Respeta
a los niños, hazles intrépidos.
Pero
si tú mismo estás lleno de miedo, ¿cómo vas a hacerles intrépidos?
No
les impongas el respeto hacia ti porque eres su padre, su papá, su mamá, esto y
aquello.
Cambia
esta actitud y mira la transformación que el respeto puede aportar a tus hijos
Si
los respetas, te escucharán con más atención. Si los respetas, tratarán de
entenderte a ti y a tu mente con más atención. Tienen que hacerlo. Y de ninguna
manera les estás imponiendo nada; por eso si al entenderlo sienten que estás en
lo cierto y te hacen caso, no perderán su rostro original.
El
rostro original no se pierde por actuar de una cierta manera. Se pierde por
obligar a los niños en contra de su voluntad.
El
amor y el respeto pueden ayudarles dulcemente a entender mejor el mundo, puede
ayudarles a estar más alerta, conscientes, atentos, porque la vida es preciosa
y es un regalo de la existencia. No debemos desperdiciarla.
Y
en el momento de la muerte debemos de ser capaces de decir que nos vamos
dejando el mundo mejor, más hermoso, más lleno de gracia.
Pero
esto sólo es posible si dejamos este mundo con nuestro rostro original, la
misma cara con la que llegamos a él.
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