lunes, 21 de octubre de 2013
La adolescencia y el adolescente
La
adolescencia, es un periodo de transición, una etapa del ciclo de crecimiento
que marca el final de la niñez y anuncia la adultez, para muchos jóvenes la
adolescencia es un periodo de incertidumbre o de desesperación, es una etapa de
amistades, de aflojamiento de ligaduras con los padres y de sueños acerca del
futuro.
Es
la edad de múltiples variaciones conductuales y no hay teorías fáciles para definir
a todos los adolescentes, ni las explicaciones del porque de su comportamiento,
bastara comprenderlos. Para quien quiera comprender la conducta de un
adolescente, bastara sumergirse en las investigaciones o teorías que hacen una
alusión a tal etapa de la vida. Aunque no por ello debemos afirmar que así
será.
Se
dice que es una etapa de transición ya que es la línea divisoria entre la
seguridad de la niñez y el mundo desconocido del adulto, en cierto sentido, la
adolescencia ha venido a ser una etapa del desarrollo humano con naturaleza
propia, distinta de las demás, un periodo de transición entre la niñez y
adultez, sin embargo, si solo la definiéramos como la terminación de la niñez y
el principio de la edad adulta, estaríamos dejando una línea sesgada carente de
objetividad. Es una transición de vital importancia donde surgen y se funden
las emociones, los cambios orgánicos y psicológicos, las expectativas de vida
cual volcán en erupción, ahí reside la importancia de tan vital etapa. No solo
es el paso de una edad a otra, es contribuir con el adolescente para imbuirse en
tan voraz requisito de vida para saltar de una etapa a otra.
La
adolescencia y el adolescente son términos que no solo merecen nombrarlos o
mirarlos pasar, es una cuestión de discernir entre ambos conceptos. Por un lado
la sola palabra adolescencia nos lleva a centrarnos en la etapa como tal y el
termino adolescente hace referencia a un Ser,
a una persona que está iniciándose a enfrentar una multitud de cambios y
nuestra tarea reside en intuirlos, percibirlos y empatizar con el adolescente. Aquí
reside el reto de un adulto frente a un adolescente; ser capaz de comulgar con lo
intangible de la vida que todo adolescente busca; empatía, saberlo escuchar y
comprensión.
jueves, 17 de octubre de 2013
Tocar otro tipo de vida
A los tres añitos el niño ha superado la etapa exploratoria y aunque no
es una necesidad prioritaria, por ahora busca otro tipo de exploraciones. Para
estimular esta nueva faceta te invito a crear un ambiente para el niño que lo
invite a tocar, si a tocar. Tocar un conejito, el pollito, un pato, gato, perro,
etc. Cualquier animalito que coloques al alcance del niño lo invitara a; sentir
otro tipo de vida, ser cuidadoso, controlar sus impulsos, identificar que es
correcto y que es incorrecto al estar con el animalito. Toda una gama de
experiencias de vida dejaras en niño para estimular un correcto comportamiento
frente a otro tipo de vida.
Saltos, saltos
Invitar a
saltar al niño es un acto que le deja múltiples experiencias y aprendizajes.
Solo requieres invitarlo a subir en el filo de una banqueta, sea del parque o
de casa, e invitarlo a saltar, si,
saltar una y otra vez, una y otra vez. Resulta placentero mirar al pequeño
equilibrar su cuerpecito en un pequeño filo de concreto, controlar su cuerpo
para no caer, visualizar el espacio donde caerá, dar el salto… finalmente
brincara de alegría porque lo logro!
miércoles, 16 de octubre de 2013
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)






