jueves, 20 de septiembre de 2012

Estimulemos manitas


Solo provéete de pequeños juguetes para esta aportación y colócalos en una cesta. Ahora te compartiré como estimular prensión de mano y deditos de tu bebe. Una vez que te encuentras con él, toma uno de los juguetitos que has elegido previamente y colócaselo en la manita cuidando que lo tome con todo el puño, toma otro y colócalo en la otra mano, es decir las dos manos ocupadas. Ahora juega con él a generar fuerzas. Primero indícale que los tome muy fuerte y tú trata de quitárselos de las manitas. Segundo; ahora invierte papeles (es decir tómalos tu y pidele al niño que te los quite), todo ello generando presión en los puños de ambos. En concreto es como dar y quitar. Aunque la intención radica en generar fuerzas en ambas manitas también estarás estimulando el control de extremidades superiores. Continúa de la misma manera hasta agotar todos los juguetes. Al concluir pide al bebe que los regrese a la cesta.
Pasemos al segundo momento. Es decir a estimular dedos. Toma uno de los juguetes con la pinza de tus dedos…ahora súbelo y bájalo, al mismo tiempo invita al pequeñito a que intente quitártelo. Repite la misma acción con el resto de los juguetitos y de ser posible inviertan los papeles. Juegas a estimular las manitas, generas prensión en puño y dedos, estimulas la vista, lo llevas a sentir noción espacio-tiempo y por si fuera poco detonas placer y atención en tu bebe.... ingrediente principal de este juego. J

Grande-pequeño


Para esta aportación requerirás de una enorme pelota de plástico y otra pequeñita. Se trata de familiarizar al niño con tamaños: grande – pequeño. Salgan algún parque cercano o incluso en casa puedes realizar esta sugerencia.
Primer momento: sentados al piso frente a frente lánzale la pelota grande al pequeñito a la par que le dices: “grande”, ahora pídele que te la regrese. Repite el ejercicio ahora con la pelota pequeña, haciendo la observación al niño del tamaño. Ejecuta el acto varias veces.
Segundo momento; De pie frente a frente lánzale la pelota grande  para que trate de cacharla a la par que le dices: “grande”. Repite el ejercicio con la pelota pequeña. Ejecuta el acto varias veces.
Tercer momento; De pie frente a frente a frente dale una pelota a él y tu quédate con la otra. Ahora muéstrale como lanzarla arriba y cacharla. No importa si se cae de las manos del niño. Lo importante es el acto de lanzar y cachar. Intercambien de pelotas y vuelvan a repetir el acto.
Tres momentos para estimular psicomotricidad gruesa, psicomotricidad fina, control postural, equilibrio, noción de espacio, de tiempo y por supuesto tamaños. Hermoso, simplemente hermoso. Una simple actitud de querer jugar con el niño detona infinidad de aprendizajes....saludos

Como una gran ola


No te puedes comer la respetabilidad, no te puedes comer el di­nero y no te puedes comer el prestigio. Son sólo juegos mentales. Si eres suficientemente inteligente sabrás que tienes que vivir tu vida. Todas las consideraciones que se traducen en preocupaciones carecen de signi­ficado. Tu vida la tienes que vivir auténticamente, amorosa­mente, con pasión, con gran compasión y gran energía. Conviértete en una gigantesca ola de dicha. Haz todo lo que tengas que hacer para conseguir ser como una gran ola que sube y baja, sube y baja aun cuando las mareas sean bravías o tranquilas. Solo se una gigantesca ola impregnada de serenidad en el corazón,

martes, 18 de septiembre de 2012

Socializando


Ahora sus juegos reflejan una mezcla de equilibrada de independencia y sociabilidad. Los juegos de tipo solitario ya no son de gran interés para él. Ahora goza los juegos entre amigos y es capaz de adaptarse a las normas que surgen en los juegos colectivos. Realiza un mayor número de contactos y es capaz de compartir sus posesiones que trae de casa. Y aunque sugiere turnos para jugar en ningún momento lleva a cabo el orden subsecuente, es tu niño que inicia aprender el establecimiento de las normas incipientes que ha escuchado en casa.

Sentadito




Solo ayúdalo a sentarse por unos instantes en la cama. Y  apláudele tal hazaña, no importa si cae nuevamente, la esencia radica en iniciarlo en tal postura. Vueve a crear tal acto con tu bebe permitiéndole descansar entre cada postura…saludos

Tonalidad


El afecto, el amor y la empatía personal, pero también el desafecto, el desamor
y la violencia, nacen, viven y crecen en el escenario de la convivencia diaria de todo adolescente en especial en el ámbito escolar lo cual constituye un factor determinante en su desarrollo afectivo. Así que irremediablemente el chico vive bajo dos escenarios que se crean en ese mundo afectivo entre escolares: la comunicación y la tonalidad emocional que se respira dentro de ellos.