Cuando buscas que el niño escriba bien, no se salga de la rayita o haga sus
trazos perfectos estamos hablando que deseas desarrollar en tu hijo habilidades
motoras excelentes así que te sugiero una actividad sencilla y rápida. Solo invita
al niño a pelar naranjas si, naranjas o mandarinas. Una fruta que ofrece
alternativas excelentes para movilizar mano y dedos. Además puedes pedirle al
niño que separe los gajos de la naranja, ampliaras su estimulación en las
manitas del niño. Y una recomendación muy importante; solo deberás hacerle la
primera apertura para pelar la naranja el resto lo hará el niño.
miércoles, 15 de julio de 2015
Geometría ludica
Si la niña conoce las figuras geométricas como el círculo, cuadrado, triangulo,
etcétera pues que mejor que reforzar los conceptos de manera vivencial, es
decir descubrirlas en su cotidianeidad, es decir llevarla a mirar volúmenes al
exterior. Solo dispón un día de paseo, previamente elige el lugar donde hayas
observado figuras geométricas y solo siéntate con ella a buscarlas; círculos, rectángulos, triángulos, cuadrados, etcétera. Una propuesta que además de estimular conceptos,
estimula la atención en tu hija.
miércoles, 8 de julio de 2015
Actitudes que inhiben la alimentación
Abordar al niño que se niega a comer desde un enfoque conductual, es darte
cuenta del porque su negación, lo cual alivia muchos malestares. Cuando descubres tus actitudes al dar de comer al niño, descubres las variables invisibles que se posesionan de ti o del niño lo cual no dejan fluir una sana alimentación. Dar de comer a un niño desde un enfoque
natural demanda partir del hambre o de la necesidad orgánica para nutrir al niño. Es alimentar sanamente a un pequeño que recién se inicia a probar
múltiples sabores, percibir infinidad de olores o mirar variadas formas
y colores a la hora de alimentarse. Si tan solo nos detuviéramos a analizar
estos factores descubriríamos que ponemos a merced del estómago del niño un sinfín de
alternativas, y está bien pues el niño tiene al alcance una libre elección, al descubrir lo que
le agrada o desagrada. Pero muchas veces truncamos esa elección cuando nos
olvidamos de la cautela y el respeto por lo que desea comer el niño. Y no
deseo que pienses que debes cumplir los caprichos del niño para que coma, no
se trata de eso. Como lo dije anteriormente se trata de buscar un equilibrio
conductual entre ambos, la comida y las actitudes. Así que te daré algunas
pistas para darte cuenta si estas obligando o alimentando al niño.
Recuerdas cuando él bebe recién se iniciaba a alimentar, ya fuera que le dieras
pecho o mamila, no tenías que obligarlo, si tenía hambre lo sabias por su llanto.
Primera lección que olvidamos al alimentar a los niños; "ellos nos dicen cuando tienen hambre".
Los alimentos a medida se calculan por edades, raciones e incluso llegamos
a pensar que el niño debe comer la cantidad que come un adulto.
Segunda lección; "el niño pondera lo
que su estómago apetece"
Los padres se preocupan por balancear la comida de sus hijos,
haciendo todo tipo de experimentos, porque dicen que sabe bien, que nutre, que
sirve para el cerebro, que va a crecer fuerte y sano. Si el niño es obediente comerá de todo y crecerá sano y fuerte porque
mama lo dice, pero si es rebelde, es un niño que a todo le encuentra peros...es
melindroso.
Tercera lección para reflexionar; "con el estómago del niño no se
experimenta, cada niño es diferente y come lo que apetece su estómago".
De los 2 a los 6 años o más creamos todo un escenario alrededor del niño para
que coma. Acudimos a las recompensas, castigamos, ignoramos
hacemos de todo para condicionar la comida del niño.
Cuarta lección; ¿acaso no hace más daño condicionar a un niño, que dejarlo
comer lo que apetezca?
Pero no come nada y estoy desesperada. Expresión de una madre que
vive a la sombra del niño vigilándolo si come, no come, que come, como lo come
es tal la ansiedad que termina por abrumar a un pequeño estómago. Pero solo es
una madre a quien su mente y corazón le exigen alimentar bien al
niño.
Quinta lección: "La ansiedad solo nubla la razón e inhibe cualquier apetito
infantil"
Y aun con todas estas pistas que te he dado, me preguntaras; pero no come,
insisto en que no come.
Quinta lección; no te has detenido a leerme, mucho menos a sentirte, si es
verdad o mentira lo que he escrito, continuaras buscando cómo hacer para que el
niño coma.
Pero si terminaste esta lectura y cuando llegues a preparar los alimentos para tu hijo si recuerdas hacerlo con toda naturalidad y coman lo que apetezcan sus estómagos,
entonces te estaré agradecida por haberme leído.
miércoles, 1 de julio de 2015
La vida en familia
La vida en familia brinda toda clase de experiencias auditivas, visuales y por
supuesto emocionales. Algunas traen alegría al corazón, otras penas y hay las
que dejan una sensación de vergüenza pero cualquiera que sea el sentimiento que
se despierta al interior de la familia si quien lo está viviendo no llega a
reconocerlo, sentirlo o compartirlo, si así
lo desea, el sentimiento se esconderá y acabara por minar el bienestar no
solo de quien lo padece sino de quienes le rodean.
Reflexionemos un momento. ¿Existen temas que no deben ser planteados en familia?
me refiero a temas como; tu hijo nació con un síndrome o trastorno del que no se
debe hablar mucho menos evidenciarlo, uno de tus familiares está en la cárcel, tu padre tiene un tic
nervioso, tu madre vive en constantes peleas, no se habla del aspecto físico pues o es muy bajito o es altísimo, obeso o
delgadísimo estos y muchos más temas pueden surgir pero lo importante de ellos
es darse cuenta como estas naturalidades de la vida se llegan a convertir en
algo anormal, no se debe hablar de ello mucho menos expresar cómo se siente, la
regla es callarlo, sea cual sea la situación.
Tampoco se trata de hablarlo por hablarlo, a la fuerza o aceptarlo el mensaje reside en dar naturalidad al tema, es decir abordarlo
con el sentimiento que se está viviendo sea de manera intima o compartida. Si
abordas el tema de manera intima para no reprimir el sentimiento mira como lo haría
yo; -por ser gorda se burlan de mí- la
reacción más fácil sería decir; -no hago caso-, pero eso sería ocultarme, así que de esas burlas tomo una a una y pacientemente
primero observo como mi cuerpo crea aberración a otros, luego me centro en
sentir lo que se crea en mí, ahí está la
clave. Que se crea en mí; coraje, odio, malestar, llanto pues bien esos son los
sentimientos a trabajar. Quizá me preguntes como las trabajas a lo que te
respondo; -sintiendo- ahí reside la primera y gran tarea. Sentir para expulsar la
enfermedad emocional que siente el cuerpo de tal manera que al paso del tiempo
uno no se pone a dieta, mucho menos se oculta o devalúa, uno solo se atreve a
expulsar lo que duele a eso llamo hablar de los sentimientos contigo misma. Por
otro lado, si lo quieres compartir sea en familia, un profesional o un amigo
(a) deberás ser altamente intuitiva para detectar con quien lo hablaras pues
corres el riesgo de que te digan que hacer, que no hacer, te den remedios e
incluso te dirán; no hagas caso.
Hablar de un tema es tan delicado que se debe tener la suficiente confianza
para saber a dónde se deposita tu intimidad; en otros o contigo.
Retornando a la vida en familia respecto a lo que se ve o se escucha es común
que los sentimientos en familia tiendan a sesgarse es decir solo se debe hablar de
lo bueno, correcto, apropiado y relevante pero lo real es que no existen
adultos o niños que se comporten siempre de manera correcta, intachable o
pulcra. Has observado cuando el niño sale del colegio y lo primero que le preguntas
es; ¿te portaste bien? obvio que el niño ya aprendió la norma en familia, decir
lo correcto y bueno así que te dirá; -si
mama- pero tú no sabes si el niño pego,
tomo lo que no era suyo, se escondió del maestro o mintió acerca de su
familia. Lo ideal es ser precavida con lo que preguntas al niño para no
orillarlo a mentir pues sin desearlo incentivas la mentira y todo porque en
casa solo se debe hablar de lo bueno, lo malo debe ocultarse.
El simple hecho de saber que cualquier situación que se ve o se oye tiene
un impacto hacia todos los miembros de la
familia se debe abordar por buena o mala que sea de acuerdo a su complejidad quizá
con los niños no profundices pero si tan solo les das una línea de lo que
sucede, ellos se calmaran y tendrán la certidumbre de que mama o papa atienden temas
difíciles. Al abordar la naturalidad de la vida en familia sea buena o mala los
niños aprenden a tratar este tipo temas por muy difíciles que sean e incluso te
llegan a decir lo malo que hacen, porque saben que serán escuchados y lo más valioso; harán limpieza de lo malo que hicieron para no volverlo a replicar.
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