lunes, 20 de marzo de 2023

Escolares

Siete
De los seis y medio a los siete años, la vida del niño toma un tono mas serio, mas pensativo. El niño es más inhibido más controlado, mas conciente de los demás y de sus relaciones con ellos. Quizá a los seis le preocupaba el cielo y la muerte o el bienestar de su madre y el peligro de que la fulminara un rayo o que se quedara encerrada en el baño, pero a los siete el o ella constituyen su principal preocupación. En realidad, no pone suficiente atención para oír a su madre cuando ella lo llama, aunque puede oírla si grita. Murmura o cambia de alguna manera la forma habitual de dirigirse a el o ella. Acepta sin protestar la escuela, mas anticipa que le resultara difícil. A los siete años hogar y escuela son esferas mas separadas que a los seis. El niño no quiere que la madre le acompañe hasta la escuela o que visite la escuela, a menos que sea para asistir a una reunión cuando también se hallan otras madres. Mientras se encuentre con su grupo, ignorara la presencia de la madre.
Ocho
Ocho esta mas fuera de si mismo que siete. Ahora es menos sensible, menos concentrado propenso a retraerse de las situaciones. Esta dispuesto a afrontar cualquier cosa -en realidad le atraen las cosas difíciles -muestra valor en sus cometidos-. Cree saber mas de lo que en realidad sabe y adopta un tono de sabelotodo. A ocho le gusta la escuela y hasta le disgusta quedarse en casa, especialmente si ello significa perder algún acontecimiento especial de su escuela. Durante la clase se muestra ansioso por hablar y quiere responder a todas las preguntas. Goza sin embargo en turnarse e insisten en que cada uno debe tener su turno para hablar. Las transiciones son relativamente fáciles para ocho, pues le agrada pasar de una cosa a otra, pero a veces es necesario concederle tiempo para que asiente sus ideas y pensamientos.
Nueve
Nueve está llegando a ser, finalmente, lo que sus padres se han esforzado por hacer de el o ella. Asume mayores responsabilidades, es al mismo tiempo mas independiente y mas digno de confianza, es más fácil mantener con ellos buenas relaciones, son obedientes. Algo muy concreto esta sucediendo con ellos respecto a su autoorganización. Comienza adentrarse en el reino de las emociones mas positivas. Quizá afirme que detesta ciertos trabajos, pero trata de llevarlos a cabo de todas maneras. Puede mostrarse impaciente e irascible e incluso encolerizarse, más estas reacciones son de corta duración. Quizás lloren, pero solo lo harán si se sienten suficientemente furiosos o si se han lastimado realmente. A nueve le gusta la escuela, la rutina mañanera de prepararse para la escuela ha perdido sus asperezas. Nueve quiere ser independiente de la maestra, pero desea que, en su trato con el o ella se muestre razonable pues cualquier decisión que él o ella considera injusta los afecta considerablemente.
Diez
Los cambios emocionales entre los nueve y diez años son casi imperceptibles. Sus cualidades pueden descubrirse mediante su comparación con las pasadas. Esta ahora en su mejor año, hablando emocionalmente. En general la vida es buena para ellos y ellas. A diez no le importa demasiado sus propias heridas emocionales. Es posible herirlo en sus sentimientos, pero se reponen rápidamente, finge que nada ha sucedido. Si se le da la oportunidad, Diez puede llegar a gustarle realmente la escuela. Quiere a la maestra y le gusta aprender. Pero lo que mas le gusta no es que le enseñen, sino que mantengan despierto su interés.

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