Para esta aportación requerirás de una enorme pelota de
plástico y otra pequeñita. Se trata de familiarizar al niño con tamaños: grande
– pequeño. Salgan algún parque cercano o incluso en casa puedes realizar esta
sugerencia.
Primer momento: sentados al piso frente a frente lánzale la
pelota grande al pequeñito a la par que le dices: “grande”, ahora pídele que te
la regrese. Repite el ejercicio ahora con la pelota pequeña, haciendo la observación
al niño del tamaño. Ejecuta el acto varias veces.
Segundo momento; De pie frente a frente lánzale la
pelota grande para que trate de cacharla
a la par que le dices: “grande”. Repite el ejercicio con la pelota pequeña. Ejecuta
el acto varias veces.
Tercer momento; De pie frente a frente a frente dale una
pelota a él y tu quédate con la otra. Ahora muéstrale como lanzarla arriba y
cacharla. No importa si se cae de las manos del niño. Lo importante es el acto
de lanzar y cachar. Intercambien de pelotas y vuelvan a repetir el acto.
Tres momentos para estimular psicomotricidad gruesa, psicomotricidad
fina, control postural, equilibrio, noción de espacio, de tiempo y por supuesto
tamaños. Hermoso, simplemente hermoso. Una
simple actitud de querer jugar con el niño detona infinidad de aprendizajes....saludos
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