miércoles, 1 de febrero de 2017

Estimula al niño de 2 años al darle de comer

Para un bebe de dos años comer ya es una habilidad adquirida por lo que estimular otros aspectos como el motor fino aprovechando el momento de los alimentos desarrollas nuevas destrezas solo di al niño lo siguiente;
-Dame probaditas- a la vez que reacciona al darte una probadita de lo que come estimulas distancias, control de manos, percepción óculo - manual y ubicación espacio-tiempo para atinarle a tu boca.
-Corta el pan- cada que pides a un bebe corta el pan lo ayudas habilitarse para comer por si solo, desarrollas habilidad fina en sus deditos y le enseñas a seguir instrucciones.
-Dame el vaso- Cada que pides algo a tu bebe durante los alimentos le enseñas a seguir instrucciones, identificar el objeto, hacer una selección de entre el todo lo que hay en la mesa y además controla sus movimientos.
-Mastica- Enseñar a masticar es una tremenda proeza para él bebe porque requiere integrar todo el proceso en un solo evento. Para que estimules esta habilidad primero asegúrate que el nene te mire como masticas, dile que es masticar y muéstrale como lo haces con la boca. La constancia en estos tres pasos serán importantes para enseñar a masticar al niño. 

Estimula al niño de 3 años durante los alimentos.

A los tres años la habilidad para comer ya es un hecho en niños y niñas. Aprovechar este momento para estimularlos es ideal ya sea que quieras estimular su pensamiento o su capacidad de comunicación cualquier alternativa ayudara considerablemente en su desarrollo así que te compartiré algunas propuestas;
Pensamiento
Aprovecha toda oportunidad durante los alimentos para analizar, reflexionar y reaccionar como;
¿Cómo te serví? –mucho o poquito-
¿Qué tanto comiste? –mucho o poquito-
¿Cuantas tortillas te puse?
¿Qué cantidad de agua quieres? -el vaso lleno, a la mitad o un cuarto-
¿Cuántos estamos comiendo?
¿Que prefieres salado o dulce?
¿A que te sabe el postre?
-Parte a la mitad el pan-
-Comparte de tu ensalada conmigo, la cantidad que quieras-
Comunicación
-Que te gusta más de la comida-
-Que te desagrada de la comida-
-Como me ves cuando comemos-
Todo lo que te diga el niño durante los alimentos será una excelente vía para darle confianza de hablar y si es algo que te desagrada de lo que te dice haz la observación sin devaluar.

Estimula al preescolar durante los alimentos

Un niño en edad preescolar se encuentra preparado para entablar una charla amena, graciosa y hasta ocurrente durante los alimentos. Lo importante es incentivarla entre niños y adultos evitando distractores poderosos que atrapen las miradas como el televisor o el móvil. Para ello solo requieres de tu ingenio y buen gusto al preparar la mesa para comer, como el colocarles mantelitos decorados con buenos deseos, un gran mantel de papel con la familia dibujada, dejar una servilleta con ocurrencias bajo sus platos, etcétera. Si no acostumbras hacerlo... inténtalo para que descubras como puedes dar un giro a la comunicación en tu mesa con palabras sencillas como: -hoy te puse un mantel de acertijos, que te parece- Todo recurso que invite al intercambio de palabras y apertura de los sentidos abre un campo excelente a la comunicación entre padres e hijos. Se tenaz para mantener la vibración de las palabras en tu mesa, por ningún motivo desistas de tu ingenio, si te propones hacerlo por lo menos una vez a la semana los canales de comunicación rejuvenecerán, abra mayor apertura, relajamiento y hasta confianza.

Propicia confianza durante los alimentos

Que los alimentos sean una cuestión casi sagrada para enseñar al niño a confiar. Si te propones que la hora de los alimentos sea el momento ideal para propiciar confianza en los niños en edad escolar será como consolidar eso que tanto quieres; que los niños confíen, que confíen en ti. Para ello solo requieres abrir tus sentidos cuando el niño te platique algo durante los alimentos. Escucha, escucha atentamente a tu hijo (a) por ningún motivo te distraigas, lo ignores, cuestiones, debatas o censures lo que vaya a decir de hacerlo antes de iniciar la charla abras fracturado la comunicación y eso que tanto quieres; confiar no hará acto de presencia, solo se amarga tan delicioso momento. Es tan sencillo cultivar la confianza justo en el instante de comer que solo necesitas abrir tu corazón para atender al niño, estar dispuesta a sugerir, dar ideas, intercambiar experiencias, preguntar sin prejuiciar. Si cuidas celosamente tu actitud en el intercambio de mensajes a la hora de los alimentos aseguras que la confianza llegue a servirse a tu mesa en cuestión de instantes.


miércoles, 25 de enero de 2017

Los padres dicen...

