deseen, es más cántenla y hagan énfasis en; du díganla rápido, lento, etc. hecho este primer juego ahora armen una palabra con la silaba elegida e incluso puedes armar tantas palabras como silabas como; dame, dedo, dinero, dona, durazno, pero veamos como hacerlo con du; durazno (hablándola al revés, deformándola, volviéndola armar) por ejemplo; aznorud, daruzno, noduraz, zanodur, durazno.... asegúrate de jugar tantas veces como quiera el niño con una sola palabra, la sola experiencia de oírla, desestructurarla, volverla a estructurar es una experiencia tan basta que deja al niño increíbles experiencias. Hecho este primer ejercicio ahora pasen a escribirla, ayúdale si se le dificulta. Para cuando el niño ya es capaz de escribir una palabra pasa al siguiente proceso pregunta que pueden decir del durazno; el durazno es dulce dado este siguiente paso será momento de llevar al niño a descubrir que existen otras letras, espacios, funciones, situaciones para irse descubriendo a medida que practican, experimentan con tantas silabas, palabras u oraciones como lo he compartido.  

Lectura en silencio


Lee en silencio pequeños textos. Para cuando el niño (a) ya lee pequeños textos resulta imprescindible crearles escenarios agradables para leer con materiales atractivos como textos cortos, grandes letras de ello dependerá que no se fracture la decodificación que  recién se está iniciando en el proceso de lectura, situación que dará paso a la  comprensión. De hecho si hoy te aseguras de facilitar el camino de la lectura en ellos para cuando lean con precisión la comprensión se dará en automático. Solo acerca textos sea que los elabores, los recortes de revistas, los selecciones de manera virtual o se los escribas en una pizarra exclusiva para el niño (a) se trata de ser creativa para que el niño (a) se detenga a leer en silencio pequeños textos. Tal vez coloques uno diario en su recamara como: “Dulce día bebe” en su mochila; “te quiero” al ir a la escuela por el o ella dale una nota; “amo venir por ti” al terminar sus tareas; “eres encantador (a)” basta poner imaginación a tus textos y abras dado el paso para guiar a tu hijo (a) en esto de comprender lo que se lee.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Características motrices de seis


Seis años es una edad activa. El niño está en actividad casi constante sea de pie sea sentado parece hallarse equilibrado conscientemente de su propio cuerpo en el espacio, está en todas partes; trepando árboles, arrastrándose debajo, encima y alrededor de estructuras de grandes bloques o de otros niños parece ser todo piernas y brazos en danza alrededor de la habitación. Encara sus actividades con mayor abandono y al mismo tiempo con mayor deliberación, quizá tropiece y caiga en sus esfuerzos por dominar una tarea. Podrá gustarle la actividad de la limpieza en la escuela, cepillar el piso, empujar los muebles aunque es algo torpe y no del todo profundo en lo que hace, le encanta la actividad y le desagradan las interrupciones. Hay mucho juego tumultuoso y peleador, le gusta luchar con su padre o con un hermano lo cual puede terminar en desastre pues no sabe cuándo detenerse. Dentro de la casa su pelota puede convertirse en una amenaza cuando la hace saltar, la tira y trata de volverla agarrar. Le interesan las pruebas de trapecio, le gusta trepar por una soga y balancearse colgado de ella, el columpio es uno de sus juegos favoritos porque se siente en libertad. Existen cambios notables a nivel oculo-manual parece tener mayor conciencia de su mano como herramienta y experimenta con ella como tal. Aun sostiene el lápiz torpemente y lo pasa de una mano a otra, le gusta dibujar, colorear tal como lo hacía a los cinco.

Características motrices de siete


Siete parece menos efervescente que seis pero tiene repentinos estallidos de comportamiento muy activo. Siete es más prudente en su manera de afrontar nuevos trabajos, demuestra una nueva comprensión y se comporta con prudencia cuando trepa o juega. Repite incansablemente una actividad hasta dominarla. Su interés por las artes posee un importante interés, sus exigencias motrices pueden constituir una verdadera necesidad aunque puede perder el interés repentinamente. Su postura es más tensa y más unilateral que a los seis, mantiene la misma posición durante un periodo más prolongado. Se sienta con la cabeza hacia adelante e inclinado ligeramente hacia el lado más dominante. Mientras escribe o escucha apoya a menudo la cabeza sobre el brazo libre posición que obstruye a veces uno de sus ojos. Siete es afecto a los lápices y a las gomas de borrar deja de lado la carbonilla para pintar al pastel prefiriendo el lápiz duro. Su prensión aunque es rígida se afloja casi de pronto y es propenso a dejar caer el lápiz mientras trabaja. Los movimientos periféricos le distraen menos que a los de seis años. Su tarea le absorbe y mantiene la mirada dentro de un ángulo pequeño. Todavía tiene inclinación a tocar todo lo que ve y a tomarlo en las manos y manipularlo.

