Un niño en edad preescolar se encuentra preparado para
entablar una charla amena, graciosa y hasta ocurrente durante los alimentos. Lo
importante es incentivarla entre niños y adultos evitando distractores
poderosos que atrapen las miradas como el televisor o el móvil. Para ello solo
requieres de tu ingenio y buen gusto al preparar la mesa para comer, como el
colocarles mantelitos decorados con buenos deseos, un gran mantel de papel con
la familia dibujada, dejar una servilleta con ocurrencias bajo sus platos, etcétera.
Si no acostumbras hacerlo... inténtalo para que descubras como puedes dar un
giro a la comunicación en tu mesa con palabras sencillas como: -hoy te puse un
mantel de acertijos, que te parece- Todo recurso que invite al intercambio de
palabras y apertura de los sentidos abre un campo excelente a la comunicación entre
padres e hijos. Se tenaz para mantener la vibración de las palabras en tu mesa,
por ningún motivo desistas de tu ingenio, si te propones hacerlo por lo menos
una vez a la semana los canales de comunicación rejuvenecerán, abra mayor
apertura, relajamiento y hasta confianza.
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