-Hemos intentado de todo y nada sirve-
Justo en el intentar está el problema; “intentar” es decir se inicia y se suelta todo intento. Si un niño da problemas el problema no es el niño, el problema es el sistema familiar.

-Quizá es nuestra culpa, pero desconocemos en que consiste el error-
El error es querer cambiar solo al niño. El “querer cambiar” deberá alcanzar a toda la familia.

-Todo es distinto con nuestros hijos-
Cuando los hijos crecen los cambios suceden y solo quien es capaz de percibir tal proeza, es capaz de sumergirse con ellos y ellas…es capaz de mirarlos diferente.

-La peor parte del día, con los niños, es la noche-
Si eres consciente del ritmo del día, eres capaz de equilibrarlo hacia todos los planos, sobre todo cuando llevas a los niños a dormir porque no actúas de un segundo a otro, relajas la actividad, preparas al niño, le das dosis de serenidad para conciliar el sueño.

-Vivir con él es como andar sobre alfileres-
Si piensas de tal manera; “vivir con él” pones de manifiesto; devaluación, control sobre ti, falta de autoestima. El día que te rescates y rescates al niño abras rescatado dos almas.

-Si así es ahora, ¿Cómo será a los 18 años?-
Justo como es ahora… si ahora el niño vive sus virtudes cuando crezca sabrá que se pertenece. Si ahora el niño vive siendo violento, rechazado o agredido cuando crezca deseara no haber nacido.

-Me enfurezco tanto que siento vergüenza de mi misma-
Jamás te avergüences de ti…enfurecerse con los hijos es lo más normal, porque habla de que también sientes, lo anormal seria  ocultarlo, en especial a los niños porque entonces todo se embrollaría más.

-Hago más por él que por el resto de mis hijos y nunca es suficiente-
Justo ese es el problema; “hacer más por un solo hijo” porque desnivela la armonía familiar, no existe excusa alguna para tratar diferente a los hijos. No porque uno de problemas se le debe tener mayor atención o por que otro gane tu atención sea el pretexto para atenderlo primero e incluso porque este enfermo debe ser la prioridad. La prioridad hacia los niños es la igualdad del trato, al final de cuentas todos sienten.

-Parece que no apreciara nada-
Hablar por un niño, descifrar lo que piensa o siente es la enfermedad más asoladora para un corazón infantil.

-Hay ocasiones en que cedo para conservar la paz-
Ceder a los deseos del niño es la salida más fácil para evitar problemas. Si crees que es un respiro lamento decirte que tal actitud solo agudizara el problema porque el niño se fortalecerá más para controlarte.

-Cuando quiero que se comporte mejor, es cuando más hace de las suyas-
Desear que un niño se comporte bien frente a otros es ocultar la realidad. Si te permites mirar, sentir y actuar cuando el niño se porta mal en situaciones especiales estarás dando pasos en firme, estarás enfrentando aquellas conductas que se te salen de control, estarás dando una lección de sabiduría al niño.

-Nos mete en situaciones embarazosas-
Toda situación embarazosa es justo el momento ideal para tomar el control, porque si no te atreves actuar frente a conocidos o extraños no te atreverás a rescatarte y el niño fortalecerá sus abusos.

-Nos lanzamos acusaciones mutuas; -yo le digo que es un pésimo padre y él me dice que soy una mala madre-
No existen pésimos padres, existen pésimas evasiones y solo aquel o aquella que se atreve abordar la situación, se atreve a ser diferente, debería sentirse afortunada o afortunado por no pasarse la vida lamentándose, debería pasarse la vida fortaleciendo su espíritu y el espíritu de un niño.

-Sé que debe estar emocionalmente perturbado. ¿Es por mi culpa?
Echarse la culpa, es la vía mas fácil de derrota, de sentirse perdido (a). Cuando el sentimiento de culpa te asole justo ese sentir es la vía para encontrar la salida, cargarse de energía y valentía para ayudar a un alma nadie lo va hacer mejor que su madre o su padre.

-Nadie puede saber mejor que nosotros que algo anda mal con el-
Exacto justo una madre o un padre saben realmente lo que sucede con el niño




Los maestros dicen...

-No es malo, pero es tan activo-
Toda expresión que intente calmar una situación, solo la agrava, lo mejor es contribuir con el niño sin prejuicio alguno.

