Entre mayores alternativas brindes
a niños y niñas para moverse, desplazarse y ser capaz de ejecutar movimientos
inimaginables estarás contribuyendo con su desarrollo psicomotor.
Derecha e izquierda son términos
muy comunes para orientar a niños y niñas y si te pones analizar a
profundidad el significado de los mismos descubrirás que aluden a todo su
esquema corporal y por lo tanto a su desarrollo psicomotor. El solo reflexionar descubrirás que no solo se trata de que se aprendan derecha e
izquierda se trata de orientar su cuerpo, de aprender a discernir su
lateralidad, discernir por donde se mueve su cuerpo, controlar el total de sus
movimientos hacia la dirección correcta solo es cuestión de querer ayudarles en
su desarrollo psicomotor adecuadamente, mira como sugiero hacerlo.
Arriba, abajo, a un lado, al otro,
adelante, atrás, adentro, afuera conceptos que aluden a la noción de espacio y
que son vitales para el desarrollo integral de niños y niñas sin embargo para nosotros
como adultos nos resultan tan claros, dichos conceptos, que damos por hecho que el niño los aprenderá
de inmediato y efectivamente los niños aprenden a ubicarse rápidamente con una adecuada
orientación pero permíteme decirte que no siempre el aprendizaje resulta tan fácil
para ellos a veces requieren apoyo por lo que sugiero reforzarlos en casa basta
que prestes atención a la actividad diaria del hogar y ahí tendrás contenidos
los conceptos como; pon las tortillas
dentro del tortillero o saca el pan de la canasta o coloca abajo tu ropa y
arriba los juguetes etc. resultará valioso para el desarrollo psicomotor de niños y niñas el aprovechar cada situación que se te presente para reforzar el aprendizaje de estos conceptos manera natural.
Pintar, recortar, escribir, pegar o
dibujar son acciones que frecuentemente enfrentan los preescolares y digo
enfrentan porque contrario a ser una actividad de gozo, lúdica y hasta amena
solemos echar a perder el gusto por trabajar con las manitas. Lo expreso sin
ánimos de ser pesimista cantidad de veces me toca observar al adulto como su reacción
al mirar a un niño pintar, recortar, pegar o escribir corrigen al niño (a) desde
el momento que toma el lápiz, la tijera, el pegamento se les corrige en automático, antes de realizar su primer movimiento ya estamos interfiriendo en ellos, situación que inhibe su
desarrollo psicomotor fino porque los bloqueamos emocionalmente al decirles;
-así no se toma la tijera- o –hazlo bien- y no se trata de no guiarlos, se
trata de esperar, de darles su tiempo, proponerles
ayuda. Lo valioso no reside en
que tomen bien o mal la tijera o el lápiz reside en que niños y niñas descubran
sus propias habilidades motoras, descubran la movilidad de sus deditos; como se
les facilita más tomar el lápiz o la tijera con la mano izquierda o con la
derecha, se acomodan más teniendo el lápiz entre el dedo medio y pulgar,
escriben mejor con el puño cerrado tomando el lápiz quiero decir que no forces
la movilidad de las manitas de un niño (a) no son tus dedos, ni tus manos son
las manos de tu hijo (a) solo te compete ayudarles a descubrir su movilidad
psicomotora fina.
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