Un verdadero padre, una verdadera madre, unos verdaderos
padres serán una bendición para el niño. El niño se sentirá inmediatamente
ayudado por ellos, y esto le servirá para enraizarse en su naturaleza, para
afianzarse, para centrarse; de este modo, empezará a amarse a sí mismo y
conocerá el valor del respeto por si mismo
Recuerda,
a menos que una persona se ame a sí misma, no podrá amar a nadie más en el
mundo; a menos que un niño se respete a sí mismo, no podrá respetar a nadie más
en el mundo. Si no te respetas a ti mismo, ¿cómo vas a respetar a nadie? A
menos que nazca en tu interior el amor por ti mismo, éste no irradiará a los
demás. Primero tendrás que ser una luz para ti mismo, entonces tu luz se
extenderá y alcanzará a los demás.
Los
niños son enormemente inteligentes, ¡sólo necesitan una oportunidad! Necesitan
oportunidades para crecer, para fluir, necesitan el clima apropiado. Cada niño
nace con el potencial para iluminarse, con el potencial para despertar, seamos
los vigilantes para su florecer natural.
Destruir
este florecer del niño será la mayor calamidad en toda la historia de la humanidad.
Se necesita un nuevo hombre, y este nuevo hombre traerá consigo ese mismo
Paraíso que en el pasado hemos estado posponiendo para otra vida. El Paraíso
puede ser aquí y ahora dependerá del adulto en qué medida alumbra al un nuevo
niño que ya habita su hogar....retorno en breve.... J
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejarme tus comentarios