miércoles, 21 de junio de 2017

Vitalidad

El niño está vivo. No puedes definir su vitalidad, pero está allí, puedes sentirla hay tanta vitalidad que no se puede perder. Es fresca, puedes oler la frescura alrededor del niño. Esa fragancia, poco a poco, desaparece cuando llegan patrones que debe imitar o conductas de otros que debe seguir.

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