Características motrices de ocho


Los movimientos corporales del niño de ocho tienen fluidez y a menudo gracia y equilibrio, camina con libertad. Tiene conciencia de su propia postura y recuerda en ocasiones que debe sentarse erguido, se muestra dispuesto a criticar a otros que no lo hacen. Le placen las actitudes teatrales y la expresión mediante una gran diversidad de posturas y gestos, hace pruebas de acrobacia y se deleita jugando a seguir al jefe. Ocho esta en continua actividad corre, salta, lucha, persigue a otro niño, el juego de los escondites es uno de sus favoritos aunque también le atraen otros deportes más organizados como el fútbol o el béisbol, cuando participa de alguna actividad es tan buen espectador como buen jugador. Valor y atrevimiento son característicos del niño a esta edad, trepando árboles, haciendo equilibrio sobre el borde de las cercas, aumenta sus fuerzas. Hay un incremento de velocidad y de fluidez en las operaciones motrices finas, el acercamiento y la prensión son rápidos suaves y hasta elegantes. La liberación se hace con gestos, seguros y precisos. Ocho puede cambiar la postura con mayor sentido de adaptación; se inclina hacia adelante, luego se sienta en posición erguida a manera de poder ubicar la cabeza a diversas distancias de su trabajo. Existe mayor simetría que a los siete años y con frecuencia apoya ambos codos sobre la mesa o extiende los dos brazos. Aunque es un activo hacedor de cosas, ocho comienza a ser un buen observador, no toca todo lo que ve con tanta frecuencia como antes.

Características motrices de nueve


Nueve trabaja y juega mucho, es más hábil en su comportamiento motor y le agrada ostentar su habilidad. Su regulación del tiempo se halla también sometida a mayor dominio, demuestra gran interés por los deportes de competencia. Los varones son rápidos para adoptar una postura activa de lucha y se golpean y se pelean entre sí, a menudo liberan presión acometiendo salvajemente contra algo. Nueve tiene tendencias a excederse, le resulta difícil tranquilizarse después del recreo o después de un nuevo activo. Ojos y manos están ahora bien diferenciadas, el niño puede usar las manos independientemente una de otra, también los dedos muestran una nueva diferenciación. Ahora maneja sus manos muy bien o muy mal, es un observador agudo, sus habilidades se destacan en gran relieve a esta edad. Nueve mira con los ojos bien abiertos y mantiene la mirada sin parpadear durante varios segundos. Puede conscientemente enfocar lo que mira e incluso lo puede hacer sin mirar. Una niña decía que podía mirar algo sin verlo y que en su mente se atropellaban entonces los pensamientos.

Características motrices de diez


Si a los nueve años el niño se muestra tenso como una cuerda a los diez da cabida a una estructura más floja y blanda. Este fenómeno encuentra expresión en el comportamiento general de diez. Diez enfrenta las situaciones con sinceridad y sin embarazo, no teme hacer preguntas para colocarse en el buen camino, está lleno de buena voluntad por mostrar un afán exagerado hacia los demás. Prefiere la actividad y la calle es su mayor atracción, lo que más le gusta son los juegos fuera de su casa que le exijan la actividad de sus grandes masas musculares y andar en bicicleta. Puede observarse un recrudecimiento de la acción de llevarse los dedos a la boca incluyendo el roerse las uñas o el jugar con el cabello son válvulas de escape menos evidentes a los diez que a los nueve años. La acción de sumir los labios es tan común a los nueve pero a los diez es menos evidente y pronto dará paso a una nueva tendencia a proyectar los labios hacia fuera. El juego es la meta de la mayoría de los niños de diez años. La escuela y los hábitos hogareños son considerados simples interrupciones de esa vida de juegos de tan enorme importancia.