lunes, 18 de abril de 2022

Diario del Amor

Trabajar las relaciones familiares implica trabajar con uno mismo. Y cuando hablo de trabajar con uno, habló de la capacidad de llevar “un diario del amor” en aras del bienestar emocional o en otras palabras trabajar con la propia personalidad. Si somos capaces de mantener saludable nuestra propia existencia estaremos en condiciones de mantener relaciones plenas, fluidas y felices. Y no se trata de explicarte cómo llevarse mejor con tu familia o con otras personas o que puedes hacer para transformar a otros, se trata de saber cómo llevarte mejor contigo, se trata de ocuparte de ti, aprender a quererte y aceptarte. Con la conciencia y la voluntad para llevar un récord del amor hacia ti se logra un trabajo realmente excepcional en nuestra persona. La mayoría de las creencias, pautas de comportamiento, miedos e inseguridades son fruto de nuestras experiencias de la primera infancia. Por lo tanto si deseas mantener unas relaciones felices y plenamente realizadas examina qué aprendiste en los primeros años de tu vida sobre el amor en general. Experiencias tempranas que suelen marcar tus relaciones actuales, aunque en gran medida de manera inconsciente. Un bebe requiere mucho cariño y atención pero la vida ajetreada y las exigencias cotidianas no permiten dar al bebe lo que se espera de un cálido hogar. Papá y mamá han de ser perfectos, estar en forma, causar buena impresión y ser capaces de controlarlo todo. A esto se añaden los reclamos del bebe que a menudo llora generando tensiones añadidas compleja situación que niños y niñas perciben, notan que algo anda mal en casa. Mira a los ojos, a la cara de papá o mamá y no siempre ve el rostro rebosante de amor al que estaba acostumbrado (a) en los primeros días de vida. En muchos casos los niños relacionan esta actitud con ellos mismos, claro que inconscientemente. Han aprendido que una cara radiante de sus padres significa que <<lo que hago está bien>> mientras que una cara no tan radiante quiere decir lo contrario. De este modo niños y niñas perciben muy pronto que por un lado no recibe el cariño que precisa y por otro que tal como es no cae bien a papá o mamá a pesar de que los progenitores hacen todo lo que buenamente pueden. Sin desearlo padres y madres han dado paso a la falta de amor en el hogar. Otra razón por la que una persona carece de autoestima podría residir en que sus padres vivieron en una época en que no había mucho tiempo para el amor. De creer a las nuevas ciencias, basta con que una madre haya pensado o dicho una sola vez, durante la concepción o el embarazo que no quisiera tener al niño (a) que no se lo podía permitir o incluso plantearse abortar es suficiente para que el niño (a) se sienta indeseado. Por mucho amor que le muestre la madre posteriormente, esta impresión temprana hará que a pesar de todo el niño (a) no se sienta realmente querido o aceptado. Independientemente de cual sea el estado del amor en tus relaciones familiares me ha parecido importante dejarte una propuesta acerca del cómo examinar tu autoestima para ello toma una hoja de papel y anota todo lo que se te ocurra respecto a lo siguiente:

¿Qué me dijeron mis padres acerca del amor?
¿Cómo recibí amor?
¿Puedo nutrirme del amor de mi familia?
¿Cómo me ejemplificaron mis padres el amor?
¿Cómo vivo el amor hoy en día?
Conócete a ti mismo respecto al amor. Examina esa hoja de papel ¿Qué has aprendido sobre el amor?¿Qué es lo que te ha marcado en este terreno?
Ahora da un paso más, olvídate de la hoja de papel y cierra los ojos. Siente tu interior. ¿Cómo se siente el amor en tu interior? Anota todas esas sensaciones. A esto le llamo trabajar contigo, descubrir por ti la valía que posees, cuanto te amas y respetas. Finalmente sugiero que lleves el “diario del amor” para establecer tu propio récord acerca de él. Para ello anota cada noche, antes de acostarte lo siguiente:
¿Qué he hecho hoy por mi, para que me sienta bien?
¿En qué o cómo me he ocupado de mi?
¿Cómo me he dado amor hoy en mi relación familiar?
¿Qué he hecho hoy por mi relación de pareja para nutrir el amor?
¿Qué he sentido en mi interior y en mi relación de pareja?
¿Cómo he enseñado hoy el amor a mi hijo (a)?




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