miércoles, 27 de junio de 2018

Quién necesita otra adolescencia


Quienes dejan atrás un mal matrimonio no quieren  una repetición del pasado. Como consecuencia de la autoconciencia conquistada en el proceso del duelo, de la ruptura de una relación ahora  poseen la experiencia, saben de las complicaciones, descubren que el matrimonio no siempre es pura felicidad. Aliviados de muchas obligaciones agobiantes pueden probar su personalidad independiente en muchas y muy variadas relaciones con distintas personas. Experimentan la libertad que les impulsa a buscar un rápido substituto de la mitad ausente, pueden dirigir la mirada en torno suyo en busca del placer con otras personas por el placer mismo pero no como un primer paso hacia el segundo matrimonio. Hay una gran diferencia entre esta actitud y la cacería de maridos y esposas, al divorciarse descubren por primera vez en la vida él y ella que están en condiciones de experimentar nuevos modos de relacionarse.


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