lunes, 26 de agosto de 2013
Contacto afectivo
Dedica un tiempo a descubrir lo que le
gusta a tu bebé y ten presente que cada niño es diferente. Algunos son
sensibles al tacto y reaccionan mejor al ser envueltos en una manta o al ser
mecidos. Otros necesitan que se les toque con suavidad. Otros, sin embargo,
reaccionan mejor si se les toca con firmeza. Observa de qué manera reacciona tu bebé a los diferentes tipos de contacto físico. ¿Qué es lo que parece
tranquilizarle? ¿Qué le hace sonreír? ¿Qué le molesta? Y no te preocupes si tu bebé no responde como esperas. Muy pronto descubrirás la clase de contacto
que tu bebé prefiere.
Los pequeños siempre están ávidos de
ser tocados suavemente y con frecuencia. El contacto físico contribuye a que tu
bebe se sienta seguro y tranquilo. Además, a ti te beneficiara,
ya que al expresarle tu amor de esta forma sentirás una cercanía especial.
Incluso podrás sentirte más tranquila y
saludable. El contacto físico agradable y gentil estimula las emociones y
forja el afecto entre padres e hijos.
El primer limite
Tampoco hay juventud si los mayores se disfrazan de menores y además
de la apariencia exterior, de piel lisa, de músculos lozanos, de aerobismo
diurno y nocturno en recintos de música heavy, además de todo eso se creen realmente
idénticos a sus hijos.
Vivir es vivir entre límites, en algún
encuadre, entre horizontes. Dentro de ese espacio germina y se desarrolla la
libertad.
Interpretamos mal: creíamos que la
libertad se da. No es cierto: la libertad no se da, la libertad se toma, se gana, se conquista, se logra, se esculpe, abatiendo esclavitudes,
confrontándose con límites, aceptando unos, rechazando otros, pero usándolos
como referentes en el camino.
Además la libertad es un medio, no un
fin. Ahí la tienes, para hacer algo con ella, algo que tú elijas.
¿Y cómo se elige? Se elige entre
opciones. Las opciones son los límites dentro de los cuales la libertad
adquiere sentido, al rechazar unos y adoptar otros.
Es libre el que elige un proyecto de
vida.
En consecuencia, hablemos claro: Somos, hijo mío, distintos y
distantes en el tiempo, y ése es el primer límite de nuestra coexistencia, de
tu educación, y no me digas que no te entiendo, porque la verdad es que tampoco
me entiendes, y la otra verdad es que no tengo por qué imponerme un
entendimiento que no me corresponde, y más aún: no estamos aquí para
entendernos y no me aterra ni me da culpa el no entenderte.
jueves, 22 de agosto de 2013
Jugar a sumar
Solo requieres de una bolsa de juguetitos, pequeños de preferencia. Se
trata de Jugar con el niño a sacar uno a uno de los juguetes de la bolsa e irlos; contando, agrupando y sumando. Un simple acto que invita al niño a
contar, sumar y sacar totales. Tres momentos que puedes inducir en tu pequeño
para prepararlo a sumar. Llegado el momento de la escuela el aprendizaje de esta operación le resultara familiar.
Anudarse los zapatos
Para enseñar al pequeño a anudarse los zapatos, bastara mostrarle
paso a paso el proceso. Recomiendo que lo inicies a ensartar las
agujetas por los orificios del zapato, mirar el largo del cordón, seguir una secuencia, establecer una correspondencia, controlar sus deditos y atinar a cada orificio, además de ser un excelente ejercicio
para la psicomotricidad fina, permite a tu pequeño conocer como insertar las
agujetas y familiarizarse con el acto de anudar los zapatos. Realiza por lo menos un mes esta actividad para pasar al siguiente evento. Cuando observes que el niño logro esta primera fase cierra el aprendizaje enseñándole hacer el nudo y el moño.
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