miércoles, 25 de mayo de 2016

La actividad motriz para niños de 3 años en adelante

La actividad motriz es natural, innata y adquirida, es el movimiento corporal en su total pureza y estimularlo a partir de que nace el niño es una excelente oportunidad para contribuir en su desarrollo.
Cuando los padres se interesan por estimular la psicomotricidad a temprana edad desde casa los niños no presentan complicaciones motrices a medida que se desarrollan. Existen múltiples formas para estimularla pero es importante conocer y saber que estimular y como estimular, hablando de psicomotricidad fina y gruesa, así que veamos algunos aspectos relevantes para tener en cuenta, si deseas participar espontáneamente en la actividad motora de tu hijo.
Flexibilidad y hábitos para una postura correcta
La postura corporal se estimula a partir de los tres años de manera informal o espontánea con un mínimo de tiempo (2 minutos). Por ejemplo en cualquier momento del día puedes realizar una de las propuestas que te comparto; caminar en punta de pies y luego en el talón, estando sentado encorvarse con los brazos y la cabeza abajo para enderezarse situándolos arriba, acostado boca arriba hacer una bola con el cuerpo y luego extenderse completamente con los brazos en arqueo…. elige una opción para ejecutarla con tu hijo a manera de juego, cualquiera de ellas llevara al niño a ejecutar un recorrido por todo su cuerpo y tendrás mayor variedad si te apoyas en estos ejemplos para crear más alternativas, serán excelentes experiencias corporales para tu hijo o hija. 
La coordinación
Se logra cuando se mueven de manera simultánea diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo: saltar y separar los pies conjuntamente con los brazos laterales, combinar movimientos de una o varias partes del cuerpo como el hacer cuclillas y saltar hacia arriba, poner los brazos laterales abriendo y cerrando las manos al caminar, entrelazar las manos en la espalda con un brazo por arriba y otro por abajo flexionando los codos. Cualquier propuesta que elijas para realizar, una por día y a manera de juego, mayores alternativas de madurez corporal adquirirá el niño.
El equilibrio
En él intervienen los receptores visuales, auditivos y vestibulares y se estimula al realizar acciones psicomotrices en diferentes planos, distintas dimensiones, variadas alturas, posiciones del cuerpo, y combinaciones con giros y otros elementos. La propuesta va desde caminar en amplias veredas siguiendo una brecha hasta caminar sobre una línea o guarnición de una banqueta que se encuentren por el camino. Sea que estimules equilibrio dentro o fuera de casa lo importante es generar distintas alternativas para favorecerlo en el niño.
Regulación de los movimientos
Se educa y desarrolla al llevar al niño a sentir las diferencias entre sus esfuerzos musculares  y las acciones que le sugieras acerca de; movimientos amplios, grandes, profundos, fuertes, suaves, enérgicos, en espacios recorridos por él o ella. También aplica todo aquel movimiento que experimente el niño respecto a; lejos-cerca, alto-bajo, grande-pequeño, largo-corto, estirarse-agruparse, además de distintas formas de transcurrir el tiempo respecto a lo actividad motriz que le sugieras respecto a; más-menos, rápido-lento, despacio, breve, rítmico, moderado.
Cualquiera de estos aspectos que decidas estimular provocan en el niño un sistema causa-efecto y lo más valioso es que contribuyes, además de su desarrollo corporal, en sus primeros esquemas de pensamiento y es el origen de la madurez cognitiva  que tanto anhelan los padres para sus hijos. Mira un ejemplo sencillo; -si rebota la pelota fuertemente contra el suelo- (energía), se mueve rápido (tiempo) y llega muy alto (espacio) hay una relación, existe una relación, otro ejemplo; -si rebota la pelota lentamente contra el piso- (suave) se mueve lentamente (tiempo) y salta muy bajo (espacio) generas una nueva relación para experimentar con una pelota. Luego entonces todo aquello que te propongas e inventes para estimular cualquiera de los criterios que te he compartido favorece en tu hijo pensamiento y actividad motriz.
La orientación espacial
Se logra a partir del conocimiento del propio cuerpo del niño y por puntos de referencia relacionados con él, realizándose básicamente por indicaciones verbales, tales como pon los brazos arriba y abajo, salta dentro o fuera de un aro, camina hacia un lado o al otro, párate  frente a mamá o de espalda, corre entre líneas, corre alrededor del árbol como haciendo círculos, salta al frente o atrás, a un lado, con giro, corre y a una señal te detienes, toca las partes del cuerpo que te digo, etcétera. Elije cualquiera de las opción que te he compartido o bien crea nuevas alternativas para jugar con tu hijo, lo importante es ubicarlo en su espacio, además de promover noción espacial lo ayudaras a reconocer su esquema corporal ubicado en un espacio. 

