lunes, 13 de mayo de 2013

Carácter, un motor propulsor

Desde muy temprano, la vida le impone desafíos al adolescente. El grado de éxito que tenga en afrontarlos depende del "carácter", el cual, a diferencia del temperamento —que es la dimensión innata de la personalidad—, resulta ser modelado a lo largo de su desarrollo en formación. Poseer carácter es disponer de un conjunto de destrezas que le otorgan solidez, consistencia y objetividad en su conducta provocándole confianza y fe en lo que hace. Si los talentos cognitivos y sociales ponen a un adolescente en la senda del éxito, será su carácter el que lo conduzca a la meta evitando que abandone su propósito o se desvíe a medio camino. El carácter es una dimensión psicológica que incluye un conjunto de ideas, conceptos, sentimientos y comportamientos cuyo sello distintivo es la fortaleza para enfrentar los desafíos y llegar a la meta. Tener carácter implica:
  • Voluntad: una firme determinación.
  • Tesón: ser perseverante.
  • Sacrificio: saber posponer gratificaciones inmediatas en pos de un objetivo mediato.
  • Responsabilidad: hacerse cargo de las consecuencias de cada acción.
  • Compromiso: responder ciento por ciento a cada obligación asumida, sin dilaciones ni justificaciones.
  • Honestidad: reconocer el error y asumir sus consecuencias.
  • Coraje: no claudicar si se tiene una meta.
  • Objetividad: evaluar la marcha de una determinada conducta en pos de un objetivo con la máxima imparcialidad.





Sabias que?

Tu imperio es el de tu propia interioridad.  Está dentro de ti, siempre ha estado ahí.  Esperando que vuelvas a casa.


jueves, 9 de mayo de 2013

Contar antes de conocer los numeros

Enseñar al niño las cantidades es una de las grandes hazañas para el pensamiento. Por ello te invito a que inicies a tu pequeñito en este proceso de manera lúdica y asociativa. Es decir familiarízalo con las cantidades contando objetos de la vida diaria como sus juguetes, los alimentos que consume o sus prendas de uso diario. Hazlo de la siguiente manera; al vestirlo cuenta las prendas que le vas colocando; una camisa, un pantalón, dos calcetines, dos zapatos, etc. Y si es el momento de comer invítalo a contar los alimentos; las verduras, las pastas, las tortillas, los panes, etc. Y si son sus juguetes solo pídele  que te ayude a contarlos.
En concreto solo se trata de familiarizarlo con el acto de contar lo que hay en su vida diaria, por supuesto dosificándolo, quizá una vez por semana para no abrumarlo. Estarás llevando al pequeñito a realizar actos asociativos. Sera el preámbulo para presentarle a los números. 

Material Didactico


Es recomendable adquirir para el pequeño materiales didácticos que estimulen la capacidad de análisis y síntesis. Para ello te recomiendo que adquieras rompecabezas, material para ensartar, embonar, apilar, asociar, contar o leer. Este tipo de materiales generalmente no los encuentras en las  jugueterías, los adquieres en las tiendas especializadas.


Cálculos para llenar y vaciar recipientes


Para estimular el pensamiento del niño solo basta proveerte de dos vasos de plástico y una jarra pequeña con agua. Vierte un chorrito de agua en uno de los vasos y pídele que la vierta en el vaso vació, ponle otro chorrito de agua y repite la acción varias veces a manera de que el niño haga cálculos para llenar y vaciar los recipientes. Gradualmente la complejidad del juego se irá incrementando hasta llenar los vasos con agua, vaciar el agua a la jarra y volver a iniciar. Todo ello estimulara en tu pequeño; atención, control de manos, equilibrio, concentración y por supuesto control total de sus emociones para no derramar el agua.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Estimulos


Estimula el lenguaje


Estimular la lengua en tu pequeño es un excelente medio para favorecer las articulaciones del habla. Solo coloca un poco de miel, mermelada o cajeta en un platito extendido y pídele que tome con la lengua poco a poco la miel esparcida por el plato. Procura que extienda lo lengua lo más larga posible, cuidando que no se dañe, de tal manera que la mueva articuladamente para lamer. Un sencillo acto para estimular el lenguaje en el pequeño.