-Hemos intentado de
todo y nada sirve-
Justo en el intentar está el problema; “intentar” es decir se inicia y se suelta todo intento. Si un niño
da problemas el problema no es el niño, el problema es el sistema familiar.
-Quizá es nuestra
culpa, pero desconocemos en que consiste el error-
El error es querer cambiar solo al niño. El “querer cambiar” deberá alcanzar a toda
la familia.
-Todo es distinto con
nuestros hijos-
Cuando los hijos crecen los cambios suceden y solo quien es
capaz de percibir tal proeza, es capaz de sumergirse con ellos y ellas…es capaz
de mirarlos diferente.
-La peor parte del día,
con los niños, es la noche-
Si eres consciente del ritmo del día, eres capaz de equilibrarlo
hacia todos los planos, sobre todo cuando llevas a los niños a dormir porque no
actúas de un segundo a otro, relajas la actividad, preparas al niño, le das dosis
de serenidad para conciliar el sueño.
-Vivir con él es como
andar sobre alfileres-
Si piensas de tal manera; “vivir con él” pones de manifiesto; devaluación, control sobre ti, falta
de autoestima. El día que te rescates y rescates al niño abras rescatado dos
almas.
-Si así es ahora, ¿Cómo
será a los 18 años?-
Justo como es ahora… si ahora el niño vive sus virtudes
cuando crezca sabrá que se pertenece. Si ahora el niño vive siendo violento,
rechazado o agredido cuando crezca deseara no haber nacido.
-Me enfurezco tanto que
siento vergüenza de mi misma-
Jamás te avergüences de ti…enfurecerse
con los hijos es lo más normal, porque habla de que también sientes, lo anormal seria ocultarlo, en especial a los niños porque
entonces todo se embrollaría más.
-Hago más por él que
por el resto de mis hijos y nunca es suficiente-
Justo ese es el problema; “hacer más por un solo hijo” porque desnivela la armonía familiar, no
existe excusa alguna para tratar diferente a los hijos. No porque uno de
problemas se le debe tener mayor atención o por que otro gane tu atención sea
el pretexto para atenderlo primero e incluso porque este enfermo debe ser la
prioridad. La prioridad hacia los niños es la igualdad del trato, al final de
cuentas todos sienten.
-Parece que no
apreciara nada-
Hablar por un niño, descifrar lo que piensa o siente es la
enfermedad más asoladora para un corazón infantil.
-Hay ocasiones en que
cedo para conservar la paz-
Ceder a los deseos del niño es la salida más fácil para evitar
problemas. Si crees que es un respiro lamento decirte que tal actitud solo
agudizara el problema porque el niño se fortalecerá más para controlarte.
-Cuando quiero que se
comporte mejor, es cuando más hace de las suyas-
Desear que un niño se comporte bien frente a otros es
ocultar la realidad. Si te permites mirar, sentir y actuar cuando el niño se
porta mal en situaciones especiales estarás dando pasos en firme, estarás enfrentando
aquellas conductas que se te salen de control, estarás dando una lección de sabiduría
al niño.
-Nos mete en
situaciones embarazosas-
Toda situación embarazosa es justo el momento ideal para tomar
el control, porque si no te atreves actuar frente a conocidos o extraños no te atreverás
a rescatarte y el niño fortalecerá sus abusos.
-Nos lanzamos
acusaciones mutuas; -yo le digo que es un pésimo padre y él me dice que soy una
mala madre-
No existen pésimos padres, existen pésimas evasiones y solo
aquel o aquella que se atreve abordar la situación, se atreve a ser diferente, debería
sentirse afortunada o afortunado por no pasarse la vida lamentándose, debería
pasarse la vida fortaleciendo su espíritu y el espíritu de un niño.
-Sé que debe estar emocionalmente
perturbado. ¿Es por mi culpa?
Echarse la culpa, es la vía mas fácil de derrota, de sentirse
perdido (a). Cuando el sentimiento de culpa te asole justo ese sentir es la vía para encontrar la
salida, cargarse de energía y valentía para ayudar a un alma nadie lo va hacer
mejor que su madre o su padre.
-Nadie puede saber
mejor que nosotros que algo anda mal con el-
Exacto justo una madre o un padre saben realmente lo que
sucede con el niño
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