La etapa preescolar es sin duda la edad (4 a 6 años) donde los peligros alcanzan su mayor nivel y no es porque los niños estén expuestos a él es derivado de su tremenda actividad muscular, el incremento de su fuerza muscular, experimentar con su autonomía recién descubierta y por si fuera poco sus estructuras de pensamiento dan rienda suelta a la fantasía. Teniendo en consideración estos factores que alientan al peligro a continuación te daré algunas recomendaciones para contribuir con la seguridad de niños y niñas.
En el hogar; extremar medidas de precaución con los posibles peligro como; si dejas una botella de cloro al alcance del niño al terminar de lavar, no dudes que el niño ira a tomarla porque ve en ella el logotipo de un refresco.
Las puertas; son actores de mallugones en los deditos de niños y niñas. Así que porque no previnimos este tipo de peligros enseñándoles abrir y cerrar una puerta, no una vez, cantidad de veces, centrando el aprendizaje en sus deditos al mostrarles como girar la manija con una mano en tanto la otra mano esta fuera de peligro. Porque no desarrollar habilidad en ambas manitas para manejar manijas y dar por concluido el aprendizaje cuando te percates que realmente el niño abre y cierra de todo tipo teniendo sus deditos seguros. Cuanto dolor se evitaría si te tomas unos minutos para habilitar las manitas de tu bebe.
Baño; a veces se confunde la autonomía con la seguridad, dejando al niño bañarse solo, situación que es altamente riesgosa. El baño es quizá uno de los espacios donde más peligro se encierra porque ahí hay jabón, agua, se está con los pies desnudos por lo que es apremiante inspeccionar constantemente el baño; bajar al nivel del niño (estatura) para ver que le representa peligro y subir tu mirada a tu nivel (estatura) para detectar que te representa peligro. Una inspección constante al baño aleja posibles peligros de tu familia.
Las planchas, las estufas, radiadores son quizá los peligros más latentes en casa, tu mente dirá que el niño está alejado de cualquiera de ellos pero quien no te dice que el niño pasa de repente por donde estas planchando y toca la plancha e incluso te puedes olvidar de desconectarla y al verla el niño intenta planchar con ella o desconectarla y volverla a conectar. Ensenar a un niño lo que representa un peligro en edad preescolar es quizá una de las tareas más vitales para padres y madres y no es cuestión de decirles; –no toques eso–es una cuestión de enseñar; –la plancha quema– como queman las tortillas que compramos en la tortillería, dale un referente.
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