Durante el quinto año de edad se forma un sentido
elemental de los valores morales. A esta edad los niños a un no manejan el
pensamiento abstracto aquel que definen lo bueno y lo malo de acuerdo con una
relación estrecha con sus acciones y la necesidad de sentirse aprobado. Para
ellos lo bueno es que los padres aprueban y lo malo es a la inversa. Todavía no
pueden aplicar conceptos morales a una amplia gama de situaciones. Por ejemplo un
pequeño de cinco años te dirá que está mal tomar algún objeto de la casa de sus
amigos (a esta edad, el concepto de propiedad está bien establecido) pero no podría
aplicar el principio general de que “robar es malo”. Si se le plantea la
pregunta de porque no debe llevarse algo de la casa de Bobby responderá:
“porque es de Bobby” Tampoco comprenden que ciertas conductas pueden ser aceptables en
algunas ocasiones y reprobables en otras. Confía casi exclusivamente en las
señales que le dan sus padres y otros adultos para hacer distinciones sutiles y
ajustar a ellas su conducta. Por esta razón es primordial que los padres
establezcan reglas y pautas exclusivamente en términos de lo que se
prohíbe y se permite ante determinadas
circunstancias. Entre más hables y expliques a un niño del porque si o
no más se pierde el mensaje en un torrente de palabras, así que evita tanta
explicacion y céntrate en lo concreto.
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