-No sabe trabajar solo-
Si eso sucede…estas descubriendo una beta para enseñar pero no para prejuiciar o etiquetar.

-Jalonea a sus compañeros o los empuja para dejar algo en claro-
Jalonea porque así aprendió a darse a entender… y los adultos deberían preguntarse ¿quién en casa o en la escuela jalonea al niño?

-No lo hace de mala fe, pero molesta-
Quien nos autorizó como adultos para decir que un niño no lo hace de mala fe, acaso el niño sabe... ¿que es la fe?. Quién ha sentido a flor piel el rechazo, ha sentido cómo hiere el alma y puede comprender a un niño.

-Está en constante movimiento, tiene tanta energía…
La energía se desborda por doquier, porque nadie ha enseñado al niño como es estar en silencio con él o ella, como es estar un segundo, un minuto o unas horas sintiéndose y sintiendo a otros.

-No es que me queje, es un chico agradable y listo pero diferente-
La queja, es la queja y ninguna palabra por muy bonita que se diga oculta la molestia, el desagrado y el rechazo hacia el niño.

-Resulta bien hacerle que se encargue de ciertas cosas, pero si me excedo los otros se ponen celosos-
Quién determino que a un niño con problemas se debe asignarle una actividad especial, extra o tratarlo diferente equivoco la solución porque solo finca falsas expectativas en un alma, le da a entender que es importante y para cuando al adulto no le apetezca atenderlo o tolerarlo  creara tremendas fisuras de dolor, desconfianza y hasta ironía en un pequeño.

-Para uno, como maestro, se vuelve un verdadero problema, ya que se supone que debemos tratarlos igual, pero ¿cómo tratarlo igual? ¡él es diferente!
Cuando descubramos como adultos que la igualdad no es estandarizar conductas, es rociar respeto, desplegar comprensión y abrir el entendimiento habremos acertado en un trato igualitario hacia niños y niñas.

-Pierde sus cosas todo el tiempo, en el dictado se atrasa porque cuando debe borrar no encuentra su goma-
Si el niño está perdido, como no perder sus cosas todo el tiempo. Su goma le da cierto alivio de pertenencia, de sentir que existe.

-Es un niño muy perceptivo, sabe muy bien hasta donde llegar conmigo, me vigila tanto, como yo a él-
A eso no le llamo percepción, a eso le llamo vigilarse mutuamente, porque ninguno de los confía.

-Sabe que me voy a disgustar con él; no obstante, sigue haciendo lo que me enoja-
Claro… porque un día lo trataste bien y al otro día lo trataste mal, porque un día lo atendiste y al otro lo olvidaste, porque un día le diste esperanzas y al otro día lo devaluaste entonces… como no esperar que un niño te haga enojar si ambos saben lo que se hacen mutuamente.

-Si por lo menos tomara los trabajos con calma…pero es como si algo lo empujara a terminar pronto. No puede estar en nada por mucho tiempo-
Si un niño escucha por doquier; apúrate, termina, ya, que esperas, hazlo bien, no te distraigas, atento… como puedes pedirle que esté atento si ha vivido entre  exigencias.

-Si al menos se estabilizara-
Sucederá… cuando el niño contacte con un alma estable, comprensiva e inteligente que lo guié.

-Necesita recreo cada media hora-
Las almas que están atrapadas requieren de respiros constantes o terminaran extraviados.

-Hay días en que me enloquece-

No es el niño quien te enloquece, eres tu quien enloquece por descubrir que como adulto no eres sabio (a) e inteligente con un niño.

El niño dice...


  • Soy el más tonto de la clase… 
  • No sirvo para eso… 
  • A veces puedo hacerlo, a veces no… 
  • Mi mama me pone a barrer el piso… 
  • ¿Qué le parecería a Usted levantarse temprano para ir a sentarse todo el día en un mismo lugar haciendo problemas todo el tiempo? 
  • Eso es demasiado difícil para mí… 
  • Una cosa que no me gusta es que los otros me vean como un tonto… 
  • Cuando entré a la escuela todo lo hacía a la carrera no me importaba, ahora ya no puedo hacerlo… 
  • Se me escapan los pasos que hay que dar entre el principio y el fin… 
  • Tengo una caligrafía pésima, podría hacerlo mejor si quisiera pero no lo hago con calma… 
  • Yo no sé porque de repente me porto mal; no sé porque… 
  • Todas las noches sueño para ser bueno… 
  • Todos dicen que soy bastante listo; no sé porque no puedo… 
  • Me porte bien en la iglesia el domingo pasado… 
  • Como voy a saber si solo soy un niño…