Dar besitos al bebe en su cuerpo es la sugerencia de hoy. Quien no se ha deleitado
dando besitos a la piel de un bebe, es hermoso para una madre o un padre y
para un bebe una delicia que sensibiliza toda su piel, además estimulas sus
primeras sensaciones de afecto. Basta dejar al bebe desnudito sobre la cama de
preferencia en un día cálido para darle besitos en su estomaguito, en el pecho,
en los brazos, etc. Solo tú sabrás el recorrido amoroso que darás a tu bebe y el
bebe sentirá las caricias de mama o papa.
martes, 29 de octubre de 2013
Destreza, prensión y percepciòn
Aprovechemos la prensión en las manitas del bebe al nacer para estimular
destreza y prensión. Se trata de perseguir un hilo, si un hilo largo y
colorido como un estambre o una agujeta larga. Enrolla el estambre simulando
una pelotita, colócala entre las manita del pequeñito, toma la punta del hilo e
inicia a desenrollarla y alejarte. Procurando en todo momento que el niño sostenga
la pelotita de estambre, mire como lo vas desenrollando y alejándote de él y si la tira vuelve a dársela. Un instante de dos a tres minutos bastara para estimular; destreza, prensión y percepción.
lunes, 28 de octubre de 2013
Reloj interno
El niño tiene su propio reloj interno. Así que es vital no alterar
su reloj interno. Cada niño sentirá hambre de una manera distinta. Uno tendrá
hambre cada cuatro horas, otro cada tres, otro cada dos. Y esto para muchos
padres es un gran problema, porque desean establecer una norma: la norma del
horario de alimentarse para un adulto, las normas de la mayoría.
Cuidado con las normas de la mayoría. El cuerpo tiene su propio
reloj interno.
Desde la más temprana infancia nuestra atención ha sido apartada
del cuerpo, hemos sido alejados de él. El niño está llorando, tiene hambre y la
madre está mirando el reloj para saber si ya le toca comer. No está mirando al
niño. Si al niño no le das de comer en este momento, le estás distrayendo de
su cuerpo. En vez de darle de comer le das un chupete. Le estás haciendo
trampas y le estás engañando. Le estás dando algo falso, de plástico, y estás
tratando de distraer y destruir la sensibilidad de su cuerpo. No se permite a
la sabiduría de su cuerpo que dé su opinión, la mente irrumpe.
El niño se calma con el chupete, se duerme. En este momento el
reloj te dice que han pasado tres horas y que tienes que darle la leche al
niño. Ahora está profundamente dormido, su cuerpo está durmiendo; le
despiertas. Otra vez estás destruyendo su ritmo. Poco a poco alteras todo su
ser. Y llega un momento en el que pierde toda conexión con su cuerpo. No sabe
qué quiere su cuerpo. No sabe si su cuerpo quiere comer o no comer, su cuerpo
esta manipulado por el ritmo de un adulto. Esta manipulado por el exterior.
Una aventura entre padre y adolescente
Querer es una aventura, es tener miedo
de perder, de ser perdido.
La aventura sucede aquí entre nosotros,
en los pasos más cotidianos. No hay que ir a la selva ni internarse en
territorios desconocidos. ¿Para qué? ¿Conoces algo más desconocido que yo, que
yo y tú, que tú, yo, nuestros hijos? ¿Conoces una aventura mayor que un
encuentro, aun con gente conocida, y en el cual, aparentemente, nada nuevo ha
de suceder?
El orden es el de las normas, las
fronteras, los límites; el orden es el sistema de las ideas y de las creencias
en que una sociedad crece y sobre las cuales opera en cuanto a los fines de la
existencia.
—Los límites, las normas de conducta, no
son lo esencial, pero es como el marco, que permite que lo esencial, tu
creatividad, pueda patentizarse.
El orden es el modo, el estilo, la
manera, las costumbres, que manejaremos para concordar nuestro deseado
encuentro —ir al cine, conducirnos durante un encuentro familiar. Luego, todo
lo que suceda en el encuentro es aventura, espontaneidad pura. Aventura,
gracias al orden.
Orden es a tal hora, hay recreos en el
colegio. Aventura, lo que suceda entre los niños durante el recreo.
Hay orden en la ciencia, hay orden de
composición y de combinación de colores, tonalidades sombras, líneas en el
mundo de las artes, del aprendizaje de
la vida diaria.
—Esos son los límites, hijo mío. En tu
vida privada, en tus relaciones humanas, en el estudio, en el trabajo, en la
calle, en tu casa, en el extranjero, con tu novia, con el hombre que viaja a
tu lado en el colectivo.
Y ese orden termina siendo siempre orden
moral, es decir constitución de unas costumbres (mores en latín significa costumbres, y de ahí el término "moral") adoptadas por un grupo
social, por un sector de la humanidad.
jueves, 24 de octubre de 2013
Correr entre sendas
Así es, correr entre sendas es una oportunidad deliciosa para estimular la carrera,
orientación, control de los grandes músculos y capacidad de contención.
Solo bastara invitar al niño a diseñar una gran senda sobre el piso
sea de aserrín, de arena, incluso de papel. Hecha la senda del largo que
ustedes decidan invítalo a correr sobre ella de manera rápida o lenta, afuera o
adentro, cuidando en todo momento que corra pisando con el talón – punta.
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