lunes, 28 de abril de 2014

Inocencia

La pureza verdadera es como un niño: inocente; inocente en cuanto a lo que es bueno y lo que es malo; inocente respecto de toda distinción. La pureza verdadera no conoce qué es dios y qué el diablo. La pureza no  es una elección, entre lo bueno a costa de lo malo, cuando lo haces ya has establecido una distinción, ya has dividido la existencia. Y una existencia dividida no puede llegar a la ino­cencia.
La inocencia florece únicamente cuando la existencia es indivisa. La aceptas tal cual. No escoges, no divides, no esta­bleces ninguna distinción. En realidad no sabes lo que es bue­no y lo que es malo. Si lo sabes, calcularás, y la pureza será entonces un artificio, no una floración.
Tampoco confundas la inocencia con la moral. La moral pertenece a un país, la pureza no pertenece a ningún país. La moral pertenece a una época, la pureza es intemporal. La moral pertenece a esta sociedad, o a esta otra: hay tantas morales como sociedades. La pureza es una, vayas a donde vayas es la misma, como el sabor del mar: vayas a donde vayas es salado.
Las sociedades son mu­chas, las morales son millones. Las sociedades cambian, las morales cambian. La pureza es eterna: trasciende el tiempo y el espacio. Trasciende clima y países. Tras­ciende cuanto está hecho por el hombre. La pureza no está he­cha por el hombre, nació con ella y de él depende si la cultiva o la olvida.

viernes, 25 de abril de 2014

Estimula los reflejos del bebe

Al nacer él bebe es propicio estimular sus primeros reflejos de ojos. Para ello identifica en casa  espacios con diferente intensidades de luz de más obscuro a una luz intensa (moderada). Carga al bebe entre tus brazos y llévalo a la habitación con poca luz. Charla con él, míralo a los ojitos, abre y cierra tus ojos para que te vea, lo importante será  estimular sus primeros pestañeos, o dicho en otro termino; abrir y cerrar ojos. Pasa a una siguiente habitación que presente un poco más de luz y realiza lo mismo. Finalmente lleva al bebe a la habitación donde haya más luz  e incluso puede ser el exterior y vuelve a realizar la misma acción. Este acto de trasladar al bebe a espacios con diferentes intensidades de luz estimula sus primeros reflejos de ojos.

Estimula la atención del bebe

A los seis meses ya es propicio estimular la atención de un bebe. Para ello siéntate con el frente a frente, ahora dile su nombre, pídele que lo repita, realiza esta acción de dos a tres veces. Pasa a un segundo momento; toca con un dedo su frente y nombra cabeza, continua haciendo un recorrido nombrado la frente, nariz, ojos, boca de tal manera que el bebe atienda a mama, identifique las partes de su cara y escuche sonidos para repetir. Tres intenciones vitales para estimular al bebe; atención, lenguaje y esquema corporal.

Estimula el lenguaje en niños de 2 años

Sienta a la niña frente a un espejo y pídele que saque su lengua lo más grande posible, enséñale cómo hacerlo, anímale a moverla arriba, abajo, a un lado, al otro, a la par que te mira hacerlo y se miran ambas en el espejo. Felicítala por cada movimiento que le enseñas hacer con la lengua. Varía la actividad colocando en la punta de la lengua un poco de miel o mermelada para que meta y la saque la lengua, repite lo mismo en las comisuras de la boca. Realiza el ejercicio de tres a cinco veces para ejercitar la lengua. Concluido el juego abras estimulado las articulaciones del  habla, la familiarizas con el lenguaje al escucharte y aprende a seguir tus indicaciones.

Familiarizando al niño con su cuerpo

Familiariza al niño con su cuerpo y estimula su pensamiento es la finalidad de esta sugerencia. Coloca dos hojas grandes  de papel sea en el piso  o pegadas a la pared (una para el niño y otra para ti) provéete de pinceles, pinturas o plumones. Ahora pide al niño que te diga dónde está su cabeza, una vez señalada, ahora señala tu cabeza y establezcan al mismo tiempo semejanzas y diferencias (pequeña, grande, mucho pelo, poco pelo, abultada, aplanada) ahora dibújenlas en su hoja preparada.  Continúen de la misma forma haciendo un recorrido por todo el cuerpo, es decir dibujen; cabeza, ojos, boca, orejas, cuello, tronco, manos, pies, etc. Dependerá del interés del niño para dibujar las singularidades del cuerpo como pestañas, uñas, dedos, etc. Al terminar de dibujarse ambos estimulas el pensamiento del niño al mirarse, reproducirse, elaborar comparaciones y además será muy gratificante para el niño descubrir que mama también dibuja.

lunes, 21 de abril de 2014

Niña o niño


Llorar es saludable

Desde que nace el niño llorar y reír son dos estados naturales. Llorar es para él una profunda necesidad. Todos los días tiene una catarsis a través del llanto y reír es un reflejo que se presenta a medida que el niño va socializando con su entorno.
Él bebe al nacer presenta infinidad de frustraciones y las manifiesta mediante el llanto. El niño quiere algo, pero no puede decir qué, no puede expre­sarlo. El niño quiere algo, pero quizá los padres no estén en situa­ción de poder dárselo. Puede que la madre no esté disponible. Quizá ella esté ocupada haciendo otra cosa y él esté desatendido. En ese momento no se le presta atención, por eso se echa a llorar. Cuando escuchamos a un niño llorar quizá salgan a relucir algunas de las siguientes conductas; la madre quiere convencerloconsolarlo para que se tranquilice, si no tolera el llanto quizá le molesta, el padre interviene para calmar al niño o quizá también le moleste y pedirá que callen a ese niño, en algunos casos toda la familia se altera por el llanto del niño o tal vez la familia contribuye para calmar al niño, varias son las conductas que adopta el adulto ante el llanto de un niño. Nadie quiere que llore un niño, nadie quiere que sufra, todo el mundo trata de distraerle para que se calle. Po­demos sobornarle. La madre le dará un muñeco, le dará leche, cual­quier cosa para distraerle, para consolarle, pero no debe llorar.
La situación es que no hemos llegado a comprender que llorar es una necesidad profunda. Si puede llorar el niño y se le permi­te, el niño quedará como nuevo. La frustración es expulsada a través de las lágrimas. De lo contrario, si contiene el llanto, conten­drá la frustración. Entonces se ira acumulando, solo recuerda cuando eras niño y tuviste que contener el llanto, quizá ahora seas  «un montón» de lágrimas. Así que permite que el niño llore, no limites esta necesidad tan profunda, no lo mires como una molestia o un sufrimiento, tan solo es una frustración y nada puedes hacer, lo único que tienes a tu alcance es permitir que salgan las lágrimas de tu hija o hijo, pasado el llanto quedara como nuevo. Y por otro lado jamás le generes trampas al niño con el llanto como sobornarlo, crearle expectativas; “si dejas de llorar te premiare”, castigarlo o pegarle para que no llore serán conductas que agudizaran el llanto y entonces estarás frente a un niño berrinchudo o controlador de los padres. Tan solo mira el llanto como algo natural en tu hijo déjale llorar cuando lo necesite de lo contrario cuando crezca será «un montón» de lágrimas como tú o papa.