Te he compartido cinco aspectos básicos de la actividad psicomotriz tú decides que poner en practica con el niño, todo ello en función de estimular su cuerpo, espacio y tiempo. 

miércoles, 18 de mayo de 2016

Aprender a leer

El niño comienza a leer al alcanzar cierto grado de madurez; la fase de la lectura sobreviene una vez formada la capacidad de hablar, de expresarse y de comprender el lenguaje que se habla en casa. La lectura es una nueva forma de comprensión verbal que el niño adquiere cuando ha logrado cierto grado de madurez mental y emocional. Para los niños leer es adentrarse a un mundo de signos que también hablan y para que eso suceda deberán pasar incontables sucesos para descubrir el sentido de leer.
La lectura es la percepción de símbolos gráficos con valor significativo, así lo sabemos quiénes poseemos esta habilidad. Al igual que en la percepción cotidiana, la percepción de la lectura pasa por distintas fases para llegar a comprenderla, de ahí la importancia de tener bien presente dichas etapas para que no transgredir al niño al pedirle que lea rápido, bien y sin tropezar con las letras, mira como sucede cada fase;
Fijar o adherir la letra al objeto. Es decir dar un significado a las letras para asociarlas a algo.
Atender el campo de percepción. Es decir el niño deberá poseer suficiente madurez para ubicarse en distintos planos gráficos,  seguir las reglas de dirección, seriación y separación en un estrecho espacio.
Percepción objetiva –exploración y fijación- Es decir el niño deberá adquirir la habilidad de percibir las letras, asociarlas al objeto, explorar sus distintas representaciones, fijarlas de acuerdo a las reglas convencionales de la lectura y emitir un significado.
La lectura no es un simple conocimiento de signos aislados, por su abstracción están fuera del mundo comprensivo y vivo por lo que el cerebro de tu hijo deberá atravesar múltiples pruebas para aprender a leer. Las letras en si tienen escaso valor de imagen y son un tanto fantasmáticas, las palabras por el contrario poseen fisonomía propia, valor imaginativo en relación con los objetos, nos permiten confrontar datos lingüísticos con objetos y hacer representaciones escritas. De ahí que aprender a leer para el niño resulta abstracto y complejo pues su cerebro deberá alcanzar niveles abstractos para comprender las letras por ello cuando enseñas a leer a un niño le resulta más comprensible iniciar por la palabra que por la letra.
La lectura supone una exploración de conjunto de múltiples letras, un ir y venir recomponiendo diversos fragmentos. La lectura se torna fácil cuando al mirar, se reconocen y comprenden palabras, frases u oraciones asociadas a una imagen. El paso de confirmar y afirmar la palabra asociada a una imagen genera experiencias de aprendizaje en el niño llevándolo en primera instancia percibir el total de letras englobadas en un significado para después comprender lo que quiere decir ahí… donde lee. Muchas veces el niño solo emite intentos de lectura, tratando de leer pero carece de sentido lo que lee, el mismo no comprende lo que está diciendo aún le falta descubrir que la lectura es movimiento en distintos espacios, en un sentido concreto, en una especial orientación. Lo escrito es una lengua convertida  en percepción visual, una percepción que inicialmente hace pensar en simples signos y después en palabras que a su vez hablaran de cosas, acciones, relatos, hazañas. Si bien la lengua hablada nos envuelve, los escritos permanecen, la lectura se confirma por escrito de ahí la importancia de generar suficientes experiencias de comprensión en el niño sin apresurarlo o urgirlo para que lea, tengamos en cuenta que su cerebro está atravesando por una metamorfosis al descubrir signo a signo para ser transformados en palabras y darles significado. 
Cuando un niño atraviesa por este proceso con suficiente confianza ten por seguro que lograra leer y disfrutara de una buena lectura pues a su cerebro no experimento bloqueos emocionales.  

Leer supone...

"Descubrir que los signos hablan"

"Tener la capacidad de expresarse, de hablar, de transmitir lo que signos y códigos quieren decir al unirse armoniosamente"

Poseer la capacidad suficiente de percepción  para no perder de vista; el surgimiento, la colocación  e interpretación de las letras que constituirán las palabras, las frases, los relatos, la poesía…

"El descubrimiento de códigos, letras, combinaciones, sonidos, interacciones mediante experiencias"

"Empatia y respeto hacia lo que el niño lee pues es su garantía de confianza para comprender lo que lee”

miércoles, 11 de mayo de 2016

Comer por comer no es saludable

La alimentación de los niños no solo es comer por comer, va más allá de los cuadros alimenticios  sugeridos por los expertos, conlleva comportamientos ocultos, evidentes o desapercibidos justo al dar de comer al niño. Comportamientos que definitivamente impactan en la ingestión de los alimentos tanto en niños como en padres cuando de alimentar a sus hijos se trata. Así que veamos el origen de la alimentación, sus posibles trastornos y conductas que se llegan a presentar tanto en niños como en los padres al alimentar a sus hijos.
La alimentación sucede al nacer él bebe, ahora deberá alimentarse por sí solo, ha salido del útero de la madre donde fue alimentado y protegido durante nueve meses, empezara su larga travesía que durara por el resto de su vida es decir tendrá que; valerse por sí mismo y su primera tarea será alimentarse. Luego entonces; si alimentarse a partir del nacimiento es un suceso casi automático el cual se da mediante reflejos simples es decir; busca, voltea, sigue el pecho o la mamila etcétera, para cuando tenga 2 o 3 años alimentarse será una experiencia de verdaderos cambios. Situación que crearan en él bebe sus primeras relaciones con el mundo externo, aunque aún no sea una auténtica relación con mamá o papá pues recién inicia a familiarizarse con lo que le rodea. Es derivado de esta relación que se denotan ciertas conductas tanto del bebe como de la madre por ejemplo;
A los ocho días el niño responde a señales propias de la alimentación. Vuelve la cabecita hacia el pecho de mamá si lo tomas entre tus brazos.
Para el segundo mes de vida tu bebe ya conoce la señal de la comida.
Cuando va a cumplir tres meses reacciona ante la presencia del adulto que se le acerca y llora si tiene hambre.
Es hasta aproximadamente los 2 años cuando el niño ya distingue entre la madre y el alimento además su relación entre ambos se va afianzado. A partir de ahora la alimentación del niño se tornara altamente variable e impredecible pues se da una transición, es decir de estar familiarizado con los líquidos, ahora él bebe formalizara su alimentación pasara a conocer, masticar, deglutir, saborear los alimentos y aun cuando lo hayas iniciado a comer sólidos mucho antes, entre los 6 u 8 meses, la leche tenía mayor presencia como alimento. Es a partir del año cuando el niño se ve involucrado en la formalidad alimenticia y sumado a ella una serie  de conductas van surgiendo a la par que deberá alimentarse por sí solo. Conductas de agrado, desagrado, complacencia, rechazo, habilidades, destrezas y por si esto no fuera poco tu bebe deberá adaptarse a quien le da de comer es decir la relación entre madre e hijo se afianza, sea buena o sea mala. Ahora es cuando los padres o bien empiezan a lidiar con la hora de la comida o bien el dar de comer al niño es algo natural.  La alimentación ha pasado de ser una actividad oral a ser un momento formal. Se involucra al bebe con el resto de la familia, en horarios, tipos de comida, costumbres, conductas etcétera situaciones que muchas veces pasan desapercibidas por los padres y que son generadores de problemas o trastornos alimenticios en los niños. Es decir no se percatan que ante un cambio de alimentación surgen múltiples conductas de tipo biológico o psicológico tanto en el niño como en los padres.
Durante esta etapa también se llegan a generar  actividades motrices importantes en el niño después de que deja el biberón mismas que puede llegar a convertirse en severos trastornos. Se puede tratar de la succión del pulgar, succión de los dedos, succión de la parte dorsal de la mano o la succión de objetos como su sabanita. El succionar produce en el niño una descarga de tensiones o placer lo cual parece deberse a un retraso madurativo en el niño, situación que es muy normal hasta cierta edad y por lo general decrece por alrededor de los 2 años, de persistir esta conducta se convierte en trastorno que puede ir más allá de los  5 años.
Entre los 2 o 3 años el niño va desarrollando una especie de imaginería asociada a la alimentación,  es decir el niño ve al alimento como una fuente para incorporarlo a su cuerpo, haciendo al objeto como una parte de sí mismo. Por ello si un niño tiene una experiencia de mirar como muere un pollito y luego le das de comer pollo para su pequeña mente será una real atrocidad. Este es uno de tantos factores que interfieren en la alimentación de los niños y que muchas veces  vemos estas conductas como algo normal o pasajero. Otro ejemplo refiere a un par de gemelos quienes ahora son adultos, cuentan que cuando miraban a su madre dar el pecho a su hermano recién nacido, a los cuatro años, pensaban que el hermanito menor, ese a quien mamá les pedía amar, se estaba devorando a su madre así que; -como amar a quien se come a mamá-. Así de increíble es la imaginación de los niños por ello la prioridad de no solo  centrarte en el dar de comer por dar de comer es vital vigilar que sucede en torno al contexto de  la comida, a las experiencias que vive el niño o las conductas de quien le da de comer, el clima hogareño que se crea alrededor de la mesa en concreto es ingerir los alimentos con la naturalidad del apetito, con la flexibilidad del dar de comer y sobre todo con el permitir al niño que coma lo que le  pide su organismo. Y hago especial énfasis en no confundir el comer saludablemente, con el comer ordinariamente, aventando, tirando, vomitando haciendo de la comida un caos, sería una situación de falta de respeto a los alimentos. 
Otro tipo de comportamiento infantil que llega convertir la alimentación en trastorno alimenticio se refleja cuando el niño  no tiene iniciativa, no coopera, a veces ni siquiera ingiere, se le escapa la comida por la boca e incluso vomita lo poco que haya podido comer esto ya es un trastorno serio el cual demanda ser tratado por un profesional. Un comportamiento muy pronunciado en los niños es cuando reacciona de manera frontal ante la comida con chillidos, agitación, intensa negación, rechazo,  conductas de las  que se vale para no comer, entablándose una autentica lucha de la que saldrá parcialmente victorioso el niño y el adulto terminara agotado. Bajo este tipo de situaciones se propicia una relación madre – hijo de verdaderas crisis alimenticias y llegara a pasar un largo tiempo hasta que el niño se acomode a las costumbres de los padres. Como también corres del riesgo de dejar que el niño haga su voluntad con la comida o tal vez reacciones con hostilidad la cual ira en aumento tiranizando al niño para vencer, será como entablar una pugna entre madre e hijo dejándolos a los dos agotados y sin ganas de comer. Observas porque es tan valioso cuidar el tipo de conductas que se generan al dar de comer a los niños, y no solo es observarlas; es detectarlas, generar cambios y esforzarte porque los alimentos sean un momento de comer en santa paz.
Cuando estas consiente de que la alimentación no es una obligación, es un placer que dota al cuerpo de salud, a la mente de serenidad y al espíritu de alegría pues obvio que la contagiaras a tu familia propiciando una relación saludable con tus hijos al darles de comer. Si estas atenta, abierta, alerta al dar de comer a los niños por un lado equilibras los cuadros alimenticios y por otro aseguras a tu familiar comer como dios manda; en santa paz. Así que la próxima vez que des de comer a un niño pregúntate; ¿cómo doy de comer a mi familia? De tu respuesta dependerá si provees a tu familia de una sana alimentación o estas generando trastornos alimenticios.

Mira mas allá de la comida

  1. Comer es natural, tan natural como la vida misma.
  2. No solo el desayuno es importante, es importantísimo todo aquello que el niño consume.
  3. No solo se trata de comer alimentos variados, se trata de procurar una alimentación rica en conductas saludables a la hora de ingerir los alimentos.
  4. Si sabes qué tipo de alimentos no le agradan a tu hijo o hija, sabes respetar su organismo.
  5. Si generas hábitos saludables a la hora de dar de comer a los niños, no solo alimentas el cuerpo de los niños,  también alimentas su espíritu.
  6. Las cantidades de lo que ingiere el niño están determinadas por su apetito, no por la obligación de comer.
  7. La flexibilidad y la cordialidad es el plato favorito que se sirve en la mesa de una familia que ama comer saludablemente.
  8. Las prisas y los altercados al dar de comer, solo demuestran que te preocupa más satisfacer tu ansiedad, que cuidar la salud de los niños.
  9. No por mucho dar de comer a un niño crecerá fuerte y sano.
  10. Un niño crece fuerte y sano porque tiene a su lado una madre que cuida su dieta alimenticia y emocional.