Abordar al niño que se niega a comer desde un enfoque conductual, es darte
cuenta del porque su negación, lo cual alivia muchos malestares. Cuando descubres tus actitudes al dar de comer al niño, descubres las variables invisibles que se posesionan de ti o del niño lo cual no dejan fluir una sana alimentación. Dar de comer a un niño desde un enfoque
natural demanda partir del hambre o de la necesidad orgánica para nutrir al niño. Es alimentar sanamente a un pequeño que recién se inicia a probar
múltiples sabores, percibir infinidad de olores o mirar variadas formas
y colores a la hora de alimentarse. Si tan solo nos detuviéramos a analizar
estos factores descubriríamos que ponemos a merced del estómago del niño un sinfín de
alternativas, y está bien pues el niño tiene al alcance una libre elección, al descubrir lo que
le agrada o desagrada. Pero muchas veces truncamos esa elección cuando nos
olvidamos de la cautela y el respeto por lo que desea comer el niño. Y no
deseo que pienses que debes cumplir los caprichos del niño para que coma, no
se trata de eso. Como lo dije anteriormente se trata de buscar un equilibrio
conductual entre ambos, la comida y las actitudes. Así que te daré algunas
pistas para darte cuenta si estas obligando o alimentando al niño.
Recuerdas cuando él bebe recién se iniciaba a alimentar, ya fuera que le dieras
pecho o mamila, no tenías que obligarlo, si tenía hambre lo sabias por su llanto.
Primera lección que olvidamos al alimentar a los niños; "ellos nos dicen cuando tienen hambre".
Los alimentos a medida se calculan por edades, raciones e incluso llegamos
a pensar que el niño debe comer la cantidad que come un adulto.
Segunda lección; "el niño pondera lo
que su estómago apetece"
Los padres se preocupan por balancear la comida de sus hijos,
haciendo todo tipo de experimentos, porque dicen que sabe bien, que nutre, que
sirve para el cerebro, que va a crecer fuerte y sano. Si el niño es obediente comerá de todo y crecerá sano y fuerte porque
mama lo dice, pero si es rebelde, es un niño que a todo le encuentra peros...es
melindroso.
Tercera lección para reflexionar; "con el estómago del niño no se
experimenta, cada niño es diferente y come lo que apetece su estómago".
De los 2 a los 6 años o más creamos todo un escenario alrededor del niño para
que coma. Acudimos a las recompensas, castigamos, ignoramos
hacemos de todo para condicionar la comida del niño.
Cuarta lección; ¿acaso no hace más daño condicionar a un niño, que dejarlo
comer lo que apetezca?
Pero no come nada y estoy desesperada. Expresión de una madre que
vive a la sombra del niño vigilándolo si come, no come, que come, como lo come
es tal la ansiedad que termina por abrumar a un pequeño estómago. Pero solo es
una madre a quien su mente y corazón le exigen alimentar bien al
niño.
Quinta lección: "La ansiedad solo nubla la razón e inhibe cualquier apetito
infantil"
Y aun con todas estas pistas que te he dado, me preguntaras; pero no come,
insisto en que no come.
Quinta lección; no te has detenido a leerme, mucho menos a sentirte, si es
verdad o mentira lo que he escrito, continuaras buscando cómo hacer para que el
niño coma.
Pero si terminaste esta lectura y cuando llegues a preparar los alimentos para tu hijo si recuerdas hacerlo con toda naturalidad y coman lo que apetezcan sus estómagos,
entonces te estaré agradecida por haberme leído.
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