miércoles, 24 de febrero de 2016

Los números a los dos años

A los dos años familiarizar al niño con el concepto de número es ideal mediante cantidades. Solo valete de la cotidianeidad del pequeño, no requieres sentarte a una mesa para enseñarlos. Inicia por aprovechar la edad del niño o la niña diciéndole que tiene dos añitos, recuerdas mamá o papá cuando te enseñaban a decir tu edad con los dedos, pues es lo mismo que sugiero hacer con tu bebe. Es decir enseña a tu bebe a identificar cuántos años tiene a la vez que le muestras la cantidad con sus deditos, este solo acto lo inicia a familiarizarse con la noción de cantidad y aquí reside el principio de la comprensión del número; "asociar". Para explicarme mejor; no le enseñaras al niño la palabra DOS o el número DOS no, lo acercaras a mirar, discriminar y percibir  cantidades. En otras palabras el niño se iniciara a familiarizar con la cantidad, aun no con números. Veamos otro ejemplo; cuando se sienten a la mesa cuenta con el niño cuenten, cuenten lo que gusten el pan, las tortillas, las cucharas, los vasos, lo que gusten pero cuenten. Cuando salgan a la calle cuenten dile mira: -un perro- -ahí hay dos coches- es decir aprovecha tu cotidianeidad para llevar al niño al conteo. Cuenten por lo menos una vez por semana en especial del 1 al 3 sin excederse. Al hacer este simple acercamiento con el número acercaras al niño a comprenderlo. 

Los números a los tres años

A la edad de tres años el concepto de número ya se ha iniciado, el niño esta familiarizado con los conceptos de: mucho, poco, el conteo sobre todo ya escucho números en casa así que es ideal para reforzar su enseñanza. Para ello emplea la cotidianeidad para reforzar el concepto de número por ejemplo; al vestir al niño o la niña hazle preguntas como; ¿cuantos calcetines te pusiste? ¿Cuantas pulseras llevas en la mano? ¿Cuantas monedas te dio papá? es decir aprovecha cualquier instante para llevar al niño al conteo solo que ahora mediante preguntas? El solo hecho de llevar al niño a reflexionar sobre distintas preguntas lo estarás llevando a resolver sus primeros problemas matemáticos sin caer en la abstracción. Solo estarás valiéndote de la cotidianeidad para familiarizar al niño con el concepto de número y además lo estas llevando a reflexionar. Por otro lado si deseas enseñar al niño el símbolo numérico estará bien. Enséñale a que equivale el 0 y como se representa, el 1 y como se representa, el 2 etcétera. No rebases  del 10  sobre todo si es la primera vez que inicias a trabajar números con tu hijo o hija pues solo lo confundirás.

Los números a los cuatro años

Después de los cuatro años el concepto de mucho, poco, más o menos, conteo deberán estar bien comprendidos por el niño sobre todo si se ha iniciado en la enseñanza escolarizada. Ahora será momento de familiarizarlos con la "cantidad", como con el "símbolo". Para ello válete de la cotidianeidad del niño para reforzar el concepto de número abordando dos tipos de situaciones; el conteo simple y problemas para reflexionar. Es decir para la primera acción genera situaciones de conteo sea al levantar sus juguetes, al hacer la limpieza de su recamara, al acomodar su ropa, al dar de comer a su mascota solo pídele que cuente, que cuente por él o ella tanto como sea posible. En tanto más familiarices al niño a contar más lo acercaras a comprender el número. La siguiente situación; problemas para reflexionar, realizala aprovechando toda oportunidad para llevar a tu hijo a reflexionar sobre problemas numéricos como; ¿Cuantas fresas te di? ¿Cuantas quedaron en la cesta? ¿Coloca tantos platos como personas que vienen a comer? ¿Pásame media taza de azúcar? ¿Cuánto vale esta moneda? entre más familiarices al niño a reflexionar sobre problemas numéricos que se presenten en su vida cotidiana mayor habilidad desarrollara para comprender el número pues lo pones a pensar. Por otro lado, si deseas enseñarle la simbología numérica, es decir la representación gráfica de los números, estará bien sobre todo después de haberlo familiarizado con los conceptos anteriores. Ahora tu hijo o hija estarán listos para aventurarse en la infinidad numérica

miércoles, 17 de febrero de 2016

Desde que nace el niño se inhibe la autonomía

Casi desde que nace él bebe se le protege a tal grado que al primer llanto corre mamá o papá para ver qué sucede al bebe. Ahora es cuando de empezar a cultivar la autonomía en tu bebe se trata, no corras al primer llanto del bebe mejor tomate unos segundo para ti, después trata de intuir el tipo de llanto que es, es de;  hambre, esta mojado, tiene calor, frió  o llora porque te está demandando pues recién lo dejaste. Si  descubres que llora porque te está demandando y corres a atenderlo abras iniciado la dependencia que asfixia a la autonomía. Mejor tomate unos segundo antes de responder al llamado de tu bebe para iniciarlo a sentir el tiempo, para iniciarlo en la ruta de la autonomía

Al año el niño es dependiente por naturaleza

Al año la dependencia infantil cobra una poderosa fuerza en el niño, pues ha descubierto que mamá o papá están solo para él o ella así que te demandara de todo absolutamente de todo y tu terminas entregándote al doscientos por ciento al pequeño (a) tirano pues tu corazón no te permite mirar que estas siendo dominado (a).
Es la edad ideal para iniciar a cultivar la autonomía en el niño. Es la edad para enseñarle a sentir sus propias frustraciones al no reaccionar de inmediato a sus deseos con ello equilibras la situación, es decir tomas tú el control. Lo llevas a sentir que no todo gira a su alrededor con actos tan simples como la espera. Y si además le enseñas al niño a valerse por sí mismo mediante actos tan simples como el tomar la leche hasta actos muy complejo como el comer sin derramar la comida el niño casi de manera natural empieza a ser independiente y a valerse por sí mismo desde muy pequeñito. Cuando el niño siente, mira y descubre que a mamá o a papá no se les controla aprende a esperar su turno y se involucra al ritmo que le van enseñando sus padres.

Los dos años es la edad ideal para cultivar la autonomía

A los dos años el niño camina y deambula por todo su entorno se siente tan libre que uno pensaría que es totalmente autónomo, pero no es así. Tal conducta es parte de su desarrollo pues la exploración lo atrae poderosamente y ahora es cuando dependencia y autonomía se entremezclan,  es decir por un lado el hecho de saber caminar le demanda al niño desplazarse por doquier (se siente autónomo) pero a la vez pide ayuda para explorar (depende de ti) así que se elevaran las demandas hacia mamá o papá para que le provea de todo en especial aquello que no alcanza o quiere. Antes estas conductas quizá  pierdas los estribos pues no sabes si dejarlo o controlarlo y aquí es donde la dependencia o autonomía cobran un tremendo significado. Si cedes a todo lo que quiere el niño estarás haciéndolo dependiente de ti y por otro lado te estará controlando. Pero si no caes en sus demandas excesivas y reaccionas atendiendo aquello que consideras válido y omitiendo lo que no procede, tomaras el control de la situación y el niño se frustrara, serán sus primeras experiencias de que no todo se le puede proveer. Esta edad será critica pero si te mantienes firme y constante por alrededor de un año abras conseguido iniciar al pequeñito en la ruta de la autonomía.

La autonomía a los tres años

Si a los tres años has confundido la autonomía con la  permisibilidad exagerada, es decir; permitir que el niño haga lo que quiera, será una clara manifestación de que tiene el control sobre ti y eso no es autonomía. Y para cuando no estés en posibilidades de darle lo que quiere sus conductas tenderán a tornarse en rebeldía o agresividad porque te exigirá que te comportes como lo has venido haciendo; “dándole todo”. Lo querrá todo y ahora tendrás que controlarlo y él querrá controlarte, lo cual solo deja a ambos sumergidos en tremendas crisis. El antecedente fue que te entregaste a él o ella a temprana edad dejándolo hacer su voluntad. Aun cuando el costo por enseñarle al niño a ser autónomo sea alto para atender normas, más vale hacerlo ahora a dejar que pase más tiempo y el niño se convierta en un pequeño tirano que controla a todos donde quiera que vaya. Otro tipo de situación que merece la pena retomar, hablando de dependencia sucede cuando observamos a un niño o niña que son tímidos, no reaccionan, casi siempre esperan a ser atendidos por el adulto, es decir solo reaccionan mediante ti y para cuando el niño sale a la escuela los pequeñitos no saben cómo reaccionar. Conductas que son una clara manifestación de falta de autonomía.