Por leves que sean las heridas,
ante un accidente que vive un niño (a) de tres años, para él o ella hasta un ligero
rasguño puede estremecer su comodidad emocional. El tres añero desconoce que
las heridas cicatrizan por lo que entra en un apabullante miedo y un
sentimiento de desvalia, nada lo reconforta.
El miedo se hace presente a los tres años y el primer temor es a la
obscuridad a quedarse solo (a) y a cosas que aparecen o hacen ruidos en las
noches. El surgimiento del miedo durante esta etapa se debe a tres
características principales:
- Su necesidad de proteger su frágil sentido de identidad ¡ha descubierto su vulnerabilidad!
- El florecimiento del pensamiento imaginativo es decir; su imaginación cobra un poder fundamental en su vida diaria.
- Su incapacidad de separar la palabra con la causalidad. Aun no percibe la línea entre la realidad y la fantasía.
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