miércoles, 2 de diciembre de 2015

En el supermercado los niñas y las niñas aprenden

Para cuando el niño ya tiene 4 años o más llevarlos al súper es fabuloso sea para aprender matemáticas, español, ciencias, geografía o valores.
Primero decide que vas a enseñar
Después elije la zona del súper para enseñar rápido y fácil.

Por ejemplo:
Matemáticas; Si elijes la zona de verduras pide al niño que cuente las manzanas que vas colocando en la bolsa o muéstrale cuanto pesa la bolsa una u otra alternativa, o ambas, serán excelentes recursos para enseñar número y peso.
Español; En la zona de perfumería pide al niño que busque palabras iguales y palabras diferentes o que las lea, si es que ya lo hace. Leer y establecer diferencias es un excelente motivo para estimular español. De no saber leer el niño puedes leerle y mostrarle donde dice lo mismo y donde hay palabras diferentes o bien pueden descubrir espacios, signos, mayúsculas, minúsculas, acentos, etcétera todo en uno o dos artículos que elijan al azar.
Ciencias; En la zona de salchichonería pide al niño que observe, delimite y compruebe en tanto tú haces tus compras. Para cuando termines de hacer tus compras pregunta al niño: ¿qué compra la gente aquí? (Observación), ¿que compraban más? (delimitación) ¿y yo que compre de lo que se compra aquí? (comprobación). Observas lo fácil que es enseñar al niño ciencias; observar, delimitar y comprobar de hacerlo nuevamente cuida los tres momentos que te he sugerido y puede ser en cualquier zona del súper.
Geografía; En cualquier zona del súper puedes pedir al niño que busque donde fue hecho un producto que le des previamente. Si el niño ya sabe leer favorecerás su lectura,  si aún no sabe leer lee para el; donde lo hicieron sea en nuestro país, estado, ciudad e incluso puede ser que venga de otro país. Es fabuloso aprovechar cualquier zona del súper para ubicar geográficamente al niño.
Valores; El súper es un excelente espacio para cultivar en los niños el valor del respeto hacia los demás, saber comportarse y atender las indicaciones de mamá o papá.
La próxima vez que vayas al súper aprovecha el recorrido para reafirmar algunas asignaturas de la escuela en tu hijo es tan sencillo  que no va mas allá de cinco minutos para participar en su aprendizaje.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Fortalece las habilidades de tus hijos

Potenciar las habilidades de un niño o una niña asegura su éxito en la vida. Aquel éxito que va más allá de lo material, hablo del éxito que traspasa fronteras, del éxito espiritual. Si tan solo una madre o un padre se propusieran potencializar los dones de su hijo se maravillarían de sus logros con sus hijos. El cómo hacerlo solo requiere "querer". Cuando se es madre o padre se posee un gran corazón para hacerlo basta querer hacerlo. Pero como hacerlo? Solo pregúntate ¿qué te maravilla de tu hijo?... obvio que la respuesta te dejara plenamente satisfecha (o) son las virtudes que descubres en tu pequeño (a). Pero también pregúntate; ¿qué te decepciona de tu hijo?... pues bien ya tienes la respuesta para potencializar las debilidades de tu hijo, sabes por dónde empezar y no lo evadas o les des vuelta pensando que se corregirán con el tiempo. Si conoces las debilidades de tu hijo o hija es momento de poner manos a la obra para potencializar sus dones. Por ejemplo; si la debilidad de tu hija es decir mentiras, pues potencializa la verdad, si la debilidad de tu hijo es la violencia, pues potencializa la bondad, si su debilidad es la flojera, pues potencializa la actividad. Para cuando tu hijo salga de casa cargado de dones, saldrá para ser exitoso mas no para ser derrotado por tímidos vientos.
                

Enseña a tu hijo hábitos saludables

Enseña aquellos hábitos que van desde el lavarse las manos o cepillarse los dientes hasta aquellos que resultan ser una verdadera joya espiritual como él; respetar a sus amiguitos, protegerse de la violencia, cuidar de su integridad saber conducirse con los adultos dentro o fuera de casa. Y para enseñar este tipo de hábitos no necesitas de grandes lecciones o seguir el paso a paso de un manual basta comulgar con los hábitos y el niño los fluirá fuera de casa. Es decir si dentro de casa velas por la integridad de tu hijo obvio que sabrá detectar cuando alguien lo violenta y te lo dirá de inmediato. Si en casa tratas al niño con respeto conocerá su profundidad y no permitirá que afuera lo dañen o traten mal. Si en casa no violentas a tu hijo, no permitirá que lo violenten fuera de ella. Si en casa no le pegan, fuera de ella no permitirá que le peguen. Propiciar valores para convertirlos en hábitos saludables es reafirmar la valía de tu hijo.

Enseña al niño a resolver problemas

Amamos a los niños que saben resolver sus propios problema. Es lo más grandioso que llega a suceder a un pequeñito y eso se aprende desde casa, como fuera de ella. Cuando el aprendizaje se da fuera de casa, el niño corre el riesgo de aprender a resolver sus problemas enfrentando diferentes tipos de situaciones desde ser muy fuertes, dolorosas o afortunadas dependerá en gran medida de quien encuentre en su camino para ayudarle. Fuera de casa el niño estará solo y sus recuerdos de casa para resolver sus propios problemas.
Por ello es tremendamente importante preparar a nuestros hijos a resolver sus propios problemas dentro de casa para que al salir sepa como resolver aquellos que viva. Para prepararlo es tan simple como partir de lo cotidiano; enseñarle a anudarse las agujetas, abotonarse la camisa, subirse el pantalón, subir el ziper, resolver sus tareas, investigar sus dudas, resolver sus miedos… en concreto toda responsabilidad personal que competa al niño deberá ser asumida por él o ella dentro de casa para cuando salgan al mundo sepan cómo solucionar sus propios problemas desde abotonarse el suéter, hasta sentirse seguros y confiados estando sin mamá o papá. Si preparas a tu hijo tanto mental como emocionalmente lo preparas para resolver sus propios problemas desde temprana edad y para cuando sea adulto él o ella sabrán cómo enseñar a sus hijos a resolver sus propios problemas.
Preparar al niño desde casa para ser independiente y resolver sus problemas, es dotarlo de las herramientas intangibles para  valerse por sí mismo cuando sale de casa.  

Enseña al niño el valor de la cooperación

Prevé que tu hijo o hija salga de casa arropado de valía. Aquella valía que afianzara sus actos para comportarse adecuadamente en familia, su vida escolar o con sus amigos. Enséñale de manera afable, lúdica y real los valores que imperan en la cotidianeidad como el colaborar con otros.
El valor de cooperar muchas veces no requiere ser enseñado se transpira como la vida misma. Como el mostrarle al niño a cooperar con mamá o papá a poner la mesa para comer. Mostrarle como das de comer a su mascota para que él la alimente. Enseñarle como doblas sus ropas para que cuando crezca no dependa de ti y sepa hacerlo por el mismo. Todo acto que conlleve ayuda o colaboración con otros llevara al niño a conocer y vivir el sentido de la participación en bienestar suyo y de otros. Un valor que se desarrolla a través experiencias directas y cotidianas. Cuando el niño se encuentre fuera de casa, en otros ambientes su actitud por colaborar será tan natural que quien  lo mire elogiara tan valiosa virtud, provocando en tu hijo sentimientos de satisfacción por saberse dotado de valores