La edad escolar es la edad de la
razón, por ende los peligros físicos que circundan alrededor de niños y niñas tienden a disminuir pues el niño va adquirido habilidades
para protegerse, sin embargo no deben descartarse. Ahora surgen peligros de otra
naturaleza, peligros que suceden en; la escuela, el grupo de amigos, el
vecindario e incluso la propia familia.
La escuela; en la escuela el peligro más latente
que puede circundar a tu hija o hijo es su integridad, su autonomía o su confianza. Lo cual no sucederá en tanto te hayas asegurado de cimentar en ellos virtudes, así que despreocúpate
porque cuando el niño sea agredido, sorprendido o devaluado por otros en otro entorno sabrá
recuperarse de inmediato porque en casa recibió tremendas dosis de amor y
confianza. Y si eso no sucede, no te atrevas a decir al niño que no se
preocupe, que no haga caso, exigir cuidado a la escuela o preguntar a medio mundo que hacer, sería
de lo más desafortunado e ineficiente para colaborar con una pequeña alma. Si algo es real es que la maldad y el peligro son una variable inesperada e incierta no te avisan cuando te va a tocar. Lo apremiante para ayudar a un niño o una niña es centrarte en ti, calmarte para pensar con claridad como actuar, porque en el momento que pierdas la cordura también representaras un peligro para tu pequeño (a) Bajo elevada serenidad y calma te aseguro que sabrás como actuar.
El grupo de amigos; otro factor que
representa peligro y no pienses que tener amigos es malo por el contrario fortalece
identidad, autoestima y seguridad en niños
y niñas cuando digo que los
amigos representan otro peligro me refiero a los hábitos o las costumbres que conllevan antivalores, conductas que replican los niños como; ejecutar actos peligrosos,
aprender a robar, mentir, engañar, pegar, escupir, decir palabrotas situaciones que
atentan con la integridad de niños y niñas. Y no te diré como atenderlos
segura estoy que tu sagacidad, intuición y capacidad de madre o padre te
dictara la reacción más idónea solo te dejo una alerta; –jamás
censures a tu hijo (a) por lo que hizo– –mucho menos des indicaciones de no juntarse con X niño– mejor indaga por tu cuenta; porque se expresa así, porque han cambiando sus conductas, donde aprende antivalores; en casa, en la escuela, con los amigos observas de lo que se trata, no es cuestión de sancionar de inmediato, es cuestión de aplicar la sabiduría en automático.
El vecindario; un entorno que a simple
vista no representa peligro pues es el lugar donde uno vive, pero un vecindario es el lugar donde el peligro puede surgir de repente. Un vecindario es el referente de tus hábitos; a qué hora sales, quienes viven ahí, se queda el niño solo o
acompañado, quien lo cuida, quien llega
de visita, cuales son tus consumos todo lo que eres, haces o dices lo sabe el vecindario y
si alguien quiere dañarte o dañar a tu familia tendrá tu información completa
en cuestión de segundos con ello no quiero alarmarte solo pretendo alertarte, los peligros surgen por doquier. Ante lo inevitable lo valioso es saberse proteger, aprender
a cuidarse por sí mismo y eso es lo que hay que enseñar a niños y niñas; cuidarse
por sí mismos y no te confundas con la prohibición, con decirles que no hablen
con desconocidos, con el vecino de enfrente o la vecina que no te cae bien
eso solo es prejuiciar, se trata de dar ejemplos del cómo luce la maldad, donde
se encuentra y como puede huir de ella. Es una situación de entrenamiento constante sin crearles alarma apoyandote de videos, revistas, cuentos, etc. entre más
conozca el niño acerca de lo que es peligro mayor información y capacidad tendrá para
cuidarse de los peligros que les circundan.
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