miércoles, 21 de junio de 2017

Vitalidad

El niño está vivo. No puedes definir su vitalidad, pero está allí, puedes sentirla hay tanta vitalidad que no se puede perder. Es fresca, puedes oler la frescura alrededor del niño. Esa fragancia, poco a poco, desaparece cuando llegan patrones que debe imitar o conductas de otros que debe seguir.

Inocencia

No podrás encontrar algo más profundo y sincero que mirar a los ojos a un niño. Los ojos de un niño son un abismo, su pureza no tienen final. Desafortunadamente socialmente se va a destruir, pronto sus ojos serán sólo superficiales debido a las capas y capas de condicionamiento, esa profundidad, esa inmensa profundidad de pureza habrá desaparecido mucho antes. Y esa era su cara original.

El niño es conciente

El niño no tiene pensamientos. ¿Sobre qué va a pensar? Para pensar hay que tener un pasado, para pensar hay que tener proble­mas. Él no tiene pasado, sólo tiene futuro. Todavía no tiene pro­blemas, carece de problemas. No tiene posibilidad de pensar. ¿En qué puede pensar? El niño es consciente pero sin pensamientos. Esa es la cara original del niño.

El rostro original del niño

El rostro original del niño es tan valioso que cualquier problema vale la pena. Es tan valioso que, pagues lo que pagues, sigue siendo barato; no te está costando nada. Y qué alegría el día que te encuen­tras a tu hijo con su rostro original intacto, con la misma belleza que trajo al mundo, la misma inocencia, la misma claridad, la misma ale­gría, jovialidad, la misma vitalidad... ¿Qué más puedes pedir?
Tú no le puedes dar nada al niño, sólo puedes tomar. Sí real­mente quieres hacerle un regalo al niño, éste es el único posible: no interfieras, arriésgate y deja que el niño se adentre en lo desco­nocido, en lo inexplorado, en su vida. Es difícil un gran temor paraliza a los padres: ¿quién sabe lo qué le puede pasar al niño?
Por este temor empiezan a moldear un cierto patrón de vida en el niño. Por este temor comienzan a dirigirle hacia un camino determinado, hacia un objetivo particular, pero no saben que por ese temor están destruyendo al niño, no será feliz, no te lo agradecerá; siempre cargará resentimientos.

Los niños merecen respeto

Los niños se merecen todo el respeto que puedas dar porque son tan nuevos, tan inocentes, tan cerca de la divinidad. Es hora de respetarles, no de obligarles a rendir respeto si lo sienten lo sabrán dar.
Respetar a los niños es valioso porque ellos están más cercanos a la fuente de vida; los adultos nos hemos alejado de nuestra fuente. Ellos todavía son originales, nosotros somos una copia. ¿Si entiendes qué es lo que puede suceder si eres respetuoso con los niños? entonces a través del amor y del respeto puedes ahorrarles que vayan en la dirección equivocada, no por miedo sino por respeto y amor.

miércoles, 14 de junio de 2017

Estimula al bebe con cucharas

Juega con cucharas con tu bebe. Las cucharas de distintos materiales son ideales para estimular atención, control de manos, dedos y percibir distintos sonidos. Reúne por lo menos 5 cucharas de distintas características, metal, madera,  plástico, grandes, medianas, pequeñas para estimular a tu bebe. Sentados a la mesa invita al bebe hacer sonidos con cada una de ellas (una a una) puedes iniciar con la cuchara más grande para concluir con la más pequeña. Los tamaños llevaran a tu bebe a sentir distintos pesos y sonidos. Inicia por mostrar la cuchara al bebe, di su nombre y golpear con ella sobre la mesa. Después invita al niño a realizar lo mismo, permítele que lo haga libremente una y otra vez, pasados unos segundos dale la otra cuchara, continua de la misma manera con el resto de las cucharas. Concluye dándole todas las cucharas para brindarle distintas opciones.

Estimula el gateo en tu bebe

A partir de que tu bebe adquirió madurez y control de su cuerpo y es capaz de mantenerse sentado llego el momento de iniciarlo en el gateo lo cual se da entre los 7 y 10 meses o antes. Solo siéntalo al nivel del piso y permítele que tome la iniciativa para desplazarse, explorar por el mismo, no necesitas hacer nada mas solo sentarlo al nivel del piso para que impulse su cuerpo hacia lo que le atraiga. Al permitir esta soltura a tu bebe se acostumbrara a tomar la iniciativa de movilizar su cuerpo por el mismo para gatear. Si después de esta primera practica varias el espacio del gateo el cual puede ser sobre pasto, alfombra, tela, cartón le permitirás experimentar nuevas sensaciones al gatear y por lo tanto favorecerás la movilidad en tu